?lbum de familia
Cristina y Marta se conocieron en el instituto. Llevan 13 a?os de pareja y son madres de un ni?o y una ni?a
Se conocieron con menos de 15 a?os, en el instituto. Con veintipocos a?os empezaron a salir y se fueron a vivir juntas. En la treintena, Marta y Cristina, como tantas parejas, se plantearon las cuesti¨®n de tener hijos. "Estuvimos d¨¢ndole vueltas, meditando y sopesando los pros y los contras: la cuesti¨®n econ¨®mica, el tiempo. Sabes que cuando das un paso as¨ª, el eje de tu vida por entero pasa a ser tu familia y no t¨²", explic¨® ayer Cristina. Se decidieron, y tras un periplo de visitas de ginec¨®logos y m¨¦dicos, se hizo una inseminaci¨®n artificial. "En este sentido, a las parejas heterosexuales les sale m¨¢s barato y es mucho m¨¢s f¨¢cil y r¨¢pido", sonr¨ªe Cristina.
Ahora tienen un ni?o y una ni?a de tres a?os y medio y una vida "de b¨®lido". Ayer por la tarde los recogieron del colegio para ir a nataci¨®n y a la vuelta, en casa tocaba deberes, ba?o, la cena y hora de dormir. "Es verdad que los hijos son una inversi¨®n de tiempo, de dinero y de jaleos, pero tambi¨¦n de ilusi¨®n y felicidad", explica Cristina, para quien la discusi¨®n sobre la necesidad de la figura paterna, o la materna en caso de pareja masculina, no es necesaria para criar a los hijos. "Lo importante es el amor que se les da, y esto no depende del sexo que tengas", afirma. No oculta que al principio preguntaba a Anna, la maestra de la guarder¨ªa, c¨®mo ve¨ªa a sus hijos. "Son ni?os que se les nota felices", le respond¨ªa la profesora. Y asunto zanjado.
"Tenemos una casa con jard¨ªn, un monovolumen, un perro... Demasiado estereotipo", r¨ªe Cristina
Cristina trabaja de educadora social y Marta es contable. No se quejan. "La verdad es que a nosotras nos va muy bien, no hemos tenido problemas con nuestra relaci¨®n: la familia la ha aceptado y en nuestros trabajos tambi¨¦n", prosigue. Adem¨¢s, tienen un buen nivel de vida. "Tenemos piso en Barcelona, una casa con jard¨ªn fuera de la ciudad, un monovolumen, un perro... Demasiado estereotipo, ?no?", r¨ªe Cristina.
Luego habla m¨¢s en serio y subraya que el d¨ªa de ayer fue una jornada muy especial: "Porque queremos ver reconocidos nuestros derechos como cualquier persona, al margen de que los ejerzamos o no". Cristina insiste en dejar constancia de su agradecimiento al presidente del Parlament, Ernest Benach, por dejar que quienes estaban en la tribuna de invitados del hemiciclo se levantaran para aplaudir cuando ayer se aprob¨® la nueva legislaci¨®n. "Es todo un detalle", subraya.
Cuenta Cristina que dos veces a la semana las abuelas -los abuelos murieron- van a buscar a los ni?os a la escuela y, como todos los mayores, "los miman y disfrutan". Ahora, con esta normativa, la madre de Marta est¨¢ orgullosa porque los ni?os van a llevar el apellido de su marido. "Mi suegra est¨¢ content¨ªsima por eso. Me acuerdo de que cuando fuimos a registrar a los beb¨¦s en el libro de familia, el funcionario me dijo que me inventara el nombre del padre porque el hueco en el DNI hace muy feo".
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