Continuidad fraudulenta

El Tribunal Supremo acord¨® ayer por unanimidad anular la agrupaci¨®n de electores Aukera Guztiak (literalmente, Todas las Opciones) por considerar que se trata de una candidatura que de hecho viene a "continuar o suceder la actividad de un partido pol¨ªtico declarado judicialmente ilegal", seg¨²n la formulaci¨®n incluida en la Ley Electoral en aplicaci¨®n de las previsiones de la Ley de Partidos. Lo que se juzgaba no es, por tanto, la relaci¨®n de Aukera Guztiak con ETA, sino la de esa agrupaci¨®n electoral con Batasuna, ilegalizada por su vinculaci¨®n con ETA. El Supremo concluye que Aukera Guztiak ha nacido por impulso de Batasuna y con el fin de esquivar los efectos de su ilegalizaci¨®n.

Que esa agrupaci¨®n naci¨® a causa de la prohibici¨®n de Batasuna lo reconocen sus propios promotores, pero ello no implica forzosamente que sea una iniciativa del partido de Otegi. Podr¨ªa no serlo, en teor¨ªa. Pero tanto, la fiscalia, como la Abogac¨ªa del Estado, han presentado indicios que en conjunto demostrar¨ªan que s¨ª lo es. El principal es la conversaci¨®n, grabada con autorizaci¨®n judicial, entre una dirigente de Batasuna y un preso de ETA en la c¨¢rcel de Huelva, en octubre pasado, en la que la primera describe la estratagema prevista para burlar la prohibici¨®n. Aukera Guztiak encaja milim¨¦tricamente en el dise?o previsto: presentar una lista con dirigentes conocidos para que sea prohibida, y en el ¨²ltimo momento, otra sin nombres comprometedores. La idea era hacer ver que si Batasuna ya hab¨ªa sido prohibida no podr¨ªa prohibirse a la vez otra lista acusada de ser Batasuna.

La conversaci¨®n grabada anula por s¨ª misma el argumento. Pero adem¨¢s, el Supremo ha tenido ocasi¨®n de valorar otros indicios, que si bien aisladamente podr¨ªan no ser suficientes, en su conjunto refuerzan la evidencia de que ni siquiera se trata, como pudo haber ocurrido, de una iniciativa espont¨¢nea utilizada a posteriori interesadamente por el entramado de Batasuna, sino de una iniciativa de Batasuna siguiendo un plan destinado a defraudar la ley. Entre tales indicios complementarios es especialmente revelador el tono de la conversaci¨®n grabada entre el dirigente de ese entramado Rafael D¨ªez Usabiaga y uno de los promotores de la agrupaci¨®n electoral, y la reuni¨®n de dirigentes de Batasuna con quienes se dispon¨ªan a presentar, el mismo d¨ªa, en otro lugar, la candidatura. A la luz de ese conjunto de indicios, adquiere significaci¨®n el dato de que m¨¢s de 6.000 de los 32.000 avalistas (el 19%) de la agrupaci¨®n electoral tengan relaci¨®n constatada con el complejo Batasuna.

La resoluci¨®n del Supremo ser¨¢ probablemente recurrida en amparo ante el Constitucional, como ya hicieron sus promotores con la lista para las europeas de 2004. En la sentencia que desestim¨® ese recurso se inclu¨ªa una reflexi¨®n sobre la fuerte "densidad significativa" que tendr¨ªa una "declaraci¨®n inequ¨ªvoca de distanciamiento, rechazo y condena" de ETA; pero tambi¨¦n se concede la misma importancia a la negativa a hacerlo cuando lo que est¨¢ en cuesti¨®n es precisamente la "sospecha fundada de connivencia con el terror". Los portavoces de Aukera Guztiak han evitado una declaraci¨®n clara al respecto, incluso en las alegaciones presentadas ante el Supremo, en las que hablan, en t¨¦rminos similares a los que suelen emplear los dirigentes de Batasuna, de su "rechazo de cualquier conculcaci¨®n de los derechos humanos". Categor¨ªa abierta a diferentes interpretaciones, pero no equiparable a la simple y llana condena de ETA, y que de hecho ha sido interpretada durante a?os por el brazo pol¨ªtico como compatible con los atentados del brazo militar.

Esa negativa a distanciarse inequ¨ªvocamente de ETA resulta muy reveladora cuando acaban de ser detenidos, a ambos lados de la frontera, varios activistas dispuestos para actuar, es decir, para intentar condicionar con sus atentados la campa?a electoral vasca a punto de iniciarse. La prohibici¨®n de candidaturas es una limitaci¨®n al pluralismo, pero mucho m¨¢s lo ser¨ªa la presencia electoral de un partido que considera al asesinato de los candidatos de los dem¨¢s partidos un efecto inevitable del "conflicto", o la presencia de una agrupaci¨®n que pretenda dar continuidad fraudulentamente a ese partido en el terreno electoral.