El Gobierno respetar¨¢ la denominaci¨®n que cada autonom¨ªa apruebe en su Estatuto

El Gobierno del socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero respetar¨¢ el t¨¦rmino que cada autonom¨ªa quiera poner en su Estatuto como signo de autoidentificaci¨®n (naci¨®n, nacionalidad, regi¨®n...). A la vez, el Ejecutivo socialista defender¨¢ que en la reforma de la Constituci¨®n se incluya la enumeraci¨®n de las comunidades aut¨®nomas siguiendo el orden cronol¨®gico de aprobaci¨®n de los respectivos estatutos de autonom¨ªa, sin alterar lo que dispone el art¨ªculo dos de la Norma fundamental. As¨ª lo manifest¨® ayer el ministro de Administraciones P¨²blicas, Jordi Sevilla, en una conferencia pronunciada en el Club Siglo XXI que present¨® el presidente de la Generalitat de Catalu?a, Pasqual Maragall.

La Constituci¨®n citar¨¢ las comunidades por orden de aprobaci¨®n de sus estatutos

Zapatero propone que la reforma de los estatutos cuente con un apoyo m¨ªnimo de dos tercios

Jordi Sevilla defiende un Senado de representantes de Ejecutivos aut¨®nomos y senadores electos

De este modo, el Gobierno pretende "cerrar el mapa auton¨®mico" que abri¨® la Constituci¨®n y cerrar, tambi¨¦n, el debate sobre si debe retocarse o no el art¨ªculo dos de la Constituci¨®n, que define a Espa?a conformada por nacionalidades y regiones.

Adem¨¢s de la denominaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas, el ministro se defini¨® tambi¨¦n sobre otra de las cuatro reformas de la Constituci¨®n que el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, propuso en su debate de investidura, la del Senado.

Jordi Sevilla propone una C¨¢mara alta que, tras la reforma, tenga una composici¨®n mixta entre representantes directos de los Gobiernos auton¨®micos y senadores elegidos, al estilo de la actual Comisi¨®n General de Comunidades Aut¨®nomas que ya funciona en el Senado desde 1996 y aprobada en la reforma del Reglamento de la C¨¢mara alta de septiembre de 1994.

Proteger la igualdad

Tambi¨¦n adelanta que el Senado "proteja los hechos constitucionales como son las diferencias identitarias y la solidaridad e igualdad entre los ciudadanos". Avanza, asimismo, que debe constituirse en "C¨¢mara de primera lectura para las iniciativas parlamentarias de contenido territorial". Y propone, en definitiva, que el Senado se convierta, tras la reforma, en lugar de encuentro y negociaci¨®n entre las comunidades aut¨®nomas y entre ¨¦stas y el Gobierno central.

En cuanto a las reformas estatutarias, el ministro de Administraciones P¨²blicas plantea que "no se pueden reformar las reglas de juego sin un amplio consenso, que podr¨ªamos cifrar en los dos tercios". Esto es, que propone generalizar la propuesta que Zapatero hizo para la revisi¨®n del Estatuto vasco, en Bilbao, el pasado 14 de abril. La f¨®rmula de los dos tercios ya la recoge el Estatuto de Catalu?a, por ejemplo.

Tambi¨¦n rechaza que las reformas estatutarias sean un instrumento para reformar la Constituci¨®n, en alusi¨®n a lo que intent¨® el llamado plan Ibarretxe. "No es a trav¨¦s de una propuesta de reforma estatutaria que trae a las Cortes Generales un Parlamento auton¨®mico como se reforma la Constituci¨®n", dijo.

Aunque compromete a su Gobierno a que las leyes org¨¢nicas no vulneren competencias de las comunidades aut¨®nomas, Sevilla rechaza tambi¨¦n que las autonom¨ªas puedan cambiar leyes org¨¢nicas del Estado desde la reforma de sus estatutos. "No puede haber m¨¢s LOAPAS, ni hechas desde las comunidades aut¨®nomas contra el Gobierno central, ni viceversa", dice el ministro en referencia a la ley de armonizaci¨®n auton¨®mica declarada inconstitucional en 1983.