"Madrid debe convivir con el pluralismo religioso"
La religi¨®n cat¨®lica pierde peso poco a poco entre los madrile?os. En las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, el n¨²mero de personas que han dejado de ir regularmente a misa ha descendido a ritmo de un 1% anual, seg¨²n los datos que maneja el soci¨®logo y fil¨®sofo Jos¨¦ Mar¨ªa Mardones, especialista en temas religiosos y pol¨ªticos. Esta p¨¦rdida de valores y de espiritualidad se ha acentuado sobre todo en la capital, donde casi un 30% de los habitantes asegura ya que no profesa ninguna religi¨®n. A ello se ha unido la irrupci¨®n de nuevas creencias pseudocient¨ªficas que atraen a millares de personas. "Madrid debe empezar a convivir con el pluralismo religioso. Estamos asistiendo a una p¨¦rdida del monopolio cat¨®lico", asegura Mardones.
"S¨®lo un 12% de los universitarios madrile?os aseguran que son cat¨®licos"
"No deber¨ªa extra?arnos que las iglesias se conviertan en mezquitas en a?os"
Los grandes almacenes y los hipermercados se han convertido en "los santuarios actuales"
Este especialista mantiene que el descenso de religiosidad es mayor entre los j¨®venes: "S¨®lo el 12% de los universitarios madrile?os asegura que es cat¨®lico y que va regularmente a misa". Es un fen¨®meno que se ir¨¢ acrecentando en los pr¨®ximos a?os, ya que los j¨®venes han encontrado otras v¨ªas y otras diversiones que sustituyen a la religi¨®n, en especial en una gran ciudad como Madrid.
Un aspecto que est¨¢ ganando muchos adeptos es el de los nuevos buscadores. Se trata de personas que, insatisfechos con el catolicismo, apuestan por el esoterismo, el tarot o los art¨ªculos cuasi m¨¢gicos. "S¨®lo hay que ver c¨®mo ha aumentado la asistencia a ferias de ciencias ocultas, donde hay un gran despliegue de elementos religiosos, menos de los cat¨®licos. As¨ª, pueden verse objetos del tantrismo, pir¨¢mides de concentraci¨®n de energ¨ªa y piedras de cuarzo, pero nada de santos o similares", afirma el soci¨®logo y fil¨®sofo. "El otro d¨ªa me dijeron que hab¨ªa m¨¢s de 100 lugares o puntos de espiritualidad o santer¨ªa en Madrid que est¨¢ al margen de la religiosidad oficial. La gente con una presunta formaci¨®n se refugia en estos medios que rozan lo cient¨ªfico", a?ade.
Un hecho destacable es que muchos madrile?os se consideran cat¨®licos, pero luego no acuden a misa y eso que para ser considerado pr¨¢cticante los estudios requieren que acudan a su parroquia dos veces al mes. "Es una contradicci¨®n palpable que demuestra el doble sentimiento encontrado", afirma Mardones.
-?Y a qu¨¦ se ha debido este descenso del catolicismo?
-Sobre todo, a la rapidez con que Espa?a ha tenido que asumir cambios que en otros pa¨ªses han tardado hasta 60 o 65 a?os. Aqu¨ª lo hemos hecho en menos de dos o tres d¨¦cadas, lo que se ha dejado sentir en todos los aspectos, como la industrializaci¨®n o el turismo.
Otros de los factores que han facilitado ese cambio de h¨¢bitos religiosos han sido los nuevos roles de la mujer y la desestructuraci¨®n de la familia. "Ya no son las madres las catequistas de la familia, como ocurr¨ªa antes. Ya han sufrido crisis religiosas, como ha ocurrido en estas nuevas generaciones ya desde mayo del 68. Ese papel no siempre lo hacen las abuelas y con una disminuci¨®n palpable", explica Mardones. A ello se une su incorporaci¨®n al mundo del trabajo y la p¨¦rdida de los roles hasta entonces tradicionales.
Y es que la familia ha cambiado de arriba abajo. Se ha convertido "en un hotel c¨®modo" para los hijos que aguantan con sus padres hasta los 30 o m¨¢s a?os: "Es un lugar acogedor, donde se recibe cari?o y se vive con cierta tolerancia, sin agobios".
Ese cambio no ha supuesto que los hitos fundamentales de la religi¨®n se dejen de celebrar, sino que cada vez hay m¨¢s adeptos. Mardones pone como ejemplo las Navidades, la Semana Santa o los nacimientos o fallecimientos. Hay "una parte de persistencia del elemento popular" que es muy com¨²n en determinadas regiones espa?olas, como el sur de la Pen¨ªnsula o ambas Castillas. "Hay que tener en cuenta que no existe alternativa secular para algunas de estas celebraciones. Por ejemplo, no hay costumbre de un funeral que no sea religioso", expone el soci¨®logo.
Esta falta de referencias cat¨®licas ha tenido r¨¢pidos y exitosos sustitutos, en opini¨®n del fil¨®sofo Mardones. Para ello da dos ejemplos bien visibles: el f¨²tbol y el consumismo. El deporte de masas por excelencia tiene un ritual que en parte se parece a las procesiones religiosas: los aficionados van ataviados con la misma indumentaria (camisetas, bufandas, gorras...), entonan los mismos c¨¢nticos y celebran las victorias de sus equipos como si fueran suyas propias.
El sustituto m¨¢s visible es el consumismo desbocado. Los grandes almacenes y los hipermercados se han convertido en "los santuarios actuales, donde las familias pasan cuatro o cinco horas todos los fines de semana". No se trata tanto de las compras en s¨ª. En estos centros, a los que acuden miles de personas, se re¨²nen las aspiraciones de los compradores que siempre quieren poseer m¨¢s por el mero hecho de tener, dejando a un lado las necesidades reales.
"Es una pura verborrea sin contenido. Se va de compras porque uno se lo pasa bien y se adquieren cosas que luego no se van a poner nunca por el mero hecho de gastar, de acumular cosas, por la misma satisfacci¨®n del consumo. Y los que no tienen dinero tambi¨¦n se fascinan por lo que les gustar¨ªa poder comprar", comenta el soci¨®logo. "Todo el mundo tiene su cuota determinada de consumo, y siempre sale con aquello que no pensaba comprar", a?ade.
Uno de sus m¨¢ximos exponentes de este consumismo desatado son los j¨®venes y su desmesurada pasi¨®n por las marcas. No sirven las ropas o las zapatillas por el mero hecho del dise?o, sino que tienen que llevar un logotipo o un s¨ªmbolo determinado que demuestra lo que ha costado.
La inmigraci¨®n tambi¨¦n ha supuesto un revulsivo al fen¨®meno religioso. Los latinoamericanos han revivido el fen¨®meno cat¨®lico, pero esta llegada de extranjeros tambi¨¦n ha motivado que otras religiones, como el islam, ganen fuerza. "Estamos asistiendo a un pluralismo evidente en Madrid que se est¨¢ traduciendo en que haya m¨¢s grupos en mezquitas o en garajes o locales no tan dignos. Es un fen¨®meno visible que hay m¨¢s religiones que la que era predominante hasta ahora", asegura Mardones. Precisamente es a partir de aqu¨ª donde la regi¨®n tiene que mostrar su tolerancia y aceptar el pluralismo religioso que se le va a imponer d¨ªa a d¨ªa.
Un fen¨®meno nuevo es la llegada de predicadores y de sectas evang¨¦licas, que hasta ahora s¨®lo eran conocidas a trav¨¦s de la televisi¨®n. Los telepredicadores y la entrada de grupos pentecostales est¨¢ ganando adeptos entre los nuevos habitantes de la regi¨®n.
"Un ejemplo claro lo tuvimos el a?o pasado en la plaza de toros La Cubierta, de Legan¨¦s, donde un telepredicador argentino logr¨® llenar el recinto. Es un caso ins¨®lito hasta ahora", comenta Mardones. "La presencia de magos africanos y la llegada de los chamanes que ofrecen sanaciones o curaciones est¨¢n quitando tambi¨¦n seguidores poco a poco a la religi¨®n cat¨®lica. Su presencia est¨¢ siendo mayor cada vez. Basta coger el metro para ver la cantidad de anuncios de estos curanderos africanos", resume el investigador del CSIC.
Mardones hace una lectura de los radicalismos isl¨¢micos. El fil¨®sofo recuerda que los autores intelectuales de los atentados del 11-S y del 11-M se formaron en Europa y que causaron las masacres "en una reacci¨®n ante la p¨¦rdida de valores de la sociedad occidental, del secularismo imperante y del comportamiento cada vez m¨¢s libre de las personas, en especial de las mujeres". "Fueron unas reacciones desbordadas de rechazo y castigo, en el que la religi¨®n se puso como excusa, como rechazo ante la degradaci¨®n de las costumbres y de la pr¨¢ctica pol¨ªtica imperante en Espa?a", razona Mardones.
-?Y por d¨®nde apunta el futuro religioso y de valores en la sociedad madrile?a?
-A corto plazo no va a haber cambios sustanciales. Todo indica que va a continuar el fen¨®meno del decrecimiento de la pr¨¢ctica religiosa, en especial de la cat¨®lica, y de una b¨²squeda de la religiosidad fuera de las ya establecidas.
"No deber¨ªa resultarnos extra?o que algunas iglesias pasen a ser mezquitas en unos a?os. A eso se va a unir que la Iglesia cat¨®lica se quedar¨¢ en pocos lustros sin curas, ya que cada vez hay menos postulantes", concluye Mardones, un especialista en la materia.
JOS? MAR?A MARDONES
Es investigador del Instituto de Filosof¨ªa del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), especilizado en el estudio de la pol¨ªtica y la religi¨®n. Es doctor en Sociolog¨ªa y Filosof¨ªa. Nacido en Bilbao hace 60 a?os, lleva viviendo en Madrid unos 20 a?os. Es integrante del Grupo Fe y Justicia, un grupo religioso cat¨®lico
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