La mujer que le cambi¨® el rostro a la copla
Hasta que ella lleg¨®, de M¨¢laga, a Sevilla la copla la cantaban mujeres (u hombres) que se daban golpes de pecho mientras gritaban sus historias de amor desconsolado; pero Pasi¨®n Vega, que en el carnet de identidad se llama Ana Al¨ªas Vega, lleg¨® al Lope de Vega sevillano hace exactamente 10 a?os y revolucion¨® esa apariencia. Llevaba pelo corto y rubio, ten¨ªa los ojos bellos y las manos en su sitio, pero los dej¨® quietos mientras interpretaba Ojos verdes, uno de los emblemas de la copla de siempre. Ahora, mientras habla en una de las mesas de la cafeter¨ªa del C¨ªrculo de Bellas Artes, en Madrid, mueve constantemente sus propios ojos; mantiene, en efecto, las manos quietas, pero no para de re¨ªrse: de las preguntas, de las ocurrencias, y a veces tambi¨¦n de la notoriedad que ha alcanzado su figura como revolucionaria de la copla espa?ola. Le acompa?an Susana Barquero, que es su secretaria, y que fue su compa?era de estudios para ser actriz, y Jos¨¦ Navarro, a quien llaman Berry, que es su manager. Le preguntamos a los dos una palabra sobre Pasi¨®n Vega. Berry: "Constante". Susana: "Dulzura". La palabra de la propia Ana es Pasi¨®n, claro. Acaba de sacar un nuevo disco, Flaca de amor, y esa canci¨®n tiene que ver con la tragedia del 11-M. Actu¨® la pasada semana en Madrid, el 21 act¨²a en Granada y a primeros de junio vuelve al Alb¨¦niz madrile?o. La ¨²nica vez que la vimos profundamente seria fue cuando habl¨® de la desigualdad en el mundo, mir¨® alrededor a los que est¨¢bamos en la cafeter¨ªa y nos dijo: "Y nosotros aqu¨ª, en este lugar lujoso". Ella tom¨® zumo de naranja.
Fuerza. "Qui¨¦n sabe de d¨®nde me viene. La alegr¨ªa es lo que me inculcaron mis padres; nos alegr¨¢bamos con la m¨²sica; de los primeros a?os de infancia y juventud me vienen la fuerza y la alegr¨ªa. Vienen de ah¨ª, y de Andaluc¨ªa. Ha habido a lo largo de la vida muchos instantes felices. Cualquier momento de playa, al atardecer, con la guitarra, pudo haber sido feliz. A m¨ª me ha marcado el mar de M¨¢laga... Y mis padres. Claro que ya no tengo el mismo contacto; viven en M¨¢laga, ¨¦l es de Madrid y ella es de Badajoz... Siempre fue gente disfrutona; disfrutan mucho de sus tres hijos, de los cuales yo soy la peque?a, y la m¨¢s rebelde, claro que rebeld¨ªa les lleg¨® cuando ya eran m¨¢s flexibles... Mi rebeld¨ªa era hacer lo que quisiera, pero cuando lo planteaba hab¨ªa reuniones familiares para decidir si lo pod¨ªa hacer o no... Nunca hice nada incorrecto, imagino, ni tuve malas compa?¨ªas... ?Y qu¨¦ son las malas compa?¨ªas? Supongo que las que tus padres no quieren para ti".
Extraterrestre. "El p¨²blico decidi¨® que yo hiciera copla. Me gustaba cantar, desde peque?a, pero lo primero que hice en p¨²blico fue pop; era m¨¢s sencillo, para cantar copla tienes que rodearte de una orquesta, es m¨¢s complicado. Con una orquesta me present¨¦ en el ciclo Sevilla y la Copla, en 1995, en el Lope de Vega. Recuerdo que hice cuatro temas, entre ellos Romance de la otra y Ojos verdes... La cosa fue despacito; al d¨ªa siguiente apareci¨® un titular de peri¨®dico: 'Pasi¨®n Vega es una extraterrestre...'. Me qued¨¦ espantada, hasta que vi que todo era bueno... Les impact¨® que no fuera una coplera como las tradicionales... La verdad es que la copla viene de los discos de mi padre; ¨¦l ten¨ªa las cintas clasificadas: zarzuela, rancheras, coplas, y yo escuchaba las coplas; ese fue, si quieres, mi referente est¨¦tico... Ahora puedo elegir las letras; me re¨²no con los escritores y les voy diciendo qu¨¦ prefiero, en qu¨¦ tono me siento comunicando mejor... Hay ahora mucha gente que ama la copla: Sabina, Serrat, estuvo Carlos Cano, me gusta mucho el aire que dej¨®... ?El nombre, Pasi¨®n? No ten¨ªa nombre art¨ªstico. Siempre fui muy so?adora, me gustaba darle fantas¨ªa a la m¨²sica. Y es muy bonito, Pasi¨®n Vega, para ponerlo en un cartel".
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