"Abusos" y limitaciones
El ¨²ltimo libro traducido al castellano de este prol¨ªfico y desenfadado profesor estadounidense se abre con la reproducci¨®n fotogr¨¢fica del cuadro Ornament I (1948), de Barnett Newman, a cuyo pie se puede leer el comentario de que se trata de la proposici¨®n de "una est¨¦tica de la sublimidad frente a una est¨¦tica de la belleza", seguido, pocas l¨ªneas m¨¢s abajo, del contundente comentario siguiente: "Libres del peso de la cultura europea, algunos americanos fueron entonces capaces de expresar su relaci¨®n con el Absoluto sin perderse en la b¨²squeda de la belleza, el fetichismo de la calidad perfecta". No parece afectarle al autor que el primer tratado sobre lo sublime fuera publicado por un autor helen¨ªstico desconocido, que hoy se cree activo el siglo I despu¨¦s de Cristo, ni que fuera impreso en 1554, ni, a¨²n menos, que se convirtiera en el t¨®pico m¨¢s debatido en la est¨¦tica del siglo XVIII, casi siempre contraponi¨¦ndolo a la belleza, que se consideraba inferior. Tampoco le impresiona a Danto que, durante este siglo, se emprendiera, en la teor¨ªa y en la pr¨¢ctica, una aut¨¦ntica "guerra de liberaci¨®n" contra la Belleza, sobre cuya destrucci¨®n normativa se erige, desde su origen, todo el revolucionario arte de nuestra ¨¦poca, que inici¨® su periplo hacia la segunda mitad del XVIII y contin¨²a hoy, porque para ¨¦l s¨®lo existe lo que conoce, que es muy poco que no sea el arte a partir de Warhol y casi nada acerca de lo much¨ªsimo que se ha escrito sobre teor¨ªa del arte, filosof¨ªa de la belleza y est¨¦tica. En realidad, para el tema central del libro que comentamos, el de la Belleza, afirma que le empez¨® a preocupar, en 1993, con motivo de una conferencia pronunciada en la Universidad de Austin, lo cual le llev¨® a investigar "la formidable obra de Hegel sobre est¨¦tica".
EL ABUSO DE LA BELLEZA. LA EST?TICA Y EL CONCEPTO DE ARTE
Arthur C. Danto
Traducci¨®n de Carles Roche Paid¨®s. Barcelona, 2005
234 p¨¢ginas, 22 ilustraciones 17 euros
Aunque todos los libros de Danto sobre arte giran sobre la misma experiencia personal de su at¨®nita contemplaci¨®n de la exposici¨®n de Warhol, de 1964, dedicada a las Brillo Box, lo que le hizo caer de su paulina cabalgadura en pos de la persecuci¨®n positivo-l¨®gica de metaf¨ªsicos refugiados en la m¨ªtica Damasco del oscuro pasado hist¨®rico, en cada nueva publicaci¨®n ampl¨ªa su ¨¢rea de informaci¨®n y ahora, por ejemplo, ya no considera al artista pop el nuevo Mes¨ªas, sino a Duchamp y los dada¨ªstas, que forman la legi¨®n salvadora de lo que ¨¦l llama la "Vanguardia Intratable". Pues bien, si hablamos de la recusaci¨®n de la Belleza, al margen de que el tratado de E. Burke sobre lo Sublime se public¨® en 1756, s¨®lo diez a?os despu¨¦s que ¨¦ste lo hizo el Laocoonte, de Lessing, al comienzo de cuyo cap¨ªtulo III se puede leer lo siguiente: "En los ¨²ltimos tiempos, el arte ha adquirido dominios incomparablemente m¨¢s vastos. El campo donde se ejerce su imitaci¨®n se ha extendido a la Naturaleza entera visible y de ¨¦sta lo bello es s¨®lo una peque?a parte (...) En una palabra: la verdad y la expresi¨®n transforman la fealdad natural en belleza art¨ªstica". Mas, en 1793, Schiller, en su ensayo Kall¨ªas defin¨ªa el arte como "libertad m¨¢s t¨¦cnica" y en sus posteriores Cartas sobre la educaci¨®n est¨¦tica del hombre, afirmaba como caracter¨ªstico de estado est¨¦tico y art¨ªstico el "dar la libertad por medio de la libertad"; es decir: que en el arte cab¨ªa todo y a trav¨¦s de cualquier medio. Como quiera que Danto elude hacer ninguna definici¨®n de lo que hist¨®ricamente se entendi¨® como Belleza, que, para los griegos, sus fundadores, era, por as¨ª decirlo, lo ordenado matem¨¢ticamente, todas las aisladas e inconexas referencias que hace al asunto pueden resumirse en que lo bello es lo que sociol¨®gicamente se ha entendido como el "buen gusto" de una ¨¦lite durante, m¨¢s o menos, la belle ¨¦poque, por lo menos, hasta que lleg¨® la Vanguardia Intratable y puso las cosas en su sitio, que no es otro, seg¨²n este simp¨¢tico y esforzado autor, que el arte puede ser cualquier cosa con capacidad "referencial", y que para descifrar estas referencias, est¨¢n ¨¦l y sus colegas del positivismo l¨®gico, auxiliados por otros cient¨ªficos, como los soci¨®logos y los tan pujantes antrop¨®logos culturales.
En la ¨²ltima frase del libro que comentamos, Danto afirma que "la belleza es, para el arte, una opci¨®n y no una condici¨®n necesaria. Pero no es una opci¨®n para la vida. Es una condici¨®n necesaria para la vida que nos gustar¨ªa vivir. Y por eso la belleza, a diferencia de otras cualidades est¨¦ticas, lo sublime incluido, es un valor". ?Y asegura que lo afirma "no sin malicia"! ?Oh, "sancta simplicitas"! Verdaderamente, tras terminar El abuso de la belleza, lo ¨²nico que le queda claro al lector es que biol¨®gicamente el ser humano, sea cual sea el circunstancial estado de su evoluci¨®n, ha de aprenderlo todo, y ?ay!, que ¨¦ste es un arduo objetivo siempre, aunque, cada vez, parece m¨¢s inalcanzable, sobre todo, a partir de 1990, la fecha que Danto considera la de la llegada del arte a la Tierra Prometida.
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