Las maniobras de Berlusconi irritan a sus socios de Gobierno

La fuga hacia adelante emprendida el lunes por Silvio Berlusconi dej¨® su coalici¨®n m¨¢s herida que nunca. Ayer fueron los ministros de Alianza Nacional los que se declararon dispuestos a abandonar el Ejecutivo italiano, tras la comparecencia parlamentaria del presidente del Gobierno, prevista para hoy. El quiebro de Berlusconi, que se neg¨® a dimitir para recibir el encargo de formar nuevo Gobierno, cuando hab¨ªa pactado hacerlo, dej¨® a sus socios posfascistas y centristas "amargados" y confusos. La oposici¨®n exigi¨® elecciones inmediatas.

Los ca¨®ticos acontecimientos del lunes, una jornada en la que Berlusconi consigui¨® irritar a la mitad de su coalici¨®n, a toda la oposici¨®n y al presidente de la Rep¨²blica, Carlo Azeglio Ciampi, hicieron m¨¢s veros¨ªmil la posibilidad de unas elecciones anticipadas. Lo m¨¢s probable, sin embargo, segu¨ªa siendo un nuevo Gobierno de Berlusconi, justamente lo que habr¨ªa ocurrido ya el lunes si Il Cavaliere y la Liga Norte no hubieran roto la baraja.

Tanto los posfascistas de AN como la Uni¨®n de Dem¨®cratas Cristianos (UDC) expresaron su intenci¨®n de votar a favor de Berlusconi en la moci¨®n de confianza, tanto en el Senado como en la C¨¢mara de Diputados. Exigieron, sin embargo, una "se?al de discontinuidad" tras la amplia derrota en las elecciones regionales. Esa se?al no pod¨ªa ser otra que la dimisi¨®n formal del presidente del Gobierno, quien, una vez constatada su mayor¨ªa parlamentaria, recibir¨ªa autom¨¢ticamente del presidente de la Rep¨²blica el encargo de constituir un Gabinete nuevo hasta el fin de la legislatura, en mayo.

AN y UDC, los mayores partidos del centroderecha tras la berlusconiana Forza Italia, se sent¨ªan burlados por la finta del Cavaliere, quien dedic¨® toda la jornada del lunes a alcanzar un acuerdo con sus socios para romperlo mientras se dirig¨ªa al palacio del Quirinal, sede de la Presidencia de la Rep¨²blica. El propio Ciampi, que ya hab¨ªa dispuesto los ritos institucionales de la crisis de gobierno, qued¨® pasmado cuando Berlusconi le inform¨® de que deseaba seguir apurando opciones antes de formar un segundo Ejecutivo. Para Berlusconi era una cuesti¨®n personal: hab¨ªa prometido completar una legislatura completa sin crisis, para distinguirse de las inestables administraciones democristianas que gobernaron Italia hasta el colapso del "viejo r¨¦gimen" y la irrupci¨®n en pol¨ªtica del hombre m¨¢s rico del pa¨ªs.

En AN y UDC cuajaba tambi¨¦n la sensaci¨®n de que la Casa de las Libertades, la gran coalici¨®n de centroderecha, se hab¨ªa partido en dos sin remedio. Berlusconi rompi¨® el pacto jaleado por la Liga Norte, cuyo l¨ªder, Umberto Bossi, defini¨® la actuaci¨®n del jefe del Gobierno como "una jugada magistral". Forza Italia y Liga Norte parec¨ªan m¨¢s unidas que nunca en un eje nordista empe?ado en aprobar a toda costa la reforma constitucional federalista. AN y UDC, con bases electorales en el centro y sur del pa¨ªs, tend¨ªan a unirse en un eje sudista reticente al federalismo (que en el sur pobre se interpreta como una maniobra a favor del norte rico) y a la improvisaci¨®n pol¨ªtica de Berlusconi y Bossi.

Ignazio La Russa, coordinador de AN, anunci¨® que todos los ministros del partido hab¨ªan puesto sus cargos a disposici¨®n del l¨ªder, Gianfranco Fini, para que ¨¦ste formalizara la dimisi¨®n colectiva en cuanto le pareciera conveniente. "Pedimos lo que hemos pedido todos estos d¨ªas pasados: un nuevo Gobierno con una marcada discontinuidad en el programa...", se?al¨® La Russa.