Monedas romanas
El 3 de abril se public¨® en el suplemento Domingo una p¨¢gina de publicidad que, imitando el dise?o de esa ¨¢rea del diario, anunciaba en un titular: "Lanzamiento p¨²blico de monedas romanas con m¨¢s de 1.500 a?os de antig¨¹edad". Por encima, este antet¨ªtulo: "Nuevo hallazgo de antiguas monedas del imperio romano". El texto comenzaba as¨ª: "Tras el sorprendente hallazgo de antiguas monedas romanas realizado recientemente, la reconocida sociedad especializada en objetos de coleccionismo Galer¨ªa del Coleccionista ha decidido ponerlas a disposici¨®n del p¨²blico". En cabeza, el anverso y el reverso de una pieza con este pie de foto: "Moneda de Constancio II (337-354 d.C.) descubierta en el hallazgo". Abajo, otra fotograf¨ªa con este escueto pie: "Teatro Romano de M¨¦rida".
La arque¨®loga Alicia Torija ha remitido una carta al Defensor del Lector en la que argumenta detalladamente que, seg¨²n su interpretaci¨®n de la inserci¨®n publicitaria, se est¨¢ anunciando una venta ilegal, dado que cualquier hallazgo arqueol¨®gico debe ser notificado a los servicios especializados de las distintas administraciones y no puede ser comercializado.
En su escrito relata que, dado su inter¨¦s por la arqueolog¨ªa, le llam¨® la atenci¨®n lo que crey¨® que era una informaci¨®n. "En el primer p¨¢rrafo comprend¨ª mi error: 'inter¨¦s por conseguir estas monedas', 'fragmentos de la Historia', 'la sensaci¨®n de tener en la mano una de estas piezas aut¨¦nticas es verdaderamente emocionante'. No se trataba de un art¨ªculo, aunque su formato pudiera llevar a enga?o, sino de una p¨¢gina completa de publicidad".
Prosigue: "Qu¨¦ decepci¨®n. ?Habr¨ªa publicado EL PA?S un anuncio que rezase: 'Magn¨ªficos ¨¢rboles de 100 a?os reci¨¦n talados, ll¨¦vese uno a su casa, ser¨¢ verdaderamente emocionante'? Supongo que no, todos hemos aprendido la necesidad de proteger nuestra naturaleza. ?Por qu¨¦ no nuestro pasado? Por favor, a pesar de los beneficios que pueda ocasionarle, no inserten este tipo de publicidad enga?osa en su peri¨®dico".
Tras exponer los motivos por los que considera ilegal la venta de las monedas, Torija finaliza as¨ª: "L¨¢stima que haya gente que invierta dinero en este ejercicio de fetichismo y haya tantos museos por reformar y tantas excavaciones arqueol¨®gicas con presupuestos exiguos o inexistentes".
En conversaci¨®n telef¨®nica, un miembro del Grupo de Patrimonio Hist¨®rico de la Uni¨®n Central Operativa de la Guardia Civil confirma que si, como se pod¨ªa leer en el anuncio, fuera un hallazgo "realizado recientemente", el comercio de las monedas ser¨ªa il¨ªcito. Desde la entrada en vigor de la Ley del Patrimonio Hist¨®rico Espa?ol en 1985 todos los bienes de ese tipo que se hallen son de dominio p¨²blico.
El anuncio, contin¨²a el experto, ha causado "mucho revuelo" entre los arque¨®logos, y un grupo de ellos ha presentado denuncia, que se est¨¢ investigando. Como consecuencia de ella se ha tomado declaraci¨®n a responsables de Galer¨ªa del Coleccionista, que han presentado documentaci¨®n que avala que las monedas han sido importadas de Estados Unidos y, por lo tanto, pueden venderse. "El problema", precisa el especialista de la Guardia Civil, "es que los t¨¦rminos del anuncio inducen a pensar que son monedas procedentes de expolio aunque no lo sean". Por ello ha sido presentado un escrito ante el Instituto Nacional de Consumo que plantea que el anuncio pueda suponer "publicidad enga?osa".
Las monedas importadas son 34.500 y han sido revisadas por peritos del Museo Arqueol¨®gico, que han verificado que "son aut¨¦nticas y no tienen excesivo valor", seg¨²n un portavoz de la Secretar¨ªa General de Protecci¨®n del Patrimonio Hist¨®rico. Este organismo ha instado a la empresa a que modifique los t¨¦rminos de la publicidad. En ella "se estaba autoatribuyendo un delito, aunque no lo hubiera cometido", precisa el portavoz.
Silvia Reir¨ªs, responsable de comunicaci¨®n de Galer¨ªa del Coleccionista, asegura que se trata de una importaci¨®n "debidamente controlada por las autoridades aduaneras espa?olas" de monedas romanas de los siglos III y IV proporcionadas por "una reconocida firma, con m¨¢s de 40 a?os en el sector y socio de la Asociaci¨®n Americana de Numism¨¢tica".
"Todas las comprobaciones efectuadas", agrega en una nota, "han confirmado tanto la autenticidad de las monedas como los periodos a los que corresponden. Se ha tratado, por lo tanto, de una campa?a totalmente ajustada a la legalidad, con plenas garant¨ªas para los consumidores y escrupulosa con cuantos controles han sido necesarios".
Reir¨ªs prosigue: "En todo caso, siempre ha sido nuestra firme voluntad respetar la historia y el patrimonio espa?ol, por lo que dentro de la labor informativa que resulte de futuras promociones se incluir¨¢n leyendas y/o referencias a la Ley 16/1985 sobre protecci¨®n del Patrimonio Hist¨®rico Espa?ol, recordando en especial la obligaci¨®n de comunicar cualquier hallazgo, incluso casual, que se produjera de bienes o restos de valor arqueol¨®gico. Lamentamos que el uso del t¨¦rmino reciente en la promoci¨®n pueda haber llevado a expertos en arqueolog¨ªa a considerar que se trataba de un hallazgo realizado en un nuevo yacimiento. Este t¨¦rmino, para los no avanzados, en absoluto adquiere un sentido tan concreto, especialmente cuando hablamos de monedas con m¨¢s de 1.500 a?os de antig¨¹edad".
Por ¨²ltimo, la portavoz de la empresa niega que haya admitido que "la oferta pueda haber sido enga?osa", rectificando as¨ª lo que apuntaba una informaci¨®n publicada el viernes pasado por este diario.
Dejemos que los tribunales resuelvan el caso y centr¨¦monos ahora en el aspecto de la queja de Alicia Torija que ata?e al diario: la publicaci¨®n de publicidad con apariencia de informaci¨®n.
La directora de publicidad del diario, Hortensia Fuentes, cuenta el proceso que siguen los anuncios al llegar a su departamento. "Tras la recepci¨®n, los originales son sometidos a las comprobaciones pertinentes en relaci¨®n con los formatos, el color y soportes, y se comprueba que el anuncio coincida con la reserva que se hizo. Se revisa tambi¨¦n su contenido por si hay alg¨²n elemento extra?o que haga preciso pasarlo a revisi¨®n y aprobaci¨®n. En los casos en que la creatividad del original pueda asemejarse a la maquetaci¨®n, dise?o o formato del peri¨®dico, se obliga al anunciante (como exige el Libro de estilo) a diferenciarlo y a incluir en la cabecera la palabra publicidad".
En el caso del anuncio de las monedas fueron cambiados los tipos de letra, fue recuadrada la p¨¢gina y se insert¨® por encima de la fotograf¨ªa de cabeza el t¨¦rmino publicidad en letras versales. Al contrario de lo habitual en los casos dudosos, el original no fue sometido a la revisi¨®n de la Redacci¨®n.
En su art¨ªculo 1.36, el Libro de estilo establece: "La publicidad siempre estar¨¢ diferenciada tipogr¨¢ficamente de los textos elaborados en la Redacci¨®n. Los tipos de letra reservados para las informaciones no se pueden utilizar en la publicidad. Los anuncios cuyo dise?o se asemeje a las columnas de un peri¨®dico deber¨¢n incluir en la cabecera la palabra publicidad".
Se puede conceder que el anuncio de las monedas cumple formalmente esos requisitos, pero sigue pareci¨¦ndose demasiado a las p¨¢ginas informativas de Domingo. Ello es as¨ª porque el anunciante no s¨®lo utiliz¨® la misma tipograf¨ªa (que fue cambiada), sino tambi¨¦n id¨¦ntico dise?o y los mismos elementos gr¨¢ficos, como la letra capitular de inicio del texto o el peculiar subrayado punteado del antet¨ªtulo.
Lo que el art¨ªculo 1.36 establece exactamente es que ning¨²n anuncio puede utilizar los tipos de letra del peri¨®dico, ni siquiera los que nadie puede confundir con informaciones. Por similitud con una medida tan estricta como ¨¦sta, que tiene como finalidad diferenciar totalmente publicidad e informaci¨®n, no es abusivo deducir que la imitaci¨®n del dise?o tampoco puede ser permitida y que el anuncio no deber¨ªa haberse publicado.
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector por carta o correo electr¨®nico (defensor@elpais.es), o telefonearle al n¨²mero 91 337 78 36..
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