"Le pido que sea capaz de vertebrar un gran pacto"
Aunque resulte profundamente desalentador y pat¨¦tico tener que seguir demand¨¢ndolo despu¨¦s de treinta a?os de democracia, al pr¨®ximo lehendakari no le pedir¨ªa, le exigir¨ªa, que, definitivamente, lidere la instalaci¨®n en Euskadi del r¨¦gimen de libertades que nos merecemos todos los vascos que reci¨¦n inaugurado el siglo XXI a¨²n no podemos disfrutar de nuestros derechos m¨¢s elementales en paz.
Dicho esto, como familiar de una v¨ªctima del terrorismo, como hija de Carlos D¨ªaz Arcocha, asesinado por la banda terrorista ETA hace exactamente veinte a?os, quisiera que quien vaya a liderar el nuevo Ejecutivo vasco se responsabilice de que en Euskadi se pongan en marcha los m¨¢s elementales mecanismos de la justicia. Es decir, por ejemplo, que quienes asesinaron a mi padre vayan a la c¨¢rcel, que cumplan ¨ªntegramente sus condenas, y que quienes ejercieron de c¨®mplices ¨²tiles de los criminales paguen por su colaboraci¨®n. Tambi¨¦n le pedir¨ªa al lehendakari reci¨¦n salido de las urnas que en vez de negociar, pactar, dialogar y abrazar a los terroristas y a sus c¨®mplices (tal y como ha hecho reiteradamente el presidente vasco saliente) se encargara de liderar el proceso social por el que los muchos vascos que han alentado, encubierto, aprobado y silenciado tantos atentados, incluido el de mi padre, sientan el desprecio de todos aquellos ciudadanos que solamente deseamos vivir en paz y en libertad.
A quien vaya a responsabilizarse de la Lehendakaritza durante los pr¨®ximos cuatro a?os, le demandar¨ªa un cambio profundo en la forma de gobernar que hemos padecido hasta el momento presente. Le solicitar¨ªa un cambio radical en nuestras instituciones y en nuestra sociedad, y me ser¨ªa suficiente con que, m¨¢s all¨¢ de cualquier postura pol¨ªtica o ideol¨®gica, en el futuro vasco primen el respeto a los derechos humanos, la consideraci¨®n a las normas democr¨¢ticas y un m¨ªnimo de dignidad que obligue a que las instituciones aut¨®nomas se posicionen al lado de los que sufren la violencia fascista de ETA y sus adl¨¢teres y no de quienes la ejercen. El hombre o la mujer que nos vaya a gobernar ha de saber que, despu¨¦s de m¨¢s de treinta a?os de terrorismo, somos muchos los ciudadanos vascos, v¨ªctimas o no, nos hemos ganado el derecho elemental a ver que en nuestras Administraciones no est¨¢n presentes aquellos que forman parte del entramado de la banda terrorista ETA.
Bajo mi punto de vista de v¨ªctima de terrorismo y de ciudadana vasca que no puede vivir con su familia en libertad, quisiera que el Gobierno vasco que comience a ejercer a partir del pr¨®ximo 18 de abril sea capaz de terminar con la insidiosa enfermedad moral que atenaza al Pa¨ªs Vasco, resumida en frases b¨¢rbaras como el "ETA, m¨¢talos", para dar paso a una sociedad diferente en la que cada ciudadano pueda sentirse libre, pueda pasear por sus calles y pueda hablar sin sentirse futuro objetivo de la banda terrorista.
Finalmente, me gustar¨ªa que el pr¨®ximo lehendakari fuera capaz de vertebrar un gran pacto, un gran acuerdo entre todos los vascos simplemente decentes, entre partidos y formaciones dem¨®cratas, respetuosos con las leyes y comprometidos con los derechos de los ciudadanos. Un compromiso que sea capaz, definitivamente, de terminar con quienes ejercen la violencia y de arrinconar en las orillas de la historia a quienes, haciendo gala de la ignominia m¨¢s cruel, no solamente han abandonado y despreciado a las v¨ªctimas sino que nada, con sus omisiones o con sus acciones, han hecho para que ¨¦stas no se produzcan.
Teresa D¨ªaz Bada es hija de Carlos D¨ªaz Arcocha, teniente coronel del Ej¨¦rcito y primer jefe de la Ertzaintza. Arcocha fue asesinado en Vitoria el 7 de marzo de 1985 por ETA, que coloc¨® una bomba debajo de su coche.
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