Rechazado por Madrid
St¨¦phane Lissner, flamante nuevo m¨¢ximo responsable de La Scala de Mil¨¢n, no es un desconocido para los espa?oles. El actual director del Festival de Aix-en-Provence, del teatro de Bouffes du Nord de Par¨ªs junto a Peter Brook y del festival Festwochen de Viena, hab¨ªa sido el elegido para conducir los primeros pasos del Teatro Real antes del desembarco del PP en el Gobierno y cuando el Ministerio de Cultura era llevado por Carmen Alborch. Esperanza Aguirre trat¨® de salvar la situaci¨®n pero no fue suficiente. Lissner se refugi¨® en sus teatros de Aix y Bouffes de Par¨ªs a esperar tiempos m¨¢s tranquilos. Su nombre son¨® con fuerza hace un a?o para hacerse cargo del Festival de Salzburgo. Tambi¨¦n, de nuevo, para el Real. Tampoco esta vez fue posible, a pesar de los buenos oficios de Gregorio Mara?¨®n y la intuici¨®n cultural de Esperanza Aguirre, dispuesta a apoyar lo que pudo ser en su d¨ªa y no fue. Otros maniobraron a la sombra en contra: t¨ªpico de nuestro pa¨ªs. Se salieron con la suya.
Lissner, mientras tanto, consigui¨® que se fuese edificando un nuevo teatro de ¨®pera en Aix, que acoger¨¢, a partir de La valquiria, la Tetralog¨ªa de Wagner con Simon Rattle y la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, en una coproducci¨®n con el Festival de Pascua de Salzburgo, con las premi¨¨res en Aix. La producci¨®n, con direcci¨®n esc¨¦nica de Sth¨¦phane Braunschweig, estaba pensada originalmente para Madrid. Pero, en fin, as¨ª es la vida.
El ex director del teatro Ch?telet de Par¨ªs, teatro desde el que consigui¨® echar un pulso a la mism¨ªsima Bastilla, saliendo victorioso del desaf¨ªo, ha conseguido entusiasmar y enrolar en sus proyectos a directores musicales como Abbado, Boulez, Christie, Rattle o Salonen, y esc¨¦nicos como Chereau, Brook, Sellars, Bondy o Gr¨¹ber. Ha apostado por nuevos creadores y por int¨¦rpretes o directores jovenc¨ªsimos. Tambi¨¦n ha potenciado desde Aix las academias y los descuentos econ¨®micos para el p¨²blico local en una selecci¨®n de conciertos.
La Scala de Mil¨¢n, el teatro de ¨®pera m¨¢s emblem¨¢tico del mundo, es un territorio complicado, desde luego, pero la profesionalidad y habilidad de Lissner es muy probable que redefinan la filosof¨ªa del teatro para mantener un liderazgo oper¨ªstico-cultural a la altura de los tiempos que corren.
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