Maragall apela a su legitimidad para convocar otra cumbre sobre el Estatut

La actual coyuntura pol¨ªtica, marcada por los intereses partidistas en la ambiciosa reforma del Estatut, desbord¨® ayer el car¨¢cter institucional que se esperaba del acto de conmemoraci¨®n del 25? anivesario de la recuperaci¨®n del Parlament. Pasqual Maragall aprovech¨® el pleno extraordinario, con el que se evoc¨® la fecha, para convocar formalmente una cumbre de l¨ªderes pol¨ªticos al final de la primera lectura del nuevo texto estatutario, al amparo, dijo, de su legitimidad y autoridad como presidente. Un papel que Artur Mas volvi¨® a poner en duda, en una intervenci¨®n que le sirvi¨® para hacer un alegato de los a?os de "buen gobierno" de Jordi Pujol, que contrapuso al actual "desprestigio y descr¨¦dito", del que culp¨® a Maragall.

Aunque era un acontecimiento de sobras divulgado, Maragall esper¨® hasta ayer para dar solemnidad a su anuncio: la celebraci¨®n de una nueva cumbre, conocida como Miravet II, para impulsar los trabajos de reforma del Estatuto de Autonom¨ªa. El presidente de la Generalitat obvi¨® concretar fecha y lugar para esta cumbre. Ser¨¢ cuando finalice la primera lectura del texto -la m¨¢s llevadera, pues los ponentes han aparcado los asuntos m¨¢s espinosos-, que se prev¨¦ a finales de abril o principios de mayo.

Sabadell era la ciudad elegida en un principio por el presidente. Pero ayer ni la nombr¨®, sabedor de la rotunda oposici¨®n que esta propuesta despierta en Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU). Los nacionalistas quieren una cumbre en el Parlament, en el seno de la ponencia, y que sea convocada por su presidente, el republicano Ernest Benach, y no por Pasqual Maragall, a quien niegan "autoridad moral".

A Maragall no se le escapa este dato y ayer reclam¨® claramente respeto hacia la figura del presidente. "En estos momentos (...) es crucial que las tres instituciones de la Generalitat [Parlament, presidencia y Gobierno] sean plenamente conscientes de su papel y del respeto que merecen y que ninguna de ellas permita que el respeto que le es debido sea omitido. Por mi parte, pueden estar seguros de que nunca perder¨¦ de vista este mandato", manifest¨®. De igual manera, record¨® su legitimidad como presidente al ser elegido por la mayor¨ªa de los diputados del Parlament. Una pulla, aunque comedida, contra el l¨ªder de la oposici¨®n, Artur Mas, que gusta repetir, y ayer en el hemiciclo no fue una excepci¨®n, que CiU es el primer grupo de la C¨¢mara porque gan¨® las elecciones auton¨®micas.

Al apelar a su autoridad y legitimidad, Maragall se mostr¨® convencido de que todos los partidos, sin excepci¨®n, acudir¨¢n a la cita para "establecer, de com¨²n acuerdo, el esp¨ªritu con el que tendr¨ªamos que iniciar la segunda lectura del texto [estatutario]". Y tambi¨¦n servir¨¢, apostill¨®, como el "periodo de reflexi¨®n" que reclama el Partido Popular.

Tras evocar a sus precedesores en el cargo, en especial al "a?orado" Josep Tarradellas, Maragall record¨® a las formaciones pol¨ªticas su responsabilidad en la elaboraci¨®n del nuevo Estatut y las exhort¨®, asimismo, a que en las elecciones de 2007 presenten listas paritarias.

Tras finalizar el pleno, y en la posterior recepci¨®n a m¨¢s de 600 personas, Maragall no dud¨® en saludar, aunque con un fr¨ªo y fugaz apret¨®n de manos, a Mas. El primero desde que estall¨® la crisis del 3% sobre el presunto cobro de comisiones por parte de CiU en la adjudicaci¨®n de obra p¨²blica.

El tibio saludo evidenciaba la acusada distancia, personal y pol¨ªtica, que a¨²n separa a ambos l¨ªderes tras aquella acusaci¨®n que Mas se encarg¨® de rememorar en su discuso ante la C¨¢mara. El l¨ªder de los nacionalistas de CiU aprovech¨® su intervenci¨®n -no se reprimi¨® a la hora de admitirlo p¨²blicamente, "aunque pueda deslucir el acto", dijo- para lanzar un furibundo ataque, m¨¢s en el contenido que en las formas, contra el presidente de la Generalitat.

Mas responsabiliz¨® en buena parte a Maragall del "momento de mayor descr¨¦dito de la pol¨ªtica y del menor prestigio de las instituciones" y contrapuso su Ejecutivo a los de Jordi Pujol, que hac¨ªan "gobierno de pa¨ªs con may¨²scula". "Durante su liderazgo", agreg¨®, "disfrutamos de un largo periodo de progreso, convivencia, bienestar, respeto, prestigio, apertura y buen gobierno".

El l¨ªder de la oposici¨®n repiti¨® el compromiso de CiU en la aprobaci¨®n del nuevo Estatut siempre que responda a las "ambiciones" de los catalanes y no sea un texto de "medias tintas".