El cisma de Castell¨®n

Benedicto XIII, que muri¨® en Pe?¨ªscola, fue uno de los protagonistas del cisma de Occidente. Castell¨®n, la misma provincia en la que el Papa Luna pas¨® sus ¨²ltimos d¨ªas en el siglo XV, vuelve a ser escenario de discrepancias en el seno de la iglesia cat¨®lica. El principal protagonista es el obispo de la di¨®cesis, Juan Antonio Reig Pla, aunque en este caso los contestatarios son un escaso n¨²mero de sacerdotes que critican su gesti¨®n. Sin embargo, los cr¨ªticos con su manera de actuar aumentan, aunque prefieren seguir en el anonimato.

Varias han sido las pol¨¦micas abiertas por Reig Pla. El valenciano, su f¨¦rrea postura ante la sexualidad, sus inversiones en bolsa o la reestructuraci¨®n de los destinos de buena parte del clero castellonense han tenido respuesta en asociaciones vinculadas a la iglesia como C¨¢ritas; el colectivo Juan XIII, compuesto por sacerdotes y laicos; o la asociaci¨®n Fe y Di¨¢logo, desde donde la iglesia de base quiere evitar el enfrentamiento directo con el obispo pero pretende difundir la existencia de un catolicismo menos rancio en Castell¨®n. La ¨²ltima "crisis" ha tenido como motivo la reducci¨®n de los sueldos denunciada por algunos sacerdotes.

La reducci¨®n de sueldos a los p¨¢rrocos ha provocado la ¨²ltima crisis en la di¨®cesis

Hay quien piensa que Reig Pla, nacido en Cocentaina, lleg¨® a Castell¨®n pensando que ¨¦ste era ¨²nicamente un destino de tr¨¢mite en el que, sin embargo, est¨¢ pr¨®ximo a cumplir una d¨¦cada. Al parecer, alguna de sus iniciativas provoc¨® que varios sacerdotes acudieran a la nunciatura con datos y ejemplos concretos que pueden haber truncado su carrera hacia el destino que se le preve¨ªa: Roma.

Una vez asentado en la di¨®cesis, mostr¨® su autoridad ordenando el traslado de varios sacerdotes. Aunque hay quien opina que ya lleg¨® con la idea premeditada de "exiliar" a los curas m¨¢s "inc¨®modos" a peque?as y perif¨¦ricas parroquias o a los pueblos m¨¢s alejados de la capital de La Plana. El hecho es que el traslado de estos p¨¢rrocos caus¨® cierto malestar. Hasta el punto de que uno de ellos lleg¨® a afirmar que su traslado se debi¨® al hecho de "no ser de la cuerda" [del obispo]. Uno de los ejemplos del vaiv¨¦n al que est¨¢ sometido el clero de Castell¨®n se ha dado en la concatedral de Santa Mar¨ªa que, desde su llegada, ha cambiado de responsable en, al menos, dos ocasiones.

El obispado decidi¨® invertir en bolsa, a trav¨¦s de una sociedad de capital de renta variable que, en sus dos primeros ejercicios s¨®lo registr¨® p¨¦rdidas. La dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica que atraviesa la di¨®cesis, admitida por el obispo y cifrada en una deuda de 4,21 millones de euros, ha impedido, de momento, olvidar el episodio de la inversi¨®n en bolsa al que, sin embargo, Reig Pla no achaca la crisis que s¨ª atribuye a las mejoras producidas en el patrimonio diocesano.

Pero al margen de la cuesti¨®n econ¨®mica, su gesti¨®n ha tenido otros episodios en los que la disconformidad ha calado, y profundamente, entre fieles y sacerdotes. Fue el caso del momento en el que se desvel¨® su postura sobre el valenciano, su lengua materna, y que algunos han calificado como de "desprecio". Juan Antonio Reig Pla fue quien decidi¨® retirar la edici¨®n del catecismo que se utilizaba en las parroquias y que estaba escrita en valenciano. La celebraci¨®n de liturgias en valenciano tambi¨¦n ha sido discriminada por un obispo que, el a?o pasado aprovech¨® el d¨ªa de la patronal de Castell¨®n para arremeter contra la intenci¨®n del Gobierno de mantener la asignatura de religi¨®n como una optativa entre distintas opciones y no evaluable a efectos de promoci¨®n de curso, becas y acceso a la Universidad. El obispo utiliz¨® el calificativo de "b¨¢rbaros" para referirse a aquellos que no defienden la imposici¨®n de la asignatura de religi¨®n.

C¨¢ritas diocesana ha sido otro de los puntos de atenci¨®n. En 2001 el Obispado aprob¨® unos nuevos estatutos que provocaron la dimisi¨®n en bloque de la Comisi¨®n Diocesana Interparroquial de esta ONG cat¨®lica. Posteriormente algunas juntas directivas de C¨¢ritas, como la de Vila-Real o La Vall d'Uix¨°, dimitieron por consideran dictatoriales los nuevos estatutos.

Su f¨¦rrea postura contra la homosexualidad ha sido el tema de muchas de sus declaraciones recogidas en los medios de comunicaci¨®n que, sin embargo, no hicieron m¨¢s que corroborar la postura m¨¢s conservadora de la iglesia cat¨®lica. De hecho, m¨¢s de un sacerdote apunta que la crisis abierta en la di¨®cesis Segorbe-Castell¨®n no es un problema de discrepancias en las teor¨ªas, sino del talante de Juan Antonio Reig Pla.