Reglamento del Congreso, una oportunidad hist¨®rica
El autor reclama que el futuro texto recoja el derecho de los electos, de la ciudadan¨ªa y de las instituciones para relacionarse con la C¨¢mara en catal¨¢n, gallego y euskera.
Asumir situaciones de rid¨ªculo o freakismo -t¨¦rminos con que nos obsequian algunos opinadores por reivindicar en el Parlamento espa?ol nuestros derechos ling¨¹¨ªsticos como catalanohablantes- no nos infunde, a los republicanos catalanes, ning¨²n tipo de complejo. Desde la misma tarde que anunciamos, tambi¨¦n en parte en catal¨¢n, el apoyo a la investidura del presidente, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, qued¨® clara nuestra oferta a la izquierda espa?ola para rehacer todo aquello que los ocho a?os de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar desconstruyeron.
Este primer a?o de legislatura hemos soportado las situaciones violentas que genera la voluntad de superaci¨®n de una anormalidad que, en los umbrales del siglo XXI, ya no resiste m¨¢s el paso del tiempo. Hoy d¨ªa, aunque disguste a algunos, modernidad, cultura y europe¨ªsmo son sin¨®nimo de pluriling¨¹ismo, y todo aquello que se aleja de esta ecuaci¨®n orillea la marginalidad.
Hoy en d¨ªa, modernidad, cultura y europe¨ªsmo son sin¨®nimo de pluriling¨¹ismo
Durante este primer tramo de la nueva etapa parlamentaria hemos intentado reflejar dicha anomal¨ªa con nuestros posicionamientos en la C¨¢mara, defendiendo el uso de nuestra lengua. Lo hicimos con el convencimiento que encontrar¨ªamos en los diputados de las izquierdas la suficiente complicidad para cerrar una etapa que hab¨ªa convertido las lenguas catalana, gallega y vasca en invisibles en Espa?a, lo cual m¨¢s all¨¢ de no contribuir a socializarlas en el conjunto del Estado, ha debilitado su normalizaci¨®n y amenaza su capacidad para atender a los retos que impone la globalizaci¨®n.
Como prueba de que estamos inmersos en una nueva coyuntura de progresos, seis grupos parlamentarios (CiU, ERC, PNV, IV, Mixto y Coalici¨®n Canaria) -que a nadie escapa que representan mucho m¨¢s de lo que su suma aritm¨¦tica de diputados pudiera parecer- acordaron hace unos meses en Sitges una actuaci¨®n conjunta para los trabajos del nuevo Reglamento. El acuerdo incluye, ente otros, los derechos ling¨¹¨ªsticos de los electos y el reconocimiento de la capacidad de la ciudadan¨ªa y de las instituciones a relacionarse con el Congreso en cualquier lengua cooficial. Pero debe remarcarse que los grupos parlamentarios firmantes del acuerdo de Sitges dejaron bien claro que la lengua prioritaria de trabajo del Parlamento espa?ol debe ser la castellana, de igual manera que la inglesa deber¨ªa ocupar la primac¨ªa funcional en Bruselas o Estrasburgo. El Reglamento, una vez reconocidos los derechos ling¨¹¨ªsticos, deber¨¢ ser suficientemente sabio como para regular el uso de las distintas lenguas, que podr¨ªa quedar reducido a las sesiones plenarias.
No obstante, resta por conocer cu¨¢l ser¨¢ la posici¨®n final del Grupo Socialista en el Congreso. ?Optar¨¢ por dar el paso definitivo hacia el pluriling¨¹ismo y apoyar¨¢ las enmiendas acordadas por todos los grupos -excepto PP y PSOE, claro est¨¢- en Sitges? De ser as¨ª, sin duda estar¨ªamos ante la materializaci¨®n del compromiso adquirido por el presidente Zapatero en respuesta en una de las ¨²ltimas sesiones de control a los portavoces Puigcerc¨®s y Erkoreka que le demandaban c¨®mo har¨ªa compatible su compromiso en favor de las lenguas en Europa y su plasmaci¨®n en las instituciones espa?olas. Compromiso reforzado a¨²n m¨¢s con su denuncia en Par¨ªs en pro de la riqueza pluriling¨¹e (porque ante la Asamblea Nacional francesa preconizar el valor de las lenguas "regionales" sin duda adquiere el valor de denuncia). Podr¨ªa darse el caso de que los socialistas optaran por manifestar su incapacidad por zafarse de la influencia del PP y pretendieran demorar o aparcar la soluci¨®n, trasladando toda la presi¨®n al presidente de la C¨¢mara, el cual -como es bien sabido- debe dar respuesta a una petici¨®n firmada por todos los grupos de tradici¨®n democr¨¢tica, en la cual se le insta a permitir intervenciones breves en lengua no castellana seguidas de inmediata traducci¨®n, tal como ¨¦l mismo durante dos semanas hab¨ªa tolerado.
Sin embargo, deber¨ªamos deslindar la an¨¦cdota de la categor¨ªa. El nudo gordiano se halla en la incorporaci¨®n en el Reglamento de los derechos ling¨¹¨ªsticos y a tal efecto corresponde al PSOE definirse al menos con la misma claridad que lo ha hecho ERC. El Grupo parlamentario de Esquerra puso tambi¨¦n sobre la mesa la cuesti¨®n en la primera reuni¨®n bilateral PSOE-ERC celebrada hace 15 d¨ªas escasos, en la cual se demand¨® concreci¨®n de cinco gestos que permitieran explorar acuerdos parlamentarios de mayor calado: publicaci¨®n de las balanzas fiscales, colocar en la hoja de ruta la descentralizaci¨®n de la gesti¨®n de los aeropuertos, retirada de los recursos de inconstitucionalidad presentados por el Gobierno del PP contra la Generalitat, ejecuci¨®n de las pol¨ªticas sociales pactadas en los Presupuestos del Estado para el 2005 y regulaci¨®n de las lenguas cooficiales en el Congreso.
Val¨®rese el esfuerzo pol¨ªtico de un grupo parlamentario novel que desde el independentismo hace una apuesta estrat¨¦gica firme y decidida por el modelo de Estado federal y rem¨¢tese el de un Gobierno socialista que, sin precedentes, incluso en etapas en las que el denominado Grupo Catal¨¢n fue determinante para la orientaci¨®n gubernamental, de una vez por todas, el Estado espa?ol pueda vencer sus propios miedos y sus innombrables presiones y d¨¦ un giro hist¨®rico en la gesti¨®n de la pluralidad ling¨¹¨ªstica y cultural que es, sin duda, su mayor riqueza. Todo ello en favor de la construcci¨®n de una sociedad cada vez m¨¢s tolerante y abierta a su propia diversidad.
Confiamos que no se abocar¨¢ a los no castellanohablantes a la insumisi¨®n ling¨¹¨ªstica en el Congreso de los Diputados.
Joan Tard¨¤ i Coma es portavoz del Grupo Parlamentario de ERC en el Congreso.
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