La regi¨®n registra el peor brote de rubeola del decenio

Madrid sufre desde enero el peor brote de rubeola del ¨²ltimo decenio, con 306 casos confirmados por la Consejer¨ªa de Sanidad. Los casos de rubeola empezaron a dispararse a fines de enero, y Sanidad afirma que alcanzaron el pico en marzo, aunque otras fuentes lo ponen en duda. El mayor peligro de la rubeola, generalmente leve, es para las mujeres embarazadas en el primer trimestre de gestaci¨®n, ya que el riesgo de que los beb¨¦s nazcan con sordera, ceguera o retraso mental alcanza el 90%. Cuatro inmigrantes, no vacunadas en su pa¨ªs, han abortado a causa del brote.

La rub¨¦ola era hasta hace tres meses una enfermedad de muy escasa incidencia en Madrid y toda Espa?a. En los 10 primeros meses de 2004, por ejemplo, s¨®lo 10 personas la sufrieron en la regi¨®n. En todo 2003, a?o en el que hubo otro brote que afect¨® a 19 inmigrantes, los casos confirmados por Sanidad en Madrid fueron 32. En 2002, 25.

El resto de Espa?a no se ha visto por ahora afectado por el brote que sufre Madrid. Hasta marzo, cuando Madrid ya superaba los 200 casos, s¨®lo hab¨ªan sido notificados cuatro en las dem¨¢s comunidades, seg¨²n el Ministerio de Sanidad.

Los servicios de epidemiolog¨ªa de la regi¨®n detectaron en enero un aumento de erupciones cut¨¢neas, o exantemas v¨ªricos (granitos en la piel causados por alg¨²n virus) en pacientes que acud¨ªan a los centros de salud. Estos casos fueron notificados a la Direcci¨®n General de Salud P¨²blica de Sanidad como sospechosos de sarampi¨®n, una enfermedad sometida a especial vigilancia porque Sanidad quiere erradicarla a finales de este a?o.

Los laboratorios, sin embargo, concluyeron que se trataba de rub¨¦ola. La expansi¨®n de la enfermedad ha sido muy r¨¢pida: de ning¨²n caso en la primera semana del a?o, se pas¨® a tres en la segunda, a 12 en la cuarta, a 24 en la octava y a 38 en la d¨¦cima, correspondiente a mitad de marzo, seg¨²n varios informes internos de Sanidad a los que ha tenido acceso EL PA?S.

Laboratorios

Francisco Marqu¨¦s, subdirector de Epidemiolog¨ªa de Sanidad, afirma que desde entonces la incidencia de la rubeola ha empezado a descender. Otras fuentes de Salud P¨²blica, sin embargo, lo ponen en duda y explican que quedan decenas de casos a¨²n por confirmar en los laboratorios y que ser¨¢ necesario que transcurra otro mes para estar seguro de ello. Los propios informes internos de Sanidad afirman que los datos de las ¨²ltimas semanas "probablemente no reflejan la situaci¨®n real, debido a los casos a¨²n no notificados".

La mayor¨ªa de los afectados son inmigrantes de ambos sexos y varones espa?oles de 20 a 45 a?os. En el caso de los hombres espa?oles, la mayor incidencia se explica porque la vacuna de la rubeola empez¨® a aplicarse en Espa?a a las ni?as en los a?os setenta, mientras en los ni?os no se universaliz¨® hasta los ochenta y noventa. La mayor incidencia entre la poblaci¨®n inmigrante se debe a la deficiente vacunaci¨®n en sus pa¨ªses de origen.

De los 223 casos de rub¨¦ola confirmados el pasado 23 de marzo, 68 eran espa?oles y el resto inmigrantes. Colombia, con 39 casos; Ecuador, con 34; Bolivia, con 10, son las nacionalidades m¨¢s afectadas. En 36 enfermos, Sanidad no ha concretado la nacionalidad de los enfermos.

La rub¨¦ola es una enfermedad muy contagiosa causada por un virus. Tiene un periodo de incubaci¨®n de entre dos y tres semanas y sus s¨ªntomas suelen ser molestos, pero leves. En adultos causa fiebre moderada, malestar general, dolores y erupciones cut¨¢neas. En los ni?os, los s¨ªntomas son los mismos, aunque cursan de forma m¨¢s suave y desaparecen en entre tres y siete d¨ªas.

El gran riesgo de la enfermedad, sin embargo, es cuando la contrae una mujer en el primer trimestre de gestaci¨®n. En estos casos, el riesgo de que el beb¨¦ nazca con malformaciones cong¨¦nitas se sit¨²a entre el 80% y el 90%. Es la denominada rub¨¦ola cong¨¦nita y produce ceguera, sordera o retraso mental.

Riesgo de malformaciones

La madres que enferman en el primer trimestre tambi¨¦n multiplican el riesgo de sufrir abortos espont¨¢neos o muertes intrauterinas del feto. A partir de la semana 16 de gestaci¨®n, el riesgo de malformaciones se reduce al 10% y desaparece en la semana 20. Si una mujer embarazada adquiere la rubeola, los m¨¦dicos recomiendan que interrumpa el embarazo.

Varias fuentes de Salud P¨²blica confirmaron ayer que esto es lo que ha ocurrido en cuatro ocasiones en este brote, a pesar de que por el momento Sanidad admite s¨®lo un aborto.

El PSOE critic¨® ayer la actuaci¨®n de Sanidad en el brote. "Ante un brote de estas caracter¨ªsticas es evidente que primero hay que conocer el alcance real del n¨²mero de afectados. Luego identificar a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable en riesgo, en este caso las mujeres embarazadas, y por ¨²ltimo emprender medidas de actuaci¨®n espec¨ªficas hacia ellas. Sanidad ha fallado en los tres casos", afirma el diputado regional del PSOE Francisco Hern¨¢ndez Ballesteros. "Mientras se ha gastado millones de euros en publicitar las listas de espera, ha sido incapaz de hacer una campa?a para recomendar a las mujeres inmigrantes embarazadas acudir con urgencia al m¨¦dico", critica.

Marqu¨¦s, por su parte, asegura que el Gobierno regional ha reforzado la vigilancia sobre la rub¨¦ola: "Adem¨¢s, en febrero fue remitida a todas las gerencias de atenci¨®n primaria una nota para que los m¨¦dicos vacunaran a los colectivos m¨¢s afectados".

Ildefonso Hern¨¢ndez Aguado, presidente de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, considera que, una vez detectado el brote, las autoridades sanitarias "deben activar cuantos mecanismos tengan a su alcance para evitar los riesgos, tan graves en este caso como son las malformaciones cong¨¦nitas".

"Reforzar la vigilancia entre los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria es una buena medida, pero los m¨¦dicos solos no lo pueden hacer todo. En este caso, en el que la poblaci¨®n inmigrante es la m¨¢s afectada, hay que acercarse a ellos mediante las asociaciones, los recursos sociales y tambi¨¦n mediante campa?as informativas para ampliar la cobertura vacunal", concluye Hern¨¢ndez.