?Qu¨¦ est¨¢ pasando?
Soy Alejandra Huarte, la hija de Fernando Huarte Santamar¨ªa. S¨ª, el esp¨ªa, el dirigente del PSOE, el filoterrorista lacayo de Arafat, el buen amigo de Benesmail, el destacado empresario de la miner¨ªa asturiana. Soy periodista tambi¨¦n, ?c¨®mo compaginar mi preocupaci¨®n de hija con la repugnancia profesional que me provoca la actuaci¨®n de ciertos medios?
Tengo 25 a?os, mi carrera apenas ha empezado, pero ya me estoy preguntando si me equivoqu¨¦ de vocaci¨®n. ?A qu¨¦ nivel ha llegado el periodismo en este pa¨ªs cuando se permite calumniar y tergiversar la vida de una persona sin m¨¢s datos que meras lucubraciones? ?Qu¨¦ est¨¢ pasando? Los ciudadanos tienen derecho a saber qu¨¦ ocurre, los periodistas se lo debemos contar. ?Y qu¨¦ ha sucedido con este triste caso? Los ciudadanos no saben, asisten entre perplejos y desconfiados a este circo cuyo ¨²ltimo acto est¨¢ protagonizado por mi padre. ?Qu¨¦ objetivo ha tenido, pues, todo este "asunto"? ?Ha sido esclarecer algo relacionado con el 11-M? ?Eso no lo tienen que hacer los jueces? ?Ha sido desviar la atenci¨®n sobre el hecho de que quienes gobernaban cometieron alg¨²n error y prefieren inventar historias surrealistas propias de una novela negra? ?A qu¨¦ ha quedado reducida la ¨¦tica, en una ¨¦poca de c¨¢maras ocultas como m¨¦todo de investigaci¨®n, al abuso de "fuentes solventes", a la mera reproducci¨®n de rifirrafes pol¨ªticos sin un verdadero debate sobre las cuestiones de fondo?
Fuera ya del ¨¢mbito period¨ªstico, ?c¨®mo es posible que se insin¨²e que un partido democr¨¢tico sea c¨®mplice de una matanza terrorista? ?Lo de que el fin no justifica los medios ya no sirve hoy? Quiero pensar que quien lanza estas descabelladas teor¨ªas es solamente un "iluminado", alguien que se cree dotado del don divino de la clarividencia y despose¨ªdo del humano de la humildad. Prefiero pensar eso y no que sabe que miente y aun as¨ª lo hace.
Y en el ojo del hurac¨¢n, mi padre. Y su familia. Porque la familia sufre tanto o m¨¢s que el afectado. Todo el mundo imagina lo mal que lo pasan los allegados con una campa?a medi¨¢tica as¨ª, pero, hasta que no lo vives... ?Qu¨¦ asombro, qu¨¦ indignaci¨®n, qu¨¦ confusi¨®n, qu¨¦ miedo! Todos estos sentimientos te asaltan, por oleadas. Desarrollas man¨ªa persecutoria, piensas que todo el mundo por la calle te mira. Te r¨ªes nerviosamente por cualquier cosa, ironizas sobre lo que oyes y lees, gastas bromas macabras, lloras... Cuando hablas con un conocido, alguien de no demasiada confianza, le miras fijamente a los ojos... ?lo sabr¨¢? ?Me preguntar¨¢ algo? ?Qu¨¦ le contesto? ?Qu¨¦ pensar¨¢ de mi familia ahora? ?Se lo habr¨¢ cre¨ªdo?
Y luego est¨¢ el miedo. No lo ten¨ªamos hasta que sali¨® lo del CNI. Si hay alguien que se lo haya cre¨ªdo y se considera agraviado, ?no querr¨¢ actuar por su cuenta? Porque a mi padre aqu¨ª todos los ¨¢rabes le conocen de sobra y han dado la cara por ¨¦l, que si no ahora mismo nos habr¨ªamos trasladado a las Bermudas. Y si hubiera sido un agente de verdad, ?con tanta facilidad se pone en peligro su vida y la de su familia? ?No deber¨ªa alguien pagar penalmente tama?a irresponsabilidad? Quieren ahora que el CNI lo confirme o desmienta, ?por qu¨¦ no estudiar toda la lista de agentes espa?oles con presuntas incompatibilidades? Ya puestos...
Siempre he estado orgullosa de mi padre, como todos en la familia. La palabra que mejor le define es inquietud. Inquietud por participar activamente en el momento que le ha tocado vivir, por no conformarse con una existencia anodina, por convertir un origen humilde en un futuro del que est¨¦ satisfecho. Pienso en cuando mis amigos, desde peque?a, me preguntan que a qu¨¦ se dedica mi padre. Yo siempre resoplo, y les enumero despacio, para que lo entiendan: obrero de la naval, sindicalista, empresario, militante del PSOE (a veces con participaci¨®n m¨¢s activa que otras), presidente de una ONG de solidaridad con Palestina... y cualquier cosa m¨¢s que en ese momento llevara entre manos.
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