La investidura m¨¢s re?ida

El Parlamento vasco se enfrentar¨¢ a finales de mayo o principios de junio a una de sus votaciones m¨¢s re?idas, la investidura del futuro lehendakari para la octava legislatura. La fuerza m¨¢s votada, PNV-EA (29 de los 75 esca?os de la C¨¢mara), se ha quedado a nueve votos de la mayor¨ªa absoluta, necesaria para la elecci¨®n del presidente en primera votaci¨®n. Los nacionalistas se han quedado sin aliados suficientes para alcanzar la cifra m¨¢gica de 38 esca?os. Ezker Batua-IU, con quien han gobernado en los ¨²ltimos cuatro a?os, s¨®lo ha logrado tres esca?os. Aralar, la escisi¨®n de Batasuna que condena a ETA, ha conseguido uno, que podr¨ªa poner al servicio de un lehendakari nacionalista. En total, suman 33.

Ibarretxe s¨®lo tiene 29 de los 38 esca?os necesarios para salir investido en la primera votaci¨®n

Exactamente los mismos votos que suman las dos fuerzas constitucionalistas, el PSE (18) y el PP (15), con representaci¨®n en la pr¨®xima C¨¢mara vasca. En la segunda votaci¨®n se podr¨ªa dar un empate entre dos candidatos, si es que Patxi L¨®pez se presenta a competir por el puesto con Ibarretxe y los parlamentarios del PP apoyan esa opci¨®n. En esas circunstancias de empate, decidir¨ªa la formaci¨®n pol¨ªtica para la que ha pedido el voto Batasuna. Los nueve diputados del Partido Comunista de las Tierras Vascas tendr¨ªan entonces la llave para desatascar el enredo.

Su abstenci¨®n abocar¨ªa a la C¨¢mara vasca a una situaci¨®n sin salida que, seg¨²n establece el Reglamento (v¨¦ase gr¨¢fico), se resolver¨ªa con un decreto extraordinario del lehendakari en funciones convocando unas nuevas elecciones auton¨®micas.

La decisi¨®n sobre esta cuesti¨®n trascendental para el futuro de Euskadi la tomar¨¢ un Parlamento que, si se constituye de acuerdo al orden establecido en cada candidatura, tendr¨¢ 38 mujeres y 37 hombres. Es la primera vez en la historia de Espa?a que esto ocurre y se debe a que, tambi¨¦n por primera vez, en las elecciones auton¨®micas celebradas el pasado domingo se aplic¨® la ley vasca de Igualdad que obliga a todos los partidos a presentar una lista en la que se alternan mujeres y hombres en igual n¨²mero (lista cremallera).

Todos, dada la complicada composici¨®n de la C¨¢mara, deber¨¢n evitar las ausencias en d¨ªas de pleno. No ser¨¢ nada extraordinario en una C¨¢mara acostumbrada a las sorpresas en los ¨²ltimos cuatro a?os. Hasta el punto de que el proyecto m¨¢s importante aprobado en la reciente historia de esa instituci¨®n, un nuevo Estatuto que establec¨ªa el derecho del pueblo vasco a decidir en el futuro si se independiza de Espa?a, se aprob¨® gracias a que un grupo parlamentario, Sozialista Abertzaleak (antes Batasuna), dividi¨® su voto: tres parlamentarios votaron a favor y tres votaron en contra, de manera que el Gobierno tripartito pudo sumar a sus 36 esca?os los tres necesarios para superar la barrera de la mayor¨ªa absoluta.

No ha sido la ¨²nica ocasi¨®n en la que los parlamentarios de Batasuna han jugado con su influencia para aprobar o bloquear una ley importante. El Gobierno de Ibarretxe ha navegado durante el ¨²ltimo mandato por aguas tormentosas. Las leyes presupuestarias sufrieron los caprichos de los parlamentarios de Batasuna y el presidente de la C¨¢mara vasca tuvo que aplicar una f¨®rmula criticada por la oposici¨®n para votar las enmiendas a la totalidad de esa norma por separado para evitar que los proyectos del Gobierno vasco fueran tumbados a las primeras de cambio.

La primera prueba de fuego para conocer la capacidad de acuerdo de los grupos parlamentarios que formar¨¢n la nueva C¨¢mara vasca llegar¨¢ en su constituci¨®n. Hay cinco puestos en juego: presidencia, dos vicepresidencias y dos secretar¨ªas. El mecanismo de elecci¨®n permitir¨ªa a PNV-EA y PSE, las dos fuerzas m¨¢s votadas, copar esos puestos.