El Instituto Cervantes apoya la difusi¨®n del espa?ol con herramientras virtuales
Un curso en l¨ªnea, un sistema de traducci¨®n autom¨¢tica, un buscador especializado, un portal del Centro Virtual Cervantes con material did¨¢ctico, recursos para profesores y traductores son algunas de las ofertas
El Instituto Cervantes, abierto en 1991 y dedicado a la promoci¨®n del espa?ol y de las culturas hisp¨¢nicas, cre¨® su brazo digital, el Centro Virtual Cervantes (CVC), en 1997. Andr¨¦s Elhazaz, director de Inform¨¢tica del instituto, est¨¢ convencido de que la juventud del organismo y el hecho de haber pensado tan pronto en la expansi¨®n digital les ha dado una ventaja sobre institutos centenarios similares de otros pa¨ªses. Naci¨® sin rutinas heredadas, lo que le dio una gran agilidad para aprovechar las nuevas tecnolog¨ªas. Tanto, que algunos de estos institutos extranjeros los han visitado para aprender de su experiencia en Internet.
La preocupaci¨®n del Cervantes por el idioma en el universo digital se advierte en muchos aspectos. Mantiene, por ejemplo, el OESI, un observatorio de informaci¨®n de las tecnolog¨ªas ling¨¹¨ªsticas en espa?ol. El OESI no hace investigaci¨®n propia, pero suministra informaci¨®n sobre todos los proyectos de ingenier¨ªa ling¨¹¨ªstica en Espa?a. Es un frente esencial porque el problema no es tanto cu¨¢ntas webs est¨¢n en un idioma sino, por ejemplo, desarrollar tecnolog¨ªas de la lengua que permitan hablar con las m¨¢quinas en otro idioma que no sea el ingl¨¦s.
El OESI ha abierto hace unos tres meses un servicio de traducci¨®n autom¨¢tica de textos en la web con capacidad para traducir 10.000 palabras por segundo. Juan Pedro Basterrechea, jefe de Tecnolog¨ªa y Proyectos Ling¨¹¨ªsticos, comenta que en este tiempo ya ha traducido 100 millones de palabras, un claro indicio de la demanda existente. Contratado a Systrans y a la espa?ola AutomaticTrans, ofrece traducciones del espa?ol al catal¨¢n, franc¨¦s, ingl¨¦s y portugu¨¦s; del catal¨¢n al espa?ol, etc¨¦tera.
En los traductores habituales las parejas de idiomas favorecen claramente al ingl¨¦s, y las p¨¢ginas pueden ser traducidas a otros muchos idiomas mientras que no hay la oferta rec¨ªproca de traducci¨®n a m¨²ltiples idiomas de p¨¢ginas escritas en otras lenguas, lo que supone una dificultad de difusi¨®n y un aliciente para crear los sitios en ingl¨¦s.
El Instituto Cervantes alberga una serie de servicios, todos gratuitos, excepto el aula de espa?ol AVE. Se trata de una herramienta para el aprendizaje del idioma. El alumno de cualquier pa¨ªs se matricula telem¨¢ticamente en el centro Cervantes o el acreditado m¨¢s pr¨®ximo y de su misma ¨¢rea ling¨¹¨ªstica, y ¨¦ste cubrir¨¢ la tutor¨ªa del estudiante, que tendr¨¢ una serie de recursos en Internet jerarquizados en funci¨®n del grado de aprendizaje. Los m¨®dulos aprovechan al m¨¢ximo el potencial de las nuevas tecnolog¨ªas. Para solventar el problema de una conexi¨®n deficiente, el alumno tambi¨¦n recibe los materiales audiovisuales en un CD.
En la producci¨®n de los materiales se ha tenido en cuenta, seg¨²n se explica en la web del curso, " la diversidad de las sociedades contempor¨¢neas de los pa¨ªses hispanohablantes e incluyen a hombres y mujeres de todas las edades, de diferentes grupos ¨¦tnicos, con distintos niveles econ¨®micos y diferentes creencias".
El material de los cursos, con cuatro niveles de aprendizaje, suma 600 horas. Tambi¨¦n puede utilizarse como complemento de las clases presenciales, ya que despliega un importante cat¨¢logo de recursos pedag¨®gicos.
En el cap¨ªtulo dedicado al vocabulario de los sabores se recurre, por ejemplo, a una divertida secuencia de Mujeres al borde de un ataque de nervios. El proyecto lleva cinco a?os creciendo y los contenidos se han trabajado en colaboraci¨®n con universidades. Tel¨¦fonica, aportando su albergue; HP, cediendo servidores, o Microsoft son algunos de los patrocinadores.
Junto a estos cursos, el sitio ofrece en abierto distintos recursos para el aprendizaje. En un rinc¨®n multimedia, Mi mundo en palabras, los ni?os de 7 a 9 a?os que empiezan a estudiar el idioma hacen un viaje juguet¨®n por una serie de universos visuales donde hay pasatiempos, talleres, mochilas de palabras, etc¨¦tera. Una introducci¨®n a la lengua que tambi¨¦n es consultada por inmigrantes. Para estudiantes adultos hay colecciones de materiales para practicar determinados aspectos de la lengua.
Los traductores y los profesores de espa?ol tienen sus propias ¨¢reas de apoyo. El espacio de los traductores tiene foros abiertos en los que comparten sus dudas y problemas. En este espacio, adem¨¢s, se propone un texto que traducir y un d¨ªa a la semana se discuten por chat las distintas soluciones propuestas.
El CVC tiene cinco personas dedicadas a alimentar el Oteador, un buscador tem¨¢tico. Como explican Elhazaz y Miguel Mara?¨®n, jefe de Contenidos, no se trata s¨®lo de lanzar una ara?a que busque los sitios que alberguen un determinado concepto. Se trata de que tenga relaci¨®n con los asuntos que administra el CVC, que si se busca "Borges" salgan enlaces al literato argentino y no a una marca de aceitunas. Peri¨®dicamente el CVC abre exposiciones virtuales. Por ejemplo, en colaboraci¨®n con el Instituto de Cultura Isl¨¢mica ha organizado una sobre el jard¨ªn andalus¨ª. Este tipo de exposiciones sirven tanto como muestra de un hecho cultural como material did¨¢ctico para el aprendizaje del idioma.
Aunque el CVC es el frente virtual del instituto, el resto de la instituci¨®n no es ajena a la cultura digital. Los centros en distintos pa¨ªses mantienen su propio sitio en la Red y alimentan la oferta digital del instituto. En su archivo audiovisual se recogen v¨ªdeos de todo tipo de actividades de los citados centros.
CVC: cervantesvirtual.com
"Llegaremos hasta donde llegue la tecnolog¨ªa"
"No se puede entender el Instituto Cervantes sin las nuevas tecnolog¨ªas", explica su director, C¨¦sar Antonio Molina. No lo dice por gentileza protocolaria. En su despacho, una pantalla plana le permite celebrar videoconferencias con la gente de la red de institutos repartida por el mundo. "En algunos pa¨ªses, por ejemplo, del mundo ¨¢rabe, hemos jugado un papel introductorio y divulgador de nuevas tecnolog¨ªas, y nuestras sedes son como un cibercaf¨¦". En cartera, entre otros proyectos, los hay de colaboraci¨®n con entidades para el fomento de otras lenguas hisp¨¢nicas.
Si C¨¦sar Antonio Molina pone alg¨²n reparo a las nuevas tecnolog¨ªas es el uso del espa?ol en las mensajer¨ªas instant¨¢neas y los SMS, esas kas que sustituyen a las cus, las abreviaciones l¨¦xicas... "Las normas, en este caso de un idioma, deben cumplirse. Las lenguas son producto de un acuerdo t¨¢cito, de una convenci¨®n que debe respetarse. En este tema se produce un fen¨®meno como el de la est¨¦tica feista que nos invade. Lo bello est¨¢ tan avasallado por lo feo que ya parece indistinguible". Adem¨¢s, en el caso del idioma, al director del IC le preocupa que estos inventos l¨¦xicos los manejen los j¨®venes, los m¨¢s fr¨¢giles en competencias ling¨¹¨ªsticas.
En cualquier caso, la apuesta por las tecnolog¨ªas por parte de C¨¦sar Antonio Molina es clara. "El AVE, el instituto virtual, la aplicaci¨®n de las tecnolog¨ªas, son grandes riquezas del instituto y procurar¨¦ aumentarlas. Llegaremos hasta donde lleguen las tecnolog¨ªas".
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