Cristina Rota trae a Espa?a a Agust¨ªn Alezzo y recupera para el teatro a Luis Tosar
'El zoo de cristal', de Tennessee Williams, se estrenar¨¢ el pr¨®ximo 9 de abril en Madrid
Teatro de alta cultura. Sin concesiones. No s¨®lo porque El zoo de cristal, de Tennessee Williams, sea una de las obras m¨¢s s¨®lidas y profundas del siglo XX. Sino tambi¨¦n porque la ponen en pie el director Agust¨ªn Alezzo, uno de los grandes de la escena argentina, con los actores Cristina Rota, a la que su labor pedag¨®gica la ha apartado como actriz m¨¢s de 20 a?os; su hija Mar¨ªa Botto, s¨®lido valor de la interpretaci¨®n espa?ola; Luis Tosar, actor fetiche del nuevo cine espa?ol, y Juan Carlos Vellido, claro representante del actual eclecticismo actoral.
El proyecto, que fue una iniciativa de Mar¨ªa Botto y su madre, la actriz y maestra de actores Cristina Rota, permitir¨¢ conocer en Espa?a a Agust¨ªn Alezzo, uno de los directores m¨¢s solventes y prestigiosos de la escena argentina y recupera a Luis Tosar para los escenarios de los que lleva apartado cuatro a?os. Adem¨¢s descubre a Juan Carlos Vellido, actor que, como tantos otros hoy en Espa?a, compagina continuamente cine, teatro y televisi¨®n.
Parece claro que Tennessee Williams, fallecido en 1983, pasar¨¢ a la historia del teatro universal como lo hicieron en su d¨ªa Ch¨¦jov, Bertolt Brecht o William Shakespeare. "Es un autor que ha tocado temas trascendentes y El zoo de cristal se ha convertido en un cl¨¢sico, nos habla de nosotros, de la necesidad del ser humano de sobrevivir permanentemente", comenta Alezzo. Tambi¨¦n comparte esa opini¨®n Cristina Rota para la que Williams, adem¨¢s de revelar conflictos humanos, es un escritor fundamentalmente social y sexual. La actriz subraya que el autor recrea un ambiente donde todo vestigio de vida amable ha desaparecido por completo: "Eso es lo relevante en ¨¦l y hoy estamos en la misma lucha".
Tosar recuerda tambi¨¦n que el autor sit¨²a la acci¨®n en un periodo de preguerra: "Un tiempo en el que ¨¦l mismo dice que el mundo est¨¢ iluminado por un rel¨¢mpago, algo que pasa tambi¨¦n en la actualidad". Para Rota tiene que ver con el hecho de que hoy nuestros conflictos personales no se disuelven: "Se tapan y devienen casi siempre en los enormes conflictos sociales en los que estamos inmersos".
Botto y Tosar interpretan dos personajes marcadamente autobiogr¨¢ficos. Tosar es un trasunto del propio Williams. Mar¨ªa, con su personaje de Laura, es la voz de Rose, la hermana del autor que ten¨ªa una deficiencia mental y la persona a la que m¨¢s quiso Williams. "No he tenido necesidad de conocer la vida de Williams porque Tom es un personaje perfectamente definido", aclara Tosar. Su compa?era, aunque asiente, se est¨¢ leyendo las memorias del autor.
Pero hay otro personaje que tiene pinceladas autobiogr¨¢ficas. El de Cristina Rota que toma rasgos poco edificantes de la madre del autor. De hecho, Wiliams estaba aterrado la noche del estreno de El zoo de cristal (1944) porque su madre se encontraba en el patio de butacas y tem¨ªa su reacci¨®n cuando se viera all¨ª retratada. Finalmente ella no se dio por aludida, no encontr¨® en aquella castradora madre nada que tuviera que ver con ella.
Cristina Rota, que llevaba m¨¢s de dos d¨¦cadas sin abordar un papel -los ¨²ltimos fueron bajo las ¨®rdenes de Llu¨ªs Pasqual y Jos¨¦ Luis G¨®mez-, reconoce que esta obra le est¨¢ removiendo las entra?as: "Me he encontrado con un personaje que me hace viajar por terrenos sinuosos y desconocidos para m¨ª".
Hay una marcada caracter¨ªstica com¨²n entre los cuatro actores y el director. Todos ellos han demostrado reiteradamente estar muy comprometidos con el tiempo que les ha tocado vivir y han alzado la voz cada vez que lo han considerado necesario, convirti¨¦ndose en personas inc¨®modas para un poder hacia el que son cr¨ªticos. Todos, tambi¨¦n, est¨¢n convencidos de que ese aspecto se traduce en su trabajo. "Eso siempre se reconoce en un escenario, el director acent¨²a determinadas cosas y el actor manifiesta gestos especiales", dice Alezzo.
"Esas cosas se notan en un escenario; un actor comprometido con su trabajo es muy diferente a uno que no lo est¨¢", recalca Tosar, "normalmente la gente que est¨¢ comprometida en su vida social, transmite ese compromiso en su quehacer profesional; adem¨¢s hay pocos trabajos que coincidan tanto con la vida como ¨¦ste".
Cristina Rota mantiene incluso que los actores comprometidos llegan al final de sus vidas creciendo como actores. Cita casos concretos como Fern¨¢n-G¨®mez o Pepe Isbert. "Cuando el actor est¨¢ comprometido con la funci¨®n social del arte, con la vida, trata de significar aquello que representa elevar el esp¨ªritu humano", comenta Rota.
Para Vellido, la falta de compromiso con lo que a uno le rodea hace que, encima de un escenario, "se te vean todas las carencias". Mientras su compa?era Mar¨ªa se?ala que el punto de vista que uno tenga en su vida va a ser "el que intentes transmitir sobre las tablas".
El zoo... narra una historia tr¨¢gica, pero desde el humor y la iron¨ªa, aspectos a los que este montaje no ha renunciado. "No podemos olvidarnos que ¨¦sta es una comedia, est¨¢ llena de ese humor de Williams tan punzante, tan terriblemente l¨²cido", dice Alezzo que ha seguido las indicaciones del autor para esta puesta en escena: "No es realista, no hay puertas, no hay paredes, todo es simb¨®lico".
Ca¨ªdo del cielo
Luis Tosar reconoce que se ha puesto un par¨¦ntesis muy grande entre sus ¨²ltimos trabajos de teatro y El zoo de cristal. Su vuelta ha sido algo imprevisto, pero tambi¨¦n deseado desde hace tiempo: "De hecho ha sido buscado, aunque no sab¨ªa que se concretar¨ªa en este proyecto, eso es lo ¨²nico casual, ha venido ca¨ªdo del cielo", dice el actor.
Despu¨¦s de toda la vor¨¢gine de pel¨ªculas -20 en siete a?os- y premios, se par¨® a reflexionar: "El a?o pasado estuve d¨¢ndole vueltas a la cabeza para hacer algo de teatro, no sab¨ªa c¨®mo ni d¨®nde, si solo o con m¨¢s gente...". En medio de esas cavilaciones le llam¨® Cristina Rota. "Fue como una aparici¨®n, de las cosas m¨¢s claras que he tenido en mi vida hasta ahora, hacer Tom era casi una necesidad vital".
No obstante, nunca ha perdido su contacto con el teatro. Su espect¨¢culo de cabar¨¦ Magical Brothers siempre est¨¢ en activo. "Todos los a?os hago unas cuantas funciones, es un espect¨¢culo de peque?o formato, casi de bar, casi canalla, con el que se entra en contacto con el p¨²blico, aunque El zoo... es muy distinto y a veces me lleno de dudas e inseguridades".
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