"Debe ser tajante el compromiso contra la violencia"
El 'ararteko' repasa en una entrevista sus diez meses de mandato
Tras diez meses ejerciendo como titular del Ararteko, ??igo Lamarca se enfrenta al segundo Parlamento de su mandato y al correspondiente nuevo Gobierno. Apunta algunas tareas que han quedado pendientes: las indemnizaciones a las v¨ªctimas del franquismo, la protesta de los profesores interinos y, sobre todo, la implicaci¨®n en el respaldo a las v¨ªctimas del terrorismo. "Es imprescindible la exclusi¨®n absoluta, radical y sin matices de todo tipo de violencia", se?ala. La entrevista se realiz¨® antes de las elecciones.
Pregunta. Ayudas a las v¨ªctimas del franquismo, guarder¨ªas de Vitoria, profesores sin perfil, los alardes, Aukera Guztiak,... Parece que s¨®lo hay estos problemas para el Ararteko.
"El a?o pasado se tramitaron 1.531 quejas, de las que s¨®lo han tenido trascendencia medi¨¢tica tres o cuatro"
"Estoy convencido de que bastante antes de que termine mi mandato se resolver¨¢ el problema de los alardes de Ir¨²n y Hondarribia"
Respuesta. No, ni mucho menos. Eso es un iceberg. Una de las cuestiones que me he propuesto es que el trabajo de la instituci¨®n del Ararteko sea m¨¢s conocida. El a?o pasado se tramitaron 1.531 quejas, de las que s¨®lo han tenido trascendencia medi¨¢tica tres o cuatro.
P. Una de las tareas pendiente para el pr¨®ximo Gobierno es el caso de los profesores interinos sin perfil. Parece que existe un creciente malestar por las pol¨ªticas ling¨¹¨ªsticas, ?Lo percibe as¨ª el Ararteko?
R. S¨ª recibimos quejas, pero en los dos sentidos: hay protestas de quienes se sienten discriminados en el acceso a la funci¨®n p¨²blica por no saber euskera, pero tambi¨¦n existen quienes siendo biling¨¹es, o teniendo el euskera como lengua materna, reclaman un mayor compromiso a favor de la lengua vasca de los poderes p¨²blicos.
P. Estas ¨²ltimas quejas, en cambio, no trascienden. ?De qui¨¦n es la culpa, del Ararteko, de quien protesta, de los medios de comunicaci¨®n?
R. Tenemos una pol¨ªtica de comunicaci¨®n que no da publicidad a las quejas. Las que han trascendido ha sido por los perjudicados. S¨®lo difundimos nuestras propias investigaciones, que es la otra parte del trabajo de la instituci¨®n. No s¨®lo somos una oficina de quejas. Es m¨¢s, somos una instituci¨®n garantista de derechos y hemos de mejorar los derechos de la ciudadan¨ªa, aunque vivamos en un Estado democr¨¢tico de Derecho, de lo que no tengo duda.
P. ?Est¨¢ preparando alg¨²n nuevo informe extraordinario?
R. Me encontr¨¦ con cuatro que estaban en distintos grados de desarrollo. Uno est¨¢ acabado, sobre la atenci¨®n a la Tercera Edad en residencias y centros de d¨ªa. Los otros son sobre menores extranjeros no acompa?ados, vivienda y juventud y sobre personas en situaci¨®n de grave exclusi¨®n social. Yo he impulsado un informe que inicialmente iba a ser sobre bullying, pero finalmente tratar¨¢ la convivencia en el ¨¢mbito escolar.
P. Sobre este ¨²ltimo asunto, ?la situaci¨®n de violencia que vive Euskadi puede haber conducido a una falta de referentes morales entre los j¨®venes?
R. Es fundamental que los j¨®venes, porque son m¨¢s permeables a lo que les circunda, tengan un c¨®digo moral n¨ªtido. Y ese c¨®digo moral ha de estar basado en el respeto a los derechos de la persona y en la exclusi¨®n absoluta, radical y sin matices de todo tipo de violencia. Y, desgraciadamente, en Euskadi eso no ocurre. Esos derechos est¨¢n amenazados continuamente por ETA. Ha habido quien ha jaleado a ETA y otras formas de agresi¨®n y eso tiene alg¨²n efecto sobre los j¨®venes.
P. Nada m¨¢s llegar a su cargo en junio pasado se encontr¨® con el problema del Alarde.
R. Hemos hablado de la violencia de ETA, pero efectivamente hay otras violencias. Me parece terrible que una reivindicaci¨®n de algunas mujeres de Hondarribia e Ir¨²n para participar en un acto festivo, no es que haya sido rechazada, sino que lo ha sido con agresiones. Esa cultura del linchamiento se ha extendido peligrosamente por las gentes de esos pueblos, incluido los m¨¢s j¨®venes.
P. Ah¨ª est¨¢ el caso de Jokin, el joven que se suicid¨® en Hondarribia tras ser acosado por sus compa?eros de instituto.
R. Eso es, cuando esos j¨®venes han visto c¨®mo sus mayores, sus referentes en la educaci¨®n, agred¨ªan a otros no s¨®lo en el Alarde, sino a lo largo del a?o, alguna repercusi¨®n tiene que tener. Por eso, creo que debe ser tajante el compromiso de todos los poderes p¨²blicos y la sociedad en la erradicaci¨®n radical de la violencia.
P. ?Qu¨¦ cuestiones deber¨ªa afrontar el nuevo Gobierno?
R. En cuanto a las v¨ªctimas de ETA, damos importancia a la proposici¨®n no de ley aprobada por el Parlamento que recoge las medidas que hay que llevar a cabo con las v¨ªctimas. Uno de mis compromisos es conseguir que se desarrolle. Luego est¨¢ el asunto de las indemnizaciones a las v¨ªctimas del franquismo, que creo se reconducir¨¢ porque el anterior Gobierno atendi¨® las recomendaciones del Ararteko. Y luego, la cuesti¨®n de los profesores interinos. Nosotros hicimos una petici¨®n a la consejer¨ªa de Educaci¨®n de que fuera m¨¢s flexible. No nos hizo caso. Espero que el nuevo Gobierno s¨ª atienda nuestras sugerencias.
P. La espina clavada del Ararteko es la reproducci¨®n continua del conflicto del Alarde.
R. Estoy convencido de que bastante antes de que termine mi mandato [en cinco a?os], ese problema se resolver¨¢. Creo que s¨ª hay una cierta evoluci¨®n a mejor y la vida cambia. En Hondarribia e Ir¨²n se viven situaciones kafkianas que no se pueden reproducir. La prueba de algod¨®n de la ley de Igualdad va a ser los pr¨®ximos alardes.
P. ?C¨®mo ve el pa¨ªs tras casi un a?o de ararteko?
R. En el Pa¨ªs Vasco hay muchos pa¨ªses vascos, no s¨®lo en pol¨ªtica, tambi¨¦n en cuanto al bienestar. Hay muchos ciudadanos, m¨¢s de lo que se piensa, que est¨¢n en situaciones cr¨ªticas. Y luego hay dos asuntos que merecen especial inter¨¦s: la atenci¨®n a la Tercera Edad y el fen¨®meno de la inmigraci¨®n.
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