So?adores
Para mejor hablar de s¨ª mismo, para dejar sentado que "no me arrepiento de nada", como recordaba desde el off sonoro la voz de Edith Piaf que clausuraba brillantemente So?adores, Bernardo Bertolucci volvi¨® a Mayo del 68 para contar una historia de amores triangulares y asfixiantes, de tiempos turbulentos en los que, no obstante, todo parec¨ªa posible. Una pel¨ªcula que, al acabar, dejaba en el aire algunos interrogantes, por ejemplo, si nuestro recuerdo de aquellos a?os tiene algo que ver con lo que all¨ª se cuenta, o si un cierto despiste, arrojado, generoso y valiente, no estar¨¢ siempre ah¨ª, en el fondo de tantos sue?os de cambio y revuelta. Y tambi¨¦n, por qu¨¦ no, si ese discurso sobre aquellos tiempos no es, en el fondo, una disertaci¨®n sobre ¨¦stos en los que nos ha tocado vivir.
LOS EDUKADORES
Direcci¨®n: Hans Weingartner. Int¨¦rpretes: Daniel Br¨¹hl, Julia Jentsch, Stipe Erceg, Burghart Klaussner. G¨¦nero: drama. Alemania, 2004. Duraci¨®n: 126 minutos.
De amores, de tri¨¢ngulos, de Mayo del 68 y de revueltas tambi¨¦n va Los edukadores, una de las sorpresas del pasado Festival de Cannes. A diferencia de Bertolucci, el alem¨¢n Hans Weingartner, nuevo en esta plaza (es ¨¦sta s¨®lo su segunda pel¨ªcula), prefiere hablar del 68, pero desde hoy. Y hacerlo de la manera m¨¢s directa posible: contando las vicisitudes que deben afrontar tres j¨®venes rebeldes que sue?an con poner patas arriba a la sociedad, cuando en una de sus, convengamos, m¨¢s bien tontorronas acciones "revolucionarias" (el asalto a la casa de un burgu¨¦s en la que cometen peque?os, casi candorosos desmanes) topan con el due?o y, ni cortos ni perezosos, lo raptan y se lo llevan a una casa en las monta?as.
A lo que entonces asistiremos ser¨¢ a la puesta en escena de las divergencias y las aparentes similitudes entre las posturas de quienes sue?an con la revoluci¨®n y la de quien alguna vez hizo lo propio: en un giro sorprendente, el raptado confesar¨¢ haber sido uno de los dirigentes de la revuelta sesentaiochesca, amigo de Rudi Dutschke y ¨¦l mismo un so?ador revolucionario... Bien que la vida lo llev¨® luego por senderos de confort y vida burguesa, del todo impensables para quien dese¨® cambiar el mundo. Esta dial¨¦ctica, a medio camino entre el enfrentamiento ideol¨®gico y la contemporizaci¨®n a que lleva un cierto s¨ªndrome de Estocolmo, se complementa con las tensiones entre el propio tr¨ªo de j¨®venes, como en la pel¨ªcula de Bertolucci, compuesto por dos chicos y una chica, con las traiciones y enamoramientos que podr¨¢ intuir hasta el espectador m¨¢s despistado.
El resultado de todo ello es una pel¨ªcula un tanto larga y discursiva, bien que con algunos puntos de notable inter¨¦s (por ejemplo, el ver c¨®mo el cuarteto protagonista, en especial el cotizado Daniel Br¨¹hl, mantiene siempre el tipo). Tambi¨¦n, una pel¨ªcula recorrida por un cierto candor ideol¨®gico (o algo peor: unos planteamientos hechos de multitud de lugares comunes y con personajes tan contradictorios, en sus declaraciones y en sus actos, como el tr¨ªo de j¨®venes). Un filme, en fin, hecho con la mirada puesta en las nuevas realidades sociopol¨ªticas que est¨¢ trayendo la globalizaci¨®n tambi¨¦n a los pa¨ªses del centro del sistema, al que hay que reconocerle, no obstante, tambi¨¦n la voluntad de contar una historia a contracorriente de las modas imperantes en el cine juvenil, segmento de poblaci¨®n al que mayoritariamente va destinado el mensaje del asunto.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.