El catal¨¢n, el portugu¨¦s y el euskera sonaron en el marat¨®n del 'Quijote'
Jos¨¦ Saramago empez¨® la tanda de lecturas que cerr¨®, por la noche, Josep Maria Castellet
El Quijote son¨® ayer en portugu¨¦s, catal¨¢n y euskera en los jardines del se?orial Palau Robert, en el paseo de Gr¨¤cia de Barcelona, cerca de los abarrotados puestos de libros y rosas. El Nobel de Literatura Jos¨¦ Saramago fue el encargado de abrir por la ma?ana un concurrido marat¨®n de ocho horas de lectura del Quijote, prevista de una versi¨®n catalana de la obra, leyendo -casi recitando, incluso de memoria en alg¨²n momento- en un melodioso portugu¨¦s. M¨¢s tarde, Bernardo Atxaga tambi¨¦n se salt¨® el programa y recurri¨® a una traducci¨®n en euskera de la obra.
El autor de Ensayo sobre la lucidez eligi¨® su lengua materna para participar en la actividad, organizada coincidiendo con el d¨ªa de Sant Jordi, al igual que lo hizo Bernardo Atxaga, que ley¨® en euskera un fragmento del ¨²ltimo cap¨ªtulo de la primera parte de las aventuras del hidalgo manchego, aqu¨¦l en el que Miguel de Cervantes narra la atroz disputa entre don Quijote y el cabrero. El escritor gallego Suso de Toro, que sucedi¨® en el atrio a su colega vasco, opt¨®, sin embargo, por el catal¨¢n para completar el ajetreado episodio literario.
El escritor, cr¨ªtico y editor Josep Maria Castellet, que intervino al empezar el marat¨®n y, ya entrada la noche, cerr¨® la tanda de lecturas (con la versi¨®n del libro traducida al catal¨¢n por Antoni Bulbena en 1891 y reeditada ahora por Edicions 62), se congratul¨® de que tanto Saramago como Atxaga hubiesen querido contribuir a la iniciativa leyendo en sus respectivas lenguas porque esa feliz decisi¨®n, dijo, hab¨ªa dado lugar a un acto "que no se ha producido nunca antes" en Espa?a, y que ¨¦l calific¨® de "homenaje de las lenguas ib¨¦ricas a Cervantes y al Quijote".
Al Nobel, cuya presencia atrajo a numeroso p¨²blico de todas las edades -un ni?o escuchaba embelesado ante el entarimado abrazado a su flamante Mi primer Quijote, ilustrado por Mingote-, le correspondi¨® "el privilegio", como asegur¨®, de empezar a leer el Quijote por el principio, una parte de la obra que "se conoce desde el polo sur al polo norte". La versi¨®n en portugu¨¦s que ley¨® llevaba la firma de Aquilino Ribeiro, "uno de los m¨¢s importantes, si no el m¨¢s importante novelista portugu¨¦s del siglo pasado". A los fuertes aplausos con los que los barceloneses festejaron la lectura, el autor respondi¨® con un sentido "moito obrigado" ('muchas gracias').
Bernardo Atxaga, a quien toc¨® el turno justo antes de la hora de la comida, ley¨® su parte del Quijote a trav¨¦s de la traducci¨®n al euskera que Pedro Berrondo hizo del libro en 1976, y que durante este a?o se revisar¨¢ actualiz¨¢ndola a la lengua normativa. El autor de El hijo del acordeonista consider¨® "un acto singular" que en Barcelona se leyera en euskera un fragmento del Quijote -"esa novela inglesa escrita en castellano, como la llamaba mi profesor, de aqu¨ª de Barcelona, Jos¨¦ Mar¨ªa Valverde"-. Al acabar, no pudo por menos que expresar un sentimiento. "Realmente", se sincer¨® el escritor, "me gusta mucho leer el Quijote en euskera".
En el marat¨®n particip¨® tambi¨¦n, entre otros escritores, la mallorquina Carme Riera, que eligi¨® uno de sus fragmentos preferidos del libro, del que es una gran estudiosa. Riera ley¨®, en catal¨¢n, el principio del cap¨ªtulo 45, en el que Don Quijote discute con el barbero sobre si su bacina es s¨®lo una palangana, como defiende ¨¦ste, o bien el maravilloso yelmo de Mambrino, como cree el hidalgo.
Por el escenario del marat¨®n desfilaron, adem¨¢s, pol¨ªticos, periodistas, actores, cantantes...
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