El pacto
A los caballos, como personas humanas que son, les gustar¨ªa ser montados por almas sensibles y no por individuos llenos de correajes con una espada en alto. Es injusto (para los caballos) que no haya estatuas ecuestres de m¨²sicos, de poetas, de fil¨®sofos... ?A qui¨¦n le apetece aparecer siempre con un indeseable cargado a las espaldas? Imaginen la humillaci¨®n que tiene que haber supuesto, para la familia del cuadr¨²pedo utilizado como modelo en la estatua de Franco, todos estos a?os de exposici¨®n p¨²blica frente a los Nuevos Ministerios. Si fu¨¦ramos un poco justos, buscar¨ªamos el modo de desagraviar a esa especie animal en cuyos ojos est¨¢ escrita toda la historia del espanto, pues no se han perdido una batalla, una conquista, una corrida de toros. He ah¨ª el precio de la nobleza.
Suponemos que Pinochet tendr¨¢ varias estatuas ecuestres en Chile, unas por dictador y otras por general. Esperamos que no le levanten una m¨¢s por ladr¨®n, ya que mientras sus subordinados se dedicaban a arrancar heroicamente las u?as a los detenidos, el valeroso militar vaciaba las arcas del Estado en beneficio propio. Ya se le han descubierto 125 cuentas secretas, con millones de d¨®lares, en EE UU. Lev¨¢ntenle una estatua si quieren, pero no impliquen, por favor, a los caballos en esta fuga de capitales. Coloquen ahora al dictador a lomos de una chinche o de un piojo, animales par¨¢sitos a los que es m¨¢s af¨ªn y que no nos dan ninguna l¨¢stima, pues han sido compa?eros de viaje inc¨®modos y muy poco solidarios con las clases sociales m¨¢s desfavorecidas. Est¨¢ por ver que una chinche anide en las s¨¢banas de seda de un banquero.
A quien le sent¨® fatal la retirada de la estatua de Franco fue a Rajoy. Dijo que se hab¨ªa roto el pacto de la transici¨®n, que inclu¨ªa, adem¨¢s del indulto a los monumentos ecuestres del Caudillo, el perd¨®n a los colaboradores de su banda armada. Pero eso no es cierto, se?or Rajoy. Si entonces no se juzg¨® a nadie, fue porque hicimos esa transici¨®n con una pistola en la sien. ?Por qu¨¦ ahora, una vez desaparecido aquel ej¨¦rcito golpista, no sanear el paisaje? Si a usted le molesta, es porque est¨¢ donde est¨¢, lo que tampoco es raro teniendo de presidente de honor a uno de los cabecillas de la banda.
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