"Somos unos privilegiados"
El productor Antonio P¨¦rez (C¨®rdoba, 1954) se ha convertido en todo un referente en el mundo de la cinematograf¨ªa espa?ola. Productor de Habana Blues, la ¨²ltima y reci¨¦n estrenada pel¨ªcula de Benito Zambrano, su nombre tambi¨¦n se relaciona con At¨²n y chocolate, de Pablo Carbonell, Nadie conoce a nadie, de Mateo Gil, o Solas, la ¨®pera prima de Zambrano. Aunque naci¨® en C¨®rdoba, creci¨® entre los bastidores de los cines T¨ªvoli y Espa?ol, que explotaba su padre en And¨²jar (Ja¨¦n). El pasado viernes, Antonio P¨¦rez recibi¨® el premio Miguel Picazo, otorgado en la 4? Muestra de Cine Espa?ol In¨¦dito en Ja¨¦n.
Pregunta. Esta muestra le ha homenajeado revisando sus pel¨ªculas. ?C¨®mo lo ha vivido?
Respuesta. Con mucha alegr¨ªa porque sienta muy bien que a uno se le reconozca en su tierra y que se acuerden de ¨¦l. Te llena de orgullo triunfar en las plazas de fuera, pero tambi¨¦n ser profeta en tu tierra.
P. Han dicho de usted que es el productor de moda. ?Es as¨ª?
R. Yo no me lo creo. Cuando presento a las televisiones nuevos proyectos y busco financiaci¨®n y subvenciones para llevarlos a cabo, siento que me tengo que examinar por primera vez. Estoy preparando una pel¨ªcula basada en un remake que triunf¨® en Francia hace algunos a?os y he estado a punto de suspenderla porque nadie confiaba en m¨ª. Algo parecido pas¨® con Solas cuando me dec¨ªan que qui¨¦n iba a querer ver una pel¨ªcula de viejos perdedores, mujeres y, adem¨¢s, de andaluces.
P. ?Solas marc¨® una antes y un despu¨¦s en el cine espa?ol?
R. Por supuesto. Primero porque demostr¨® que los se?ores que deciden qu¨¦ quiere o no el mercado se equivocaron y despu¨¦s, porque fue un ejemplo de que en Andaluc¨ªa pod¨ªamos hacer una buena pel¨ªcula casi 100% andaluza.
P. ??ste puede ser un ejemplo de que el cine espa?ol funciona?
R. S¨ª, pero en esta industria, e incluyo tambi¨¦n a los medios de comunicaci¨®n, hay gente que manipula y habla del cine espa?ol con muy mala intenci¨®n. Un ejemplo de ello son los famosos tres millones de espectadores que al parecer se han perdido en Espa?a en el ¨²ltimo a?o. No se puede hacer un an¨¢lisis tan simplista y manipulador para analizar el estado vital de nuestro cine cuando existen m¨¢s variables a estudiar, como nuestra presencia en el exterior, entre otras muchas.
P. ?Por qu¨¦ se inclina por pel¨ªculas con fuerte componente social?
R. Porque como los artistas e intelectuales, nosotros somos unos privilegiados y tenemos la obligaci¨®n de dar voz a muchos que no la tienen. Es un compromiso que, al mismo tiempo, nos hace ser inc¨®modos para muchas personas. Pero es nuestro deber y por eso antepondr¨¦ siempre el cine social a cualquier otro.
P. ?El cine social es rentable?
R. Si son historias que respetan al espectador y que no son manipuladoras, s¨ª. ?ste es el caso de Habana Blues, donde es el espectador el que al final opina y piensa por s¨ª mismo. Nosotros no somos los voceros de nadie, s¨®lo hablan los personajes. Otro ejemplo es At¨²n y chocolate, donde nos encontramos con personajes que desde el cine de Berlanga no aparec¨ªan. Son sencillos, humildes y con unas ganas tremendas de vivir, a pesar de vivir en una econom¨ªa pr¨¢cticamente de subsistencia.
P. ?Defiende las ayudas al cine espa?ol?
R. Son necesarias porque no existe una libertad de mercado real, aunque muchos se empe?en en afirmar lo contrario. Una comisi¨®n de juristas europeos estudiaron el modelo de explotaci¨®n de las pel¨ªculas de EE UU en Europa y llegaron a la conclusi¨®n que lo que ellos hacen aqu¨ª, en su propio pa¨ªs no est¨¢ permitido por las leyes anti-monopolio. Al final, lo que hay en juego es una defensa de intereses.
P. ?Cu¨¢les son los ingredientes para una buena pel¨ªcula?
R. Ser¨ªa la que va directa al coraz¨®n, con historias y personajes que tienen vida propia y que no se comportan como marionetas de guionistas. Son universales y emocionan tanto en Madrid, como en Tokio o Miami.
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