El Villarreal envuelve al Athletic

Est¨¢s atrapado. El Villarreal te envuelve en su f¨²tbol meloso y es dif¨ªcil escapar de ¨¦l. Se lo advirti¨® Valverde a sus jugadores durante la semana. En vano. El Athletic, otra vez muy vulnerable en defensa, se march¨® derrotado de El Madrigal casi sin enterarse. Sin que el Villarreal hubiera de emplearse a fondo. Le bast¨® al cuadro de Pellegrini dar lustre a su ataque tan bien engrasado. A trav¨¦s sobre todo de Jos¨¦ Mari, que se ha subido al carro de la delantera m¨¢s potente de la Liga. El sevillano est¨¢ a la altura de la competencia. De Forl¨¢n, Figueroa y Guayre. No se le exigen goles a Jos¨¦ Mari, sino desmarques, velocidad y desgaste. Pero ayer marc¨® tantos goles como los que llevaba hasta ahora en el campeonato: dos. En el primero cruz¨® con el interior del pie derecho ante Aranzubia. Con clase. En el segundo le gan¨® la posici¨®n a Lacruz y cabece¨® en el primer palo un centro del c¨®rner de Riquelme. Un cabezazo impecable que record¨® algunos de los que logr¨® en su ¨¦poca en el Milan, que tampoco fueron muchos. Riquelme, por su lado, dibuj¨® as¨ª su 15? asistencia en lo que va de Liga. Un cifra escandalosa de Rom¨¢n, que puede cambiar de pareja -ayer no fue Forl¨¢n sino Jos¨¦ Mari-, pero siempre se presenta en la sala de baile: su golpeo enroscado en las jugadas a bal¨®n parado es una invitaci¨®n inexcusable para el gol. El Madrigal despidi¨® al final al as argentino con una emocionante ovaci¨®n.

El Villarreal aprovech¨® para hurgar por su extremo derecho la inexperiencia del joven Casas, que hab¨ªa ocupado el lateral izquierdo. Rectific¨® Valverde en el descanso con la entrada de Del Horno, tocado tras el choque de Belgrado con la selecci¨®n. Entr¨® tambi¨¦n Urzaiz sin sustituir ni a Etxeberria ni a Ezquerro, que hab¨ªan funcionado en la primera parte. S e fabricaron un buen gol: un centro de zurda de Etxeberria y un toque de primeras de Ezquerro. Quien no estuvo para nadie fue Yeste, sin ritmo tras algunas semanas de ausencia. Apagado en la primera parte y en la segunda, acab¨® siendo relevado (Jonan Garc¨ªa) y el Athletic pag¨® la inactividad de su mayor talento.

Tras el descanso, el cuadro de Pellegrini sigui¨® imponi¨¦ndose claramente a la defensa bilba¨ªna en las jugadas a bal¨®n parado. Y ni siquiera necesit¨® cent¨ªmetros para ello: el peque?o Sor¨ªn se bast¨® para rematar solo un par de veces a escasos metros de Aranzubia. Con todo el tiempo del mundo.

Para entonces, el Villarreal ya hab¨ªa decidido ceder terreno a su rival para rematarlo a la contra. Como sucedi¨®. Magistralmente interpretado por su medio centro, quiz¨¢s el m¨¢s en forma de la Liga en su puesto, el brasile?o Senna. Es lo m¨¢s parecido al Mauro Silva de hace unos a?os. Senna rob¨® un bal¨®n en su campo y lo condujo con tal potencia y seguridad que dio siempre la sensaci¨®n de que iba a hacer algo importante. Lo hizo. Un pase suave, aparentemente sencillo, en profundidad. Al que acudi¨® Forl¨¢n para concederle todos los honores. El uruguayo marc¨® su 18? tanto del curso con la firma de la casa: un disparo seco y pegado al palo.

El Athletic se sinti¨® definitivamente atrapado en las redes amarillas. Dispuso un rato del bal¨®n y del campo, pero sin la profundidad que sugiri¨® al final del primer periodo. Termin¨® desdibujado y eso lo sinti¨® el Villarreal, que jug¨® el ¨²ltimo cuarto con una superioridad muy notoria. Riquelme se frot¨® las manos. Primero permiti¨¦ndose un taconazo hacia Arruabarrena que deleit¨® a la grada; y despu¨¦s sirviendo un caramelo a Senna que ¨¦ste envi¨® a las nubes. El Madrigal vivi¨® otra fiesta y su equipo sum¨® su octava victoria consecutiva en su estadio. Al tiempo que reafirm¨® que su candidatura a la Champions es muy seria.