El Ayuntamiento de Guadalajara retira de noche las estatuas de Franco y Primo de Rivera
S¨®lo quedan im¨¢genes del dictador en lugares p¨²blicos de Santander y Melilla
De madrugada, con discreci¨®n y apenas p¨²blico, el Ayuntamiento de Guadalajara retir¨® ayer las estatuas del dictador Francisco Franco y del fundador de la Falange, Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, que se encontraban en sendas plazas c¨¦ntricas de la ciudad. El acuerdo de quitar el monumento al dictador hab¨ªa sido tomado hace tiempo, pero la decisi¨®n de retirar el de Primo de Rivera "quiz¨¢ se precipit¨®" por la pol¨¦mica eliminaci¨®n la semana pasada de la ¨²ltima estatua de Franco en Madrid, seg¨²n el concejal de Mantenimiento de Infraestructuras, Luis Sevillano.
A la una de la madrugada, tres operarios de una empresa privada contratada por el Ayuntamiento (PSOE e IU) comenzaron a retirar la estatua de Franco, ubicada en la plaza Belad¨ªez. La figura, de bronce, de dos metros de alto, y que muestra al dictador de pie, con uniforme y unos prism¨¢ticos en una mano, hab¨ªa sido objeto de actos vand¨¢licos y estaba cubierta de pintura roja.
Transcurrida media hora, los obreros la depositaron en un cami¨®n y se trasladaron al m¨ªtico parque de la Concordia, que recientemente ha cumplido 150 a?os. All¨ª se alzaba el monumento a Primo de Rivera, formado por su imagen, tallada en bronce, un obelisco de piedra y un ¨¢ngel que sujeta en las manos una corona de laurel sobre la cabeza del fundador de la Falange. Tambi¨¦n tardaron una media hora en desmontar la imagen del pol¨ªtico fascista.
En ninguno de los lugares hubo concentraciones. S¨®lo presenciaron el desmontaje unos 10 o 15 transe¨²ntes, "que no estaban ni a favor ni en contra", seg¨²n relata el concejal de Mantenimiento de Infraestructuras, Luis Sevillano, que estaba all¨ª junto al edil de Seguridad, Jos¨¦ Mar¨ªa Alonso y el primer teniente de alcalde, Jorge Badel, en sustituci¨®n del regidor, que se encuentra de vacaciones.
Una decisi¨®n anunciada
El Ayuntamiento de Guadalajara hab¨ªa anunciado hace tiempo su intenci¨®n de retirar la imagen de Franco, aprovechando la remodelaci¨®n de la plaza en la que estaba situada. En abril del a?o pasado, IU present¨® una moci¨®n para retirar tambi¨¦n la de Primo de Rivera. En ese mismo pleno, se decidi¨® crear una comisi¨®n cultural en la que participaran todos los grupos pol¨ªticos. "Pero el PP la deslegitim¨®, votando en contra, por eso no la creamos", asegur¨® Sevillano. El grupo municipal popular emiti¨® una nota en la que acusaba al alcalde, Jes¨²s Alique, de retirar las estatuas "con nocturnidad y alevos¨ªa". Esta decisi¨®n, "sin constituir la comisi¨®n, refleja el talante dictatorial del alcalde", seg¨²n el PP.
El concejal de Infraestructuras reconoci¨® que "quiz¨¢ s¨ª que se precipit¨®" la retirada del monumento a Primo de Rivera, despu¨¦s de que Fomento quitara la semana pasada la ¨²ltima estatua del dictador que quedaba en Madrid. Dos d¨ªas despu¨¦s, IU volvi¨® a presentar una moci¨®n para retirarla. "La decisi¨®n fue tomada finalmente el pasado lunes. Ese mismo d¨ªa indicamos a los t¨¦cnicos que iniciaran la remodelaci¨®n del lugar en el que estaba situada", asegur¨® Sevillano.
El Ayuntamiento decidi¨® que se realizara en estas fechas para evitar las molestias. "Ahora hay menos gente en la ciudad y todav¨ªa no han comenzado las procesiones", declar¨® el edil.
El motivo para ¨¦l es evidente: "En Guadalajara no queremos ser reconocidos por s¨ªmbolos franquistas, sino por otras muchas cosas".
Ambas im¨¢genes descansan en dependencias municipales a la espera de que el Museo del Ej¨¦rcito, que est¨¢ en Madrid pero va a ser trasladado a Toledo, acepte acogerlas. En abril del a?o pasado, el Ayuntamiento curs¨® esta solicitud pero el museo todav¨ªa no les ha confirmado nada. "Tenemos esperanzas de que se las lleven", indic¨® Sevillano. Pero su futuro es tan incierto, por ahora, como el de la estatua ecuestre de Franco retirada de Madrid, de la que nadie se ha hecho cargo todav¨ªa y que permanece en un almac¨¦n de Fomento.
Recintos militares
La decisi¨®n del Ayuntamiento de Guadalajara hace que sean ya s¨®lo dos las ciudades espa?olas que cuentan con una estatua del dictador en plazas p¨²blicas, adem¨¢s de las situadas en instituciones militares, como la Academia de Zaragoza, la Capitan¨ªa General de Valencia o la Academia de Infanter¨ªa de Toledo.
La m¨¢s emblem¨¢tica, porque preside la plaza del Ayuntamiento, es la ubicada en Santander, copia exacta a la de Madrid. El alcalde de la ciudad, Gonzalo Pi?eiro (PP), se comprometi¨® la semana pasada a retirarla, tal como exige la resoluci¨®n aprobada por la Comisi¨®n de Administraciones P¨²blicas del Congreso en noviembre de 2004. El Ayuntamiento de Melilla todav¨ªa no se ha pronunciado acerca del futuro de la situada en la entrada del puerto de la ciudad aut¨®noma. Pero todav¨ªa quedan muchos monumentos conmemorativos o calles con nombres de personajes ligados al franquismo.
Un monumento para un r¨¦gimen acabado
La estatua del general Francisco Franco que se alzaba en Guadalajara fue inaugurada el 4 de diciembre de 1976, 11 d¨ªas antes del refer¨¦ndum en el que la mayor¨ªa de los espa?oles votaron s¨ª a la Reforma Pol¨ªtica que dio paso a la democracia.
Fue la Confederaci¨®n de Combatientes de Guadalajara la que decidi¨® crearla y encarg¨® su elaboraci¨®n a Antonio Navarro Santaf¨¦, escultor tambi¨¦n de monumentos tan conocidos como el Oso y el Madro?o de Madrid.
La esposa de Franco, Carmen Polo, fue la encargada de descubrir el monumento, que estaba tapado con una bandera de Espa?a gigante, ya que, junto con el pedestal, med¨ªa cuatro metros de alto. Once d¨ªas despu¨¦s, un 93% de la poblaci¨®n de Guadalajara vot¨® s¨ª al fin de la dictadura.
En un principio, la imagen se coloc¨® en la plaza de Jos¨¦ Antonio, denominada hoy plaza Mayor. Pero en 1984 fue trasladada a donde ha permanecido hasta ayer, a la plaza de Belad¨ªez.
La escultura de Primo de Rivera fue inaugurada en vida del dictador, el 23 de junio de 1973. El Consejo Principal del Movimiento decidi¨® encargarla, aprovechando el molde de una instalada en Valencia y esculpida por Octavio Vicent. A la inauguraci¨®n acudi¨® el entonces vicepresidente del Gobierno, Torcuato Fern¨¢ndez Miranda.
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