La fuga de Toska acaba en M¨¢laga
Detenido el delincuente m¨¢s buscado de Noruega, que asalt¨® el Banco Central, rob¨® siete millones de euros y mat¨® a un polic¨ªa
?ste de la foto se llama David Alexander Toska, de 29 a?os, y, hasta el martes, estaba reputado como el delincuente m¨¢s buscado de Noruega. Lo era desde que el 5 de abril del a?o pasado asaltara con un pelot¨®n de ex militares albaneses el Norsk Kontantservice (Nokas) del Banco Central Noruego, del que se llev¨® 58 millones de coronas (siete millones de euros), en una operaci¨®n de extremada violencia en la que asesinaron al mando policial Arne Sigve Klungland, de 53 a?os. Pero a las 13.30 del martes, justo un a?o despu¨¦s del asalto, fue detenido por la Guardia Civil en la explanada de la estaci¨®n de Renfe de M¨¢laga. Toska a¨²n debe responder a una pregunta: ?d¨®nde est¨¢ el bot¨ªn?
Toska era el cerebro de la operaci¨®n, de gran complejidad. El asalto fue como sigue. A las 8.01 del 5 de abril de 2004, entre ocho y 11 hombres armados hasta los dientes, vestidos con monos militares negros, pasamonta?as (los noruegos los llaman capucha finlandesa), cascos y m¨¢scaras antig¨¢s llegaron en tres coches al Nokas de Stavanger, un centro donde se cuenta el dinero, se enfaja y se reparte a los distintos bancos noruegos. Un grupo se apost¨® en lugares elevados, dispuestos con armas largas, para mantener a raya a los curiosos y a la polic¨ªa, si llegaba.
Los asaltantes rociaron con gas lacrim¨®geno la comisar¨ªa y quemaron un cami¨®n ante ella
La operaci¨®n comenz¨® cuando los asaltantes hicieron estallar un cami¨®n ante la comisar¨ªa de polic¨ªa m¨¢s cercana, a fin de evitar la salida de los patrulleros. Para asegurarse a¨²n m¨¢s, lanzaron bombas de gas CS (lacrim¨®geno) dentro de la central policial. Uno de los malos aparc¨® un enorme Ford Excursion (dif¨ªcil de encontrar en Espa?a) en la v¨ªa de acceso al Nokas. Antes de entrar, tomaron dos rehenes y estuvieron disparando durante 15 minutos por la zona para atemorizar a la poblaci¨®n.
Sin embargo, dos patrulleros de la polic¨ªa pudieron llegar a la zona, justo antes que un veh¨ªculo de mando en el que viajaba el oficial Arne Sigve. Lo primero que hicieron fue quitar de en medio a un ciclista que merodeaba por el banco asaltado. Los agentes fueron barridos a disparos y en la refriega muri¨® el oficial y, seg¨²n cree la polic¨ªa noruega, result¨® herido un atracador.
Cuando los ladrones hab¨ªan llenado varias sacas, 19 minutos despu¨¦s de iniciado el asalto, pusieron pies en polvorosa. La polic¨ªa trat¨® de seguirlos, pero Toska lo ten¨ªa previsto. Los veh¨ªculos fueron lanzando una cortina de humo de camuflaje a sus espaldas y, adem¨¢s, la banda fue lanzando tetr¨¢podos con clavos (spanish riders) para pinchar las ruedas de los perseguidores. Cuando lograron tomar una ventaja considerable, incendiaron los tres coches en un bosque cercano. En 40 minutos el asalto hab¨ªa sido consumado y las pistas se hab¨ªan esfumado. S¨®lo quedaban las grabaciones de las c¨¢maras de seguridad del Nokas.
Toska se esfum¨®. La polic¨ªa noruega difundi¨® su imagen (nada que ver con la actual) y pidi¨® a todo el mundo su detenci¨®n, con la advertencia de que sol¨ªa portar armas y normalmente iba acompa?ado de guardaespaldas. La Guardia Civil no explica c¨®mo, pero logr¨® tomar una imagen suya en un cibercaf¨¦ de Espa?a. Con una pista m¨¢s, la Guardia Civil logr¨® dar con ¨¦l en la Costa del Sol, donde presumiblemente llevaba escondido una larga temporada.
Cuando fue detenido, iba acompa?ado del tambi¨¦n noruego Dani Bungard, posiblemente su custodio, quien en principio no est¨¢ involucrado en el asalto, pero s¨ª estaba buscado internacionalmente por un caso de estupefacientes. Toska portaba un permiso de conducir y una tarjeta de identidad de Holanda, ambos falsificados. Llevaba encima poco dinero e iba desarmado. No se sabe bien ni de d¨®nde ven¨ªa exactamente ni a qu¨¦ lugar se dirig¨ªa. Ni lo ha confesado.
La nueva fue comunicada inmediatamente a la polic¨ªa noruega. El jefe de ¨¦sta estaba en el momento de conocer la noticia en una misa funeral con motivo del primer aniversario del asesinato durante el asalto ideado por Toska del oficial Arne Sigve Klungland. Del bot¨ªn, ni rastro.
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