Susana Rinaldi canta en Espa?a sus tangos llenos de protesta social
"El tango viene para contar un destemple de la sociedad", afirma la cantante y actriz argentina, que hoy presenta en Madrid (Galileo Galilei) su CD Susana Rinaldi en el Lope de Vega de Madrid. Por fin va a tener disco en las tiendas espa?olas. Le dol¨ªa estar ausente: "El espacio lo tenemos que pelear como hormigas. Somos batallones peque?itos que no se nos ve y, en general, tenemos que seguir manteniendo bajo perfil para que no se den cuenta y poder avanzar porque si no ya estar¨ªamos muertos".
El disco se grab¨® hace un a?o durante los conciertos que protagoniz¨® con Martirio. "Nos pusieron muchos inconvenientes que imposibilitaron el disco conjunto. Era imperdonable dejar reducido todo ese trabajo a tres presentaciones en vivo. No era lo que hab¨ªamos perge?ado y mucho menos lo que hab¨ªamos so?ado", dice Rinaldi, a la que se oye cantar La bien pag¨¢ y Te lo juro yo.
Susana Rinaldi (Buenos Aires, 1935) abri¨® espacios para otras mujeres en el masculino mundo del tango y representa ese tango canci¨®n que surge con fuerza en los a?os setenta "para denunciar situaciones sociales y pol¨ªticas".
"El tango ha sido, permanentemente, un chivo expiatorio de toda aquella pacater¨ªa que llega al poder y que se instala desde un lugar que no debe. Un alto ejecutivo de nuestro pa¨ªs dice que jam¨¢s le ha gustado el tango. Y lo dice como si fuera un gal¨®n para colgarse. Siento que con la copla pasa lo mismo ac¨¢", comenta. "Siempre la valorizaci¨®n se la dan afuera cuando se la dan. Porque si no yo, en mi casa, estar¨ªa pidiendo limosna".
"Mi padre dec¨ªa, y yo no le entend¨ªa nada, pero me qued¨®, y f¨ªjese que se muri¨® cuando yo ten¨ªa 15 a?os, que la ¨²nica independencia es la econ¨®mica. Yo vivo de mi trabajo, pero lo hago donde considero que ¨¦ticamente estamos emparentados. Esa convicci¨®n es la que me sostiene hasta hoy". Embajadora de buena voluntad de la Unesco, se present¨® a senadora en Argentina: "Nosotros estamos donde estamos porque lo hemos permitido. Ojal¨¢ podamos tomar ejemplo de lo que ha pasado enfrente, cruzando el r¨ªo, pero no tenemos ni un gramo de austeridad de la que gozan los uruguayos para permitirse decir no cuando tienen que decir no o decir s¨ª con convicci¨®n. Nosotros tenemos el ejercicio de depender de caudillos".
Rinaldi acaba de grabar con orquesta sinf¨®nica El oratorio del pueblo joven, de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer -"usted escucha la obra y dice 'pero, caramba, c¨®mo pudo estar 35 largos a?os sin que le hayan dado bolilla"-, y Experimentango, con Guillermo Picolini y Alejo Stivel, que "consiste en liarla desde la versificaci¨®n con las m¨¢quinas", dice riendo.
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