Un modo de hacer libros
Entre nostalgia y memoria los negocios son casi siempre peligrosos y casi siempre es tambi¨¦n el oficio literario, la sabidur¨ªa de taller, lo que neutraliza el melindre, rebaja la sensibler¨ªa o apaga la contemplaci¨®n pasmada de lo mucho que se hizo de joven, cuando entonces. Yo creo que Esther Tusquets ha embridado ambas cosas -nostalgia y memoria- con lucidez y toda la perspicacia del mundo: quiero decir la suficiente para contar muchas cosas de su vida profesional con gracia en la recreaci¨®n de personajes y distancia para no hacer un ¨¢lbum de cromos color sepia. El lector descarta muy pronto pedirle las confesiones met¨®dicas, estad¨ªsticas, neur¨®ticas y sistem¨¢ticas que la autora no ha querido ni ha prometido escribir, y el resultado es francamente entretenido, con semblanzas r¨¢pidas sin abuso de la floritura y midiendo bien la honestidad de la opini¨®n, es decir, venciendo la tentaci¨®n mitificadora e intentando atrapar el enfoque privado, sensato, parcial. El esfuerzo de ecuanimidad est¨¢ en no negar defectos y virtudes, en no callar el juicio y como tal juicio, hacerlo parcial.
CONFESIONES DE UNA EDITORA POCO MENTIROSA
Esther Tusquets
RqueR. Barcelona, 2005
198 p¨¢ginas. 16 euros
La excelente narradora que es
Esther Tusquets (en Correspondencia privada, por ejemplo) trabaja poco aqu¨ª porque se disfraza de cronista y renuncia a lo que sabe hacer con herramientas novelescas. No aspira a ese efecto sino a ganar al lector con la curiosidad de saber c¨®mo se hace una editorial peque?a y selectiva en sus publicaciones, c¨®mo crece un cat¨¢logo y c¨®mo cambia su perfil p¨²blico, c¨®mo se al¨ªa con otros editores para hacer felices la Distribuidora Enlace, y hacerla con amigos de adolescencia como Jordi Herralde (en el jurado del Premio de novela Herralde, de la editorial Anagrama, est¨¢ Esther Tusquets desde el principio), o casi de adolescencia como Beatriz de Moura: algunas de las fotos en el libro no se pueden literalmente resistir, y no es extra?o en una editora que debe mucho a los mejores fot¨®grafos, Xavier Miserachs, Oriol Maspons, Ram¨®n Masats. Es un mundo que hemos heredado, incluida la bolsa m¨ªtica de la gauche y otras especies tangencialmente tocadas aqu¨ª, y en Lumen salieron libros donde resuena el tono de una ¨¦poca, como las entrevistas de Federico Campbell o la primera edici¨®n de aquel valioso diario de Jaime Gil de Biedma. De estas confesiones hechas al hilo de autores, Camilo Jos¨¦ Cela sale otra vez tocado, y ya van unas cuantas, mientras Miguel Delibes vuelve a crecer como persona y escritor y nada alivia las ansiedades telef¨®nicas de Pere Gimferrer; los retratos de Ana Mar¨ªa Matute y Ana Mar¨ªa Moix tienen algo casi de lujuriosa exaltaci¨®n de la amistad sostenida, trabada, densa mientras Carlos Barral es omnipresente en el libro sin perder nunca la malicia del malcriado con cara de marinero tronado pero rotundamente seductor, y muy caprichoso, algo mani¨¢tico, decididamente encantador, y sin que tampoco nada merme a ojos de Tusquets un impresionante cat¨¢logo literario en los a?os cincuenta y sesenta. Y, por cierto, impagables los retales de cartas repartidos aqu¨ª y all¨¢, de Juan Benet o de Delibes, de Cela o muy particularmente de Mario Vargas Llosa, otro corrector indesmayable en las p¨¢ginas del libro que publica con Lumen, Los cachorros. Y algo de raros cachorros dem¨®cratas tienen quienes se reunieron en el monasterio de Montserrat en protesta por los juicios de Burgos en 1970, con un Gabriel Ferrater preso del temor no exactamente a la polic¨ªa franquista sino a la explicaci¨®n dom¨¦stica que habr¨ªa de darle a Marta Pessarrodona por estar all¨ª sin ella.
El libro se arma sobre la madu-
raci¨®n de una excelente editorial, su salto desde la literatura infantil y juvenil y el libro ilustrado hacia la literatura con una may¨²scula plena desde mediados de los sesenta, la que incorpor¨® para el cat¨¢logo de Lumen la colecci¨®n Palabra en el Tiempo, dirigida por Antonio Vilanova, o la que reimpuls¨® El Bardo de Jos¨¦ Batll¨® a?os despu¨¦s. Lumen no es ya de Esther Tusquets ni trabaja all¨ª, y el mundo de las editoriales parece haber cambiado de comportamientos y de actitudes: los ¨²ltimos cap¨ªtulos no vienen empa?ados por el resentimiento, aunque s¨ª por un desprecio cr¨ªtico y perfectamente explicable por un modo de hacer libros demasiado ajeno al suyo. No hay tampoco nostalgia descarada, quiz¨¢ s¨ª enterrada y vigilada; hay predilecci¨®n por un modo de entender el oficio donde manda antes leer, escoger y editar manuscritos que los resultados mercantiles, y es esa precisamente la ruta que sigue desde hace poco tiempo su hija Milena en RqueR, algo mayor hoy de lo que fue Esther Tusquets cuando acept¨® con 23 a?os la propuesta de su padre: mantener y redirigir lo que hasta entonces hab¨ªa sido una editorial religiosa y franquista fundada en la guerra por el t¨ªo cura de Esther Tusquets. De aquella editorial con ventas asegurad¨ªsimas naci¨® la nueva Lumen, quiz¨¢ sin atreverse a cambiar ese nombre cuya alusi¨®n religiosa s¨®lo ven los italianos, incluido seguramente Umberto Eco, el autor fiel de Lumen, y vete a saber si tambi¨¦n esa otra list¨ªsima apuesta editorial que fue, hace muchos a?os, Mafalda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.