Cotidianeidad m¨¢s aut¨®noma
Guip¨²zcoa refuerza el programa de vida independiente dirigido a personas con graves discapacidades f¨ªsicasLos beneficiarios reciben 10.000 euros para organizar su red de atenci¨®n
"Ahora me siento como una persona 'normal', ya que decido y ordeno mi vida con los recursos que poseo", comenta C¨¦sar Campos, quien naci¨® hace 44 a?os con par¨¢lisis cerebral. El cambio en su manera de desenvolverse cada d¨ªa tiene nombre: programa de apoyo a la vida independiente, un plan puesto en marcha el pasado a?o como experiencia piloto por el Departamento para la Pol¨ªtica Social de la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa. El proyecto se dirige a personas que sufren discapacidades f¨ªsicas graves y necesitan ayuda para realizar gran parte de las actividades cotidianas. Los buenos resultados obtenidos han animado a la Diputaci¨®n a reforzar su iniciativa.
Hasta no hace mucho, estas personas se ve¨ªan obligadas a vivir en una residencia o depender de sus familias la mayor parte del d¨ªa. Ahora, con el programa foral, reciben de la Diputaci¨®n una ayuda de 10.000 euros anuales, que les permite "vivir en su domicilio y organizar su propia red de atenci¨®n", dice la diputada para la Pol¨ªtica Social, Esther Larra?aga. Esta aportaci¨®n es compatible con otro tipo de recursos p¨²blicos, como las subvenciones para apoyos t¨¦cnicos, el servicio de atenci¨®n domiciliaria o una plaza en un centro de d¨ªa.
El objetivo ¨²ltimo es que, pese a sus limitaciones f¨ªsicas, estas personas puedan llevar "una vida lo m¨¢s normalizada posible", subraya Larra?aga. O, como dice Campos, que "no tenga que estar marcada y ordenada por terceros". ?l reside desde hace poco m¨¢s de un a?o en Hondarribia con su pareja y se ha organizado de tal forma que, por las ma?anas, una chica del servicio de atenci¨®n domiciliaria le ayuda a levantarse, asearse, vestirse y desayunar. Luego le acompa?a hasta el autob¨²s que le traslada al centro de d¨ªa que la Asociaci¨®n de Paral¨ªticos Cerebrales de Espa?a (Aspace) tiene en Ir¨²n. Con el dinero que cobra de la Diputaci¨®n, C¨¦sar ha decidido contratar a otra joven por las tardes que le asiste en todo aquello que precise. En la calle se desenvuelve solo, gracias a su silla el¨¦ctrica y al bliss, un sistema de comunicaci¨®n por s¨ªmbolos.
Mila U. tambi¨¦n ha ganado autonom¨ªa con el plan foral. Tiene 49 a?os y padece la enfermedad de Steiner, un mal hereditario que va debilitando sus m¨²sculos de forma progresiva. Su juventud transcurri¨® sin rastro de la enfermedad, que comenz¨® a manifestarse cumplidos los 30. "Al poco de casarme y tener a mi hijo, empec¨¦ a notar que me costaba subir las escaleras", recuerda. Por entonces trabajaba en una notar¨ªa, pero el mal de Steiner fue ganando terreno en su cuerpo y tuvo que abandonar el empleo. Ahora apenas puede sostenerse sola en pie.
Por ello, el programa de vida independiente le ha venido "estupendamente". Mila est¨¢ separada de su marido y vive en Zumaia con su hijo. Contaba desde hace unos a?os con una asistenta, pero el plan de la Diputaci¨®n le ha permitido contratar a otra. "Mi hijo tambi¨¦n est¨¢ encantado. Tiene 23 a?os y para ¨¦l resulta muy violento tener que cambiarme y eso...", comenta.
C¨¦sar Campos y Mila U. son dos de los cuatro beneficiarios del programa. A ellos se podr¨¢n sumar este a?o cuatro o cinco personas m¨¢s, ya que la Diputaci¨®n ha reforzado el plan con un presupuesto de 135.000 euros, frente a los 50.000 del pasado ejercicio.
Los requisitos para acceder al programa son que el usuario sea capaz de organizar su vida y tomar las principales decisiones y que disponga de una vivienda propia o en alquiler. Seis personas ya han mostrado su inter¨¦s por el plan.
Entre los candidatos est¨¢ Xabier Madina, un ingeniero inform¨¢tico de 34 a?os afectado de par¨¢lisis cerebral desde su nacimiento. Es capaz de regir su vida, hasta el punto de que dirige su propia empresa, que se vale de las nuevas tecnolog¨ªas para crear herramientas dirigidas a quienes, como ¨¦l, padecen discapacidades f¨ªsicas. Sin embargo, no acaba de encontrar un piso adaptado y cercano a su trabajo, en el barrio donostiarra de Intxaurrondo, donde se traslad¨® hace unos meses.
Madina, que forma parte del movimiento europeo de vida independiente, reside de momento en la unidad foral de alojamientos polivalentes de Txara II, situada precisamente en Intxaurrondo. "La calidad de vida es buena. Tienes libertad para entrar y salir, pero no dejas de estar sujeto a unos horarios de comida y atenci¨®n", indica. El traslado a un piso le har¨ªa ganar en libertad y autonom¨ªa y le permitir¨ªa elegir "c¨®mo y cu¨¢ndo" invertir la ayuda foral. Y pone un ejemplo: "Decidir algo tan b¨¢sico como qu¨¦ vas a comer, te da una gran autoestima".
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