"S¨®lo se han encontrado irregularidades administrativas"

Durante m¨¢s de tres semanas, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, no ha querido intervenir en la crisis creada en torno a las sedaciones terminales en el hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s (Madrid) para no "interferir" en la gesti¨®n de la Comunidad de Madrid, que tiene las competencias transferidas. Ahora ha decidido hablar.

Pregunta. ?Por qu¨¦ rompe su silencio ahora?

Respuesta. Porque me preocupa la p¨¦rdida de confianza m¨¦dico-paciente. Lo m¨¢s grave de este caso es el da?o que se est¨¢ haciendo a la Sanidad P¨²blica. Adem¨¢s, hay que tener en cuenta que los ciudadanos m¨¢s afectados por estas declaraciones [del consejero Lamela] son los menos informados: generalmente, personas mayores que van al hospital con una situaci¨®n de angustia. Se ha puesto en riesgo la confianza en actuaciones destinadas a la poblaci¨®n que vive con m¨¢s angustia.

"El a?o anterior hubo una denuncia similar y no se origin¨® la misma alarma. Luego exist¨ªa otra manera m¨¢s discreta de llevar el asunto"

"Los ciudadanos m¨¢s afectados son los menos informados, generalmente, personas mayores que van al hospital con una situaci¨®n de angustia"

P. ?C¨®mo ten¨ªa que haberse llevado este caso?

R. De una manera mucho m¨¢s discreta. Se ten¨ªa que haber dado al doctor [Luis Montes, coordinador de Urgencias destituido por las sedaciones] la posibilidad de responder. Se pod¨ªa haber hecho sin necesidad de crear esta alarma social. Y las formas en relaci¨®n con los otros grupos pol¨ªticos de la Asamblea de Madrid han fallado.

P. ?Pero era posible que la investigaci¨®n no trascendiera?

R. No hay que olvidar que en 2003 hubo una denuncia similar que se investig¨® y no se origin¨® la misma alarma, luego exist¨ªa otra manera m¨¢s discreta de llevar el asunto.

P. El consejero Lamela afirma que hizo p¨²blico el caso ante el riesgo de que se filtrara a la prensa por las asociaciones de pacientes que conoc¨ªan las denuncias.

R. No s¨¦ qui¨¦n llev¨® el tema a la prensa, pero desde luego la prensa no es la culpable de la alarma creada. Antes se pod¨ªan haber llevado a cabo unas actuaciones discretas. Al final s¨®lo hay unas irregularidades administrativas, y unas irregularidades administrativas no justifican la alarma que se ha creado.

P. ?Esas supuestas irregularidades no se deben a que las normas no son suficientemente claras?

R. Es que las normas s¨®lo pueden ser recomendaciones. Nada debe sustituir el juicio del m¨¦dico. Por supuesto que el m¨¦dico debe ajustarse lo m¨¢s posible a las recomendaciones, pero no estamos en un mundo perfecto, y hay que tener en cuenta la posibilidad de que el enfermo pueda no ser capaz de indicar al m¨¦dico qu¨¦ quiere que haga, o de que no se encuentre a la familia. En ese sentido las recomendaciones tienen que ser indicativas.

P. ?Qu¨¦ puede hacer el ministerio para ayudar en esta crisis?

R. Ya hemos enviado el decreto para crear un registro estatal de ¨²ltimas voluntades al Consejo de Estado. Es verdad que no a?ade nada a lo que las comunidades aut¨®nomas ya han empezado a regular, pero es una muestra del impulso que se quiere dar desde el ministerio. Adem¨¢s, desde hace tiempo mantenemos reuniones con la Sociedad Espa?ola de Cuidados Paliativos. Estamos trabajando en la revisi¨®n y extensi¨®n de los mismos. Es importante que sean las asociaciones de m¨¦dicos las que pongan un poco de serenidad.

P. Si el caso acaba sin encontrar nada m¨¢s que irregularidades, ?es usted partidaria de que se restituya al doctor Montes?

R. El puesto de coordinador de Urgencias es un puesto de confianza, y en lo que son cuestiones administrativas el ministerio no puede entrar. Pero lo que s¨ª se debe hacer es restituirle la honorabilidad. Tiene que haber es una rehabilitaci¨®n de los m¨¦dicos y del Sistema Nacional de Salud.

P. ?Y las responsabilidades pol¨ªticas?

R. Las responsabilidades pol¨ªticas tienen otro ¨¢mbito de discusi¨®n, que es la Asamblea de Madrid.

P. Si la sedaci¨®n es un tratamiento correcto, ?no ser¨ªa lo l¨®gico que se aplicara por defecto?

R. Prefiero que su plasmaci¨®n en el documento de ¨²ltimas voluntades sea en positivo [que se diga lo que se quiere]. Hay que tener en cuenta que en este tema de la sedaci¨®n paliativa se mezclan debates que no son profesionales, sino emocionales.