Rafael Blasco ante el pelotazo
A Carlos Solchaga todav¨ªa se le recuerda, para mal, por aquella desgraciada frase en que reconoc¨ªa lo f¨¢cil que era -para algunos- enriquecerse en la Espa?a socialista de los ochenta. Su desparpajo resumi¨® en escasas palabras la cultura del pelotazo que toler¨®, cuando no facilit¨®, aquel PSOE ensoberbecido y aislado de la realidad social. Resulta in¨²til pensar qu¨¦ opinar¨ªa ahora el ex ministro de Industria de Felipe Gonz¨¢lez sobre lo que ocurre en la Comunidad Valenciana, dedicado como est¨¢ a otros menesteres; pero ser¨ªa curioso. Si f¨¢cil fue enriquecerse en aquella ¨¦poca, no lo es menos en ¨¦sta en que los poderes p¨²blicos certifican, justifican y aprueban cuanto pelotazo urban¨ªstico se les pone por delante porque "as¨ª es la ley".
La afirmaci¨®n puede parecer exagerada, pero no lo es en absoluto. Basta con repasar estas mismas p¨¢ginas: Guadalest, La Vila Joiosa, Aig¨¹es de Bussot, Riba-roja, Torrevieja. Y eso s¨®lo en un d¨ªa. Concejales en activo que se asocian con promotores que tiene intereses en su municipio; alcaldes ciegos ante hoteles y apartamentos que sobrepasan con mucho la volumetr¨ªa autorizada por ellos mismos; un ex concejal investigado por una juez por una posible compra-venta de solares ficticios; nueve concejales, nueve, que se desplazan hasta el despacho de un promotor para (oficialmente) recibir explicaciones sobre un proyecto, cuando lo l¨®gico hubiera sido que el empresario acudiera al Ayuntamiento. Y un alcalde, el de Torrevieja -paradigma, supongo, de empresario emprendedor generador de riqueza- que compra terrenos a 180.000 euros y los vende a 5.409.000.
Todos estos casos tienen en com¨²n el estar protagonizados por cargos del PP y el tratarse de actividades especulativas que, m¨¢s temprano que tarde, deber¨¢n ser autorizadas por la Consejer¨ªa de Territorio y Vivienda, al frente de la cual se encuentra, como es sabido, Rafael Blasco.
Blasco es un consejero at¨ªpico, del que se conoce su gran capacidad de trabajo, su iniciativa pol¨ªtica, una rara habilidad para salir indemne de los mayores problemas y, entre otras cualidades, una cierta predisposici¨®n a intervenir en temas que, aparentemente, no son de su competencia. Su gesti¨®n en la negociaci¨®n entre Juan Bautista Soler y Francisco Roig, despu¨¦s de que el propio presidente de la Generalitat fracasara en el intento de encontrar una soluci¨®n al conflicto que amenazaba la paz social del Valencia Club de F¨²tbol, fue determinante para que el segundo vendiera sus acciones al actual presidente del equipo. Ahora Blasco tiene la llave para sacar al Valencia de la quiebra econ¨®mica y hacerle un favor a Soler. Pero para eso tendr¨¢ que autorizar el pelotazo de Porchinos, en Riba-roja. No hay duda de que su departamento aprobar¨¢ el PAI, a pesar de los valores ecol¨®gicos de la zona.
Sin la autorizaci¨®n de Blasco, de la consejer¨ªa que dirige, para ser precisos, Almorad¨ª no podr¨¢ recalificar los terrenos que el alcalde de Torrevieja compr¨® para criar perros y que pronto ser¨¢n urbanizables, permitiendo as¨ª que Hern¨¢ndez Mateo se haga rico con las decisiones del alcalde de Almorad¨ª y las bendiciones de la consejer¨ªa. Y si Blasco actuara en La Vila Joiosa con la contundencia que va a emplear en Sueca, donde el m¨¢ximo representante municipal es socialista, el alcalde de aquella poblaci¨®n de La Marina Baixa no se sentir¨ªa tan c¨®modo a la hora de comprar la legalizaci¨®n de unas obras que costaron la vida a tres obreros a cambio de una multa y la cesi¨®n de unos solares. Y si....
Claro que tambi¨¦n puede ocurrir que el consejero piense, como los constituyentes de 1812, que todos los alcaldes y concejales del PP y los promotores, incluido el presidente del Valencia, sean buenos, justos y ben¨¦ficos y que en consecuencia los pelotazos urban¨ªsticos que perpetran son para mayor honra y gloria de la sociedad y no para su propio beneficio.
Tal vez Solchaga tenga algo que decir sobre esto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Pol¨ªtica nacional
- Rafael Blasco Castany
- VI Legislatura Comunidad Valenciana
- Opini¨®n
- Consejer¨ªas auton¨®micas
- Especulaci¨®n inmobiliaria
- Parlamentos auton¨®micos
- Generalitat Valenciana
- PP
- Pol¨ªtica urban¨ªstica
- Corrupci¨®n pol¨ªtica
- Gobierno auton¨®mico
- Comunidad Valenciana
- Desarrollo urbano
- Vivienda
- Parlamento
- Ayuntamientos
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Comunidades aut¨®nomas
- Corrupci¨®n
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Construcci¨®n
- Urbanismo
- Delitos