"Dios hizo buen uso de la malignidad humana"

La mec¨¢nica interna del segundo c¨®nclave de 1978, del que sali¨® elegido papa el cardenal polaco Karol Wojtyla, es poco conocida. No se ha sabido, por el momento, c¨®mo evolucionaron las votaciones. Pero algo ocurri¨®, algo que result¨® especialmente desagradable incluso para personas que, como los cardenales presentes, ten¨ªan larga experiencia de la vida y de la condici¨®n humana.

Es posible saber que ocurri¨® "algo" por algunos comentarios posteriores. "Dios hizo buen uso de la malignidad humana y de las divisiones entre los italianos", dijo el cardenal arzobispo de Madrid, Vicente Enrique y Taranc¨®n, sobre aquel c¨®nclave especial¨ªsimo. El cardenal Giuseppe Siri, que, como tres meses antes hab¨ªa partido como favorito, expres¨® su deseo de que "en el futuro" se hiciera p¨²blico lo ocurrido en el interior de la Capilla Sixtina, porque "el secreto, aunque v¨¢lido en el momento del c¨®nclave, puede encubrir algunas acciones muy poco caritativas".

El cardenal estadounidense John Carberry abund¨® en el asunto con una frase recogida por el vatican¨®logo John Allen en su libro C¨®nclave: "Me gustar¨ªa contarlo todo porque la historia es apasionante, pero no puedo", dijo Carberry.

De aquel c¨®nclave "apasionante" s¨ª se conoce un detalle engarzado con el anterior y relacionado con el presente. Concretamente, con la obsesi¨®n vaticana por negar la obvia referencia a la posibilidad de una renuncia ("espero que ?l me ayudar¨¢ a reconocer hasta cu¨¢ndo debo continuar este servicio") en el testamento de Juan Pablo II. El detalle de agosto de 1978 fue revelado por el cardenal Giovanni Colombo, sucesor de Montini en la archidi¨®cesis de Mil¨¢n y gran amigo del que fue Pablo VI.

Primer c¨®nclave de 1978

Colombo hab¨ªa explicado a sus colegas en el primer c¨®nclave de 1978 que a sus 76 a?os prefer¨ªa no ser considerado candidato, por tener una edad excesiva. Les coment¨® que Pablo VI hab¨ªa valorado la posibilidad de renunciar a los 75, pero no lo hab¨ªa hecho para no crear un precedente que obligara a sus sucesores a "jubilarse" a esa edad. El fin del mensaje fue muy claro: Pablo VI le hab¨ªa encomendado que transmitiera a los participantes en el c¨®nclave que cualquier Papa deb¨ªa sentirse libre de dejar la c¨¢tedra de San Pedro cuando su edad le impidiera desempe?ar plenamente sus responsabilidades.

Esas palabras estaban muy frescas en la memoria de todos cuando volvieron a reunirse en octubre. Y varios de ellos, seg¨²n Colombo, vencieron sus reparos a votar a un cardenal tan joven como Wojtyla, de 58 a?os, con mucha vida por delante, porque consideraron que los pontificados ya no deb¨ªan durar forzosamente hasta la muerte. Pero el mensaje de Pablo VI se olvid¨®. Juan Pablo II rein¨® durante casi 27 a?os.