El negocio del colegio
No es f¨¢cil utilizar un lenguaje cort¨¦s para responder al director del proyectado Colegio Newman. Y no lo es porque, en nuestra opini¨®n, s¨®lo el t¨¦rmino desfachatez sirve para definir las afirmaciones que hace en su carta del 14 de abril cuando explica que el cobro entre 5.000 y 9.000 euros a los padres que acuden a apuntar a sus hijos a este colegio es s¨®lo una "solicitud de aportaciones voluntarias" a padres interesados en apoyar su iniciativa educativa, y no una aportaci¨®n econ¨®mica para garantizar la admisi¨®n de los alumnos.
S¨®lo este dato deber¨ªa bastar para medir la catadura del proyecto que defiende el se?or Juan Ram¨®n de la Serna. No se est¨¢n pidiendo aportaciones voluntarias, porque cuando son voluntarias, a las aportaciones no se les pone nombre y apellidos en forma de ceros en el cheque. A la gente se le est¨¢ pidiendo una cantidad que, con toda probabilidad, est¨¢ sirviendo para financiar la construcci¨®n del edificio, y desde luego, han de tener una contrapartida a cambio, ?o es que el padre que sufrague los costes de construcci¨®n va a llevar a su hijo a otro colegio?
Por eso, es dif¨ªcil utilizar un lenguaje cort¨¦s. Porque se falta de nuevo a la verdad al decir que los criterios de admisi¨®n ser¨¢n los establecidos por la legislaci¨®n, y no los propios de quien quiere montar un negocio muy lucrativo a base de captar al alumnado de m¨¢s alto poder adquisitivo de Las Rosas, marginando al resto, cuyos padres no sean capaces de pagar por la educaci¨®n de sus hijos -que en el distrito de San Blas siguen siendo la inmensa mayor¨ªa-.
Aunque, si cabe, la mayor burla que se produce en la carta de este se?or es cuando nos dice que la Fundaci¨®n Internacional de Educaci¨®n -detr¨¢s de la que est¨¢ la organizaci¨®n fundamentalista Comuni¨®n y Liberaci¨®n- "en ning¨²n momento ha recibido un solo c¨¦ntimo del Ayuntamiento, ni de la Comunidad de Madrid".
El anterior alcalde en Madrid, ?lvarez del Manzano, deber¨ªa llamarle desagradecido por olvidar que fue el Ayuntamiento, con los votos del PP y la oposici¨®n del PSOE e IU, el que el 20 de febrero de 2002 cedi¨® gratuitamente el usufructo por 75 a?os de un terreno que en aquel momento Gerencia de Urbanismo valoraba en 12 millones de euros. Cesi¨®n basada en el amiguismo, ya que no hubo concurso p¨²blico alguno, aunque s¨ª la intercesi¨®n del obispado de Madrid por indicaci¨®n del cardenal Rouco Varela, en sendas cartas filtradas a la opini¨®n p¨²blica desde los despachos de Gerencia.
El segundo favor econ¨®mico que no quiere reconocer el se?or J. R. de la Serna es la promesa de concierto hecha por el anterior consejero de Educaci¨®n en la Asamblea de Madrid, Mayor Oreja, cuando asegur¨®, dos meses m¨¢s tarde, que ese colegio se concertar¨ªa. Cuando de todo empresario de la ense?anza es sabido que previo a saber si un centro puede ser concertado hay que confirmar si responde a las exigencias y requisitos establecidos por la ley.
As¨ª pues, ha sido mucho m¨¢s que un c¨¦ntimo lo que el se?or De la Serna y su fundaci¨®n han recibido del Ayuntamiento, la Comunidad y la divina providencia: un terreno millonario que no ha debido comprar, como hace el resto de empresarios, en una zona joven de alto crecimiento; la palabra de la consejer¨ªa de que le financiar¨¢n los costes de profesorado y gastos de funcionamiento -a trav¨¦s del prometido concierto-, y, para finalizar, la buena voluntad de unos padres que "voluntariamente" est¨¢n financiando el edificio del colegio. ?Se puede pedir m¨¢s? S¨®lo recordar que el dinero p¨²blico debe servir para financiar una ense?anza de calidad para todos y todas, sin discriminaciones. Y que si alguien quiere formar ¨¦lites a partir de particulares idearios, o hacer negocio con ello, que lo pague de su bolsillo.
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