El Valle de los Ca¨ªdos y 'los juanelos'

Al hilo de lo publicado sobre la posible reconversi¨®n del Valle de los Ca¨ªdos, quisiera llamar la atenci¨®n sobre cuatro columnas que se hallan en la carretera de acceso a la bas¨ªlica del citado monumento, adonde fueron trasladadas en 1949 por mandato de Franco.

Las columnas, popularmente juanelos, fueron labradas hace m¨¢s de cuatro siglos bajo la direcci¨®n del lombardo Giovanni Torriani (Cremona, 1500?-Toledo, 1585), m¨¢s conocido como Juanelo Turriano, en la cantera de Orgaz (Toledo), en la que a¨²n queda otro juanelo sin terminar. Estos cuatro monolitos cil¨ªndricos de granito labrados en una sola pieza tienen una altura de 11 metros, un di¨¢metro de 1,50 metros y pesan 52 toneladas cada uno. Fueron vistos en esa cantera y rese?ados en el Diccionario Geogr¨¢fico-Estad¨ªstico-Hist¨®rico de Espa?a y sus Posesiones de Ultramar, de Pascual Madoz, en 1849. Su finalidad es incierta. La tradici¨®n dice que su destino ser¨ªa un artificio hidr¨¢ulico para subir agua del Tajo a Toledo. Daniel Sueiro, en la Verdadera historia del Valle de los Ca¨ªdos, narra la odisea de su traslado a su actual emplazamiento.

Figura importante del renacimiento italiano, Juanelo Turriano fue ingeniero y relojero de Carlos I y trabaj¨® tambi¨¦n para su hijo Felipe II. Se dice que dise?¨® y construy¨® diversos artificios hidr¨¢ulicos, relojes, planetarios como el de Mil¨¢n, el reloj astron¨®mico llamado Cristalino, esferas armilares, aut¨®matas y otros ingenios, atribuy¨¦ndosele tambi¨¦n el c¨®dice de la Biblioteca Nacional de Madrid Los veinte y un libros de los ingenios y m¨¢quinas, pero casi todo lo que hizo se ha destruido o se ha perdido.

Entre los restos materiales que nos quedan de la obra de Juanelo est¨¢n esos cuatro grandes monolitos. Entiendo que su actual emplazamiento no es el m¨¢s adecuado y que, por razones hist¨®ricas y culturales, deber¨ªan estar en Toledo o, en todo caso, en Orgaz.