Ni tan sabios, ni tan necios
El informe elaborado por el Consejo de Reforma de los Medios P¨²blicos ha sido objeto, incluso antes de su entrega al Gobierno, de una feroz campa?a de ataques por parte de algunos medios de comunicaci¨®n, de sus editoriales, tertulianos y columnistas. Inermes ante un calificativo de "sabios" que nunca avalamos y que soportamos con resignaci¨®n, esper¨¢bamos al menos una cr¨ªtica razonada, tanto m¨¢s leg¨ªtima en un asunto de gran repercusi¨®n p¨²blica. Sin embargo, en muchos casos nos hemos enfrentado a una estrategia de descalificaciones absolutas, no ya al informe en s¨ª, sino tambi¨¦n, y para mejor destruirlo, al prestigio y hasta al sentido com¨²n de los miembros del consejo, pese al incontestable historial de muchos de sus miembros.
Todo ello, como viejo periodista y profesor sobre los medios audiovisuales, no me deprime lo m¨¢s m¨ªnimo, ni me preocupar¨ªa de no ser por la curiosa alianza de fuerzas organizada. Junto a periodistas y medios de honda raigambre franquista, que no soportan unos medios p¨²blicos definitivamente libres de sus manos, se situaban, en efecto, neoliberales extremistas que no ocultaban su burda idea de que "la mejor radiotelevisi¨®n p¨²blica es la que no existe", y grupos oportunistas que esperaban la subasta de RTVE en su beneficio.
No somos tan sabios, pero tampoco tan necios como nos pintan. Y el informe se defiende por s¨ª solo ante quien se tome la molestia de leerlo. Contiene, as¨ª, en doscientas p¨¢ginas importantes novedades radicales en los campos m¨¢s vitales para la sociedad: define aut¨¦nticos contenidos de servicio p¨²blico, impide el intervencionismo gubernamental garantizando el pluralismo, y dise?a un modelo financiero transparente y sostenible para Espa?a. En definitiva, un verdadero servicio p¨²blico de comunicaci¨®n e informaci¨®n homologable a los de los grandes pa¨ªses de nuestro entorno europeo, acorde con su modelo social y con la calidad de nuestras democracias.
Es curioso, en primer lugar, que la alta conciencia sobre unos contenidos de servicio p¨²blico, evidenciada en decenas de propuestas enviadas por entidades espa?olas, haya sido objeto de escasa atenci¨®n por parte de muchos medios de comunicaci¨®n. Pero una parte sustancial del informe responde a esa preocupaci¨®n, definiendo minuciosamente un conjunto indivisible de contenidos de calidad en todos los g¨¦neros y para todos los ciudadanos, con l¨ªneas concretas de programaci¨®n sobre la informaci¨®n independiente, la cultura, la educaci¨®n y el entretenimiento, pero tambi¨¦n para atender a las necesidades de las minor¨ªas m¨¢s indefensas, como la infancia y la juventud, la tercera edad, los minusv¨¢lidos, los inmigrantes, o para actuar preventivamente frente a los problemas sociales m¨¢s perentorios (sida, alcoholismo, accidentes de tr¨¢fico, maltrato dom¨¦stico...). Y todo ello en una promoci¨®n permanente de los valores constitucionales y c¨ªvicos, de la cohesi¨®n, la participaci¨®n y la diversidad de la sociedad espa?ola.
Los cap¨ªtulos del informe sobre contenidos van mucho m¨¢s all¨¢ e incluyen, por ejemplo, v¨ªas de participaci¨®n activa de la sociedad civil espa?ola, como la aplicaci¨®n sistem¨¢tica del derecho de acceso de los grupos sociales significativos, mandato constitucional nunca cumplido; o un papel motor de dinamizaci¨®n de la industria cinematogr¨¢fica, audiovisual y cultural espa?ola. Especialmente, un cap¨ªtulo completo plantea la necesidad imperiosa de que los medios p¨²blicos act¨²en como locomotora de las redes y los servicios digitales gratuitos para hacer realidad una Sociedad de la Informaci¨®n para todos los ciudadanos, evitando las fracturas y discriminaciones sociales que ya se apuntan en la realidad.
Despu¨¦s de d¨¦cadas de acusaciones cruzadas sobre la manipulaci¨®n gubernamental sistem¨¢tica de los medios p¨²blicos en Espa?a, poca atenci¨®n medi¨¢tica ha recibido tambi¨¦n nuestra propuesta organizativa y gerencial, pensada minuciosamente para impedir el intervencionismo pol¨ªtico y para asegurar la responsabilidad y la eficacia en la gesti¨®n. Por ello, los miembros de los consejos de administraci¨®n, elegidos a su vez por diversas instancias para garantizar su pluralismo, deben tener perfiles profesionales incuestionables y gozar de mandatos irrevocables, pero improrrogables, que refuercen su independencia. El papel del Parlamento es respetado, como representaci¨®n genuina de los ciudadanos, pero los consejeros nombrados por ambas c¨¢maras deben ser propuestos por la mitad de los grupos parlamentarios y elegidos por dos tercios de los votos, lo que har¨¢ imposibles las cuotas partidistas. Finalmente, los directores generales deben ser nombrados por esos consejos, tras una convocatoria p¨²blica, perdiendo as¨ª su actual car¨¢cter pol¨ªtico para ser plenamente responsables de sus resultados.
La estructura societaria de RTVE y de la Agencia Efe que proponemos contiene asimismo importantes novedades. El desproporcionado actual Ente RTVE ser¨ªa sustituido por un holding ligero de coordinaci¨®n estrat¨¦gica del grupo, con dos nuevas sociedades, en el ¨¢rea digital y multimedia y en la comercializaci¨®n de espacios y programas, que potenciar¨ªan, respectivamente, ambos campos. Por su parte, Efe estar¨ªa dotada, por vez primera en su historia, de una estructura p¨²blica legal que garantice su estatuto de servicio p¨²blico y su pluralismo y responsabilidad gerencial.
En el modelo financiero, algunos han alimentado una completa ceremonia de la confusi¨®n. As¨ª, se nos ha acusado de "obligar" al Estado a pagar la deuda acumulada, fruto de 14 a?os de desidia gubernamental, cuando tanto el Gobierno anterior como el actual se hab¨ªan comprometido ya a esta asunci¨®n, por otra parte obligada por la contabilidad europea y autorizada por Bruselas como "ayuda existente" legal. Tambi¨¦n se nos ha imputado un incremento sustancial de las subvenciones estatales, a sabiendas de que ¨¦stas apenas cubr¨ªan oficialmente el 6% del gasto de RTVE, pero eran ampliamente multiplicadas por el endeudamiento avalado, con abultados intereses acumulados a?o tras a?o.
En realidad, proponemos un modelo financiero legitimado por la Uni¨®n Europea, estable y asequible para Espa?a. Con una publicidad limitada para impedir la desvirtuaci¨®n del servicio p¨²blico, pero en donde la aportaci¨®n transparente del presupuesto estatal, estrictamente proporcional al coste neto del servicio p¨²blico, tendr¨ªa un ahorro neto anual muy importante respecto a la actualidad, con la garant¨ªa a?adida de una prohibici¨®n total de endeudamiento financiero. Con una contabilidad anal¨ªtica y el control externo del Consejo Audiovisual y del Parlamento sobre contratos-programa trianuales, la acusaci¨®n de "doble financiaci¨®n" ser¨ªa ya imposible, o quedar¨ªa reducida a un eslogan publicitario "enga?abobos". Adem¨¢s, planteamos l¨ªneas concretas para Planes Estrat¨¦gicos empresariales obligados, con relaciones laborales transparentes, importantes sinergias y ahorros notables que podr¨ªan ser utilizados en el esfuerzo de la transici¨®n digital.
Todo ello no basta para cierta prensa, cuyo sentido de la renovaci¨®n s¨®lo admite el desguace y liquidaci¨®n del servicio p¨²blico. Ni siquiera el papel insustituible de estos medios p¨²blicos para articular y cohesionar la Espa?a de las autonom¨ªas parece tener inter¨¦s para algunos grupos, que evidencian as¨ª su escaso sentido del Estado. Tampoco una proyecci¨®n exterior vital de las lenguas y las culturas espa?olas, y de nuestra diplomacia, que en Francia o en el Reino Unido o en Alemania aglutina tambi¨¦n por igual a la derecha como a la izquierda. En el colmo del populismo, algunos han argumentado que si se hund¨ªan los medios p¨²blicos se podr¨ªa dedicar ese dinero a becas, a seminarios de cultura o a sanidad, mostrando as¨ª la absoluta falta de conciencia sobre un servicio p¨²blico que equivale a miles de becas y seminarios, y a una prevenci¨®n sanitaria que el Estado espa?ol nunca podr¨ªa pagar de forma directa. En el extremo de la demagogia compasiva, personajes impasibles ante las desigualdades sociales han arg¨¹ido que se podr¨ªa ayudar a los pobres, o a los sin techo.
Tomando carrera hacia la deslegitimaci¨®n del informe, algunos sectores han llegado a sostener la validez equiparable de un voto particular que refrenda nuestro pluralismo e independencia. Como si, tras el refer¨¦ndum por la Constituci¨®n europea, se hubiera esgrimido que el no (20%, uno de cada cinco votos) ten¨ªa igual valor que el s¨ª para el Gobierno y el Parlamento; pero un no, nueve folios en este caso, construido a base de calificativos gen¨¦ricos, sin alternativa alguna. Tambi¨¦n se han utilizado sugerencias del "asesor financiero", nombrado por el Ministerio de Hacienda y sin capacidad de voto, que, como el desmantelamiento de los centros regionales, la separaci¨®n y comercializaci¨®n total de TVE-1 y de parte de RNE, o una reducci¨®n dr¨¢stica del empleo previa a todo estudio de necesidades seg¨²n el modelo propuesto, rechazamos tajantemente porque abocaban a la fragmentaci¨®n y la privatizaci¨®n; en definitiva, a un modelo de radiotelevisi¨®n tercermundista que degradar¨ªa nuestra democracia abruptamente sin resolver los problemas planteados. Nunca, sin embargo, pudimos creer que estas propuestas vinieran avaladas por un ministro socialista de bien ganadas credenciales europe¨ªstas, y ni siquiera por una SEPI, gestora actual de RTVE y Efe, cuyo presidente me expres¨® en persona una alta concepci¨®n del servicio p¨²blico de comunicaci¨®n.
Acusados as¨ª, al mismo tiempo, de dejarnos manipular por el Gobierno y de resistirnos a sus propuestas, nos han tachado finalmente de plagio simult¨¢neo de los documentos y prop¨®sitos del PP y del PSOE. Bendita copia en su caso si nos ha permitido cuadrar el c¨ªrculo despu¨¦s de a?os de imposible consenso parlamentario sobre RTVE, tras 28 a?os de laguna legal y democr¨¢tica de Efe. Nada mejor pod¨ªamos desear en el consejo: un aut¨¦ntico pacto de Estado que refuerce a nuestros medios p¨²blicos de comunicaci¨®n como instituciones fundamentales de nuestra sociedad y nuestra democracia, por encima por fin de la lucha pol¨ªtica y partidista.
Enrique Bustamante es catedr¨¢tico de Comunicaci¨®n Audiovisual y Publicidad en la Universidad Complutense. Miembro del Consejo para la Reforma de los Medios P¨²blicos.
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