Pasiones de fuego y agua
Periodistas de 20 pa¨ªses diferentes, todas las localidades agotadas para cualquiera de las representaciones. El espect¨¢culo ya conocido como "del a?o" no defraud¨®. Hubo temperatura en la sala con aclamaciones desde el primer intermedio y apoteosis al final en el terreno musical. La divisi¨®n de opiniones se limit¨® a lo esc¨¦nico, aunque con mucho mayor porcentaje de defensores que de detractores.
El fondo del escenario est¨¢ ocupado por pantallas para el v¨ªdeo en formatos horizontal y vertical: 11,55 por 6,50 metros; 10,40 por 6,80 metros, respectivamente. En primer plano est¨¢n los cantantes-actores. Sellars los mueve con una sobriedad de corte oriental, como en un kabuki de gestos occidentales. La intensidad es inmensa. La palabra, el canto est¨¢n en primer plano. La concentraci¨®n es extraordinaria y tanto Heppner-Trist¨¢n como Meier-Isolda van desarrollando sus personajes con una energ¨ªa y una espiritualidad estremecedoras. La pareja es hoy insuperable, pero el resto del reparto contribuye lo suyo al imponente nivel vocal de la representaci¨®n.
Tristan und Isolde
De Wagner. Con Heppner, Meier, Selig y Naef. Orquesta y Coro de la ?pera de Par¨ªs. Director musical: Esa-Pekka Salonen. Director de escena: Peter Sellars. V¨ªdeo: Bill Viola. ?pera de la Bastilla, Par¨ªs, 12 de abril.
Un Salonen impresionante en la direcci¨®n musical hace el resto: con transparencia, poes¨ªa, emoci¨®n contenida, dramatismo y sutil planteamiento de los planos sonoros. Y la orquesta responde en estado de trance.
La nitidez de las im¨¢genes de Viola es impactante. Se apoya en el fuego y el agua, como elementos simb¨®licos y pl¨¢sticos. Cuando se desprende de los elementos descriptivos y naturalistas -en el tercer acto, pongamos por caso- alcanza cotas sublimes. En la agon¨ªa de Trist¨¢n, la creaci¨®n ling¨¹¨ªstica resplandece por su capacidad para desentra?ar los conflictos humanos. Sus im¨¢genes transmiten, entonces, esperanza y deseo, dolor e incertidumbre, lealtad y compasi¨®n. No es la de Viola una soluci¨®n redonda, pero la valent¨ªa del riesgo compensa con creces las limitaciones. Y, en resumen, todo confluye en un espect¨¢culo apasionante, avanzado, innovador, moderno. De los que ama G¨¦rard Mortier.
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