Maragall pide unidad para que en el pr¨®ximo Sant Jordi haya nuevo Estatuto

La celebraci¨®n oficial de la jornada de Sant Jordi, patr¨®n de Catalu?a, que tradicionalmente es una fiesta de cultura dedicada a los libros, reflej¨® este a?o en el plano pol¨ªtico las tensiones existentes en la redacci¨®n de la reforma del Estatuto de Autonom¨ªa. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, pidi¨® "unidad c¨ªvica y pol¨ªtica" para que "el a?o pr¨®ximo celebremos Sant Jordi con el nuevo Estatut".

La apelaci¨®n del presidente fue replicada por el l¨ªder de la oposici¨®n, Artur Mas, de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), quien afirm¨® que, "desgraciadamente, esto en catalu?a no se ha dado en los ¨²ltimos tiempos". El diputado nacionalista acus¨® a los socialistas de reclamar en Catalu?a una unidad "que se rompe en Madrid cuando junto con el PP se dedican a votar en contra de que el catal¨¢n sea un idioma de uso normal en las Cortes espa?olas".

Tambi¨¦n el presidente del PP en Catalu?a, Josep Piqu¨¦, critic¨® la "expresi¨®n voluntarista" de Maragall sobre la pr¨®xima aprobaci¨®n de la reforma del Estatuto. "Esto no es cierto", asegur¨®, "porque queda mucho trabajo por hacer y muchos obst¨¢culos por superar".

La actitud renuente de CiU es la que m¨¢s preocupa al Gobierno catal¨¢n. Los nacionalistas han incrementado en los ¨²ltimos meses sus cr¨ªticas y desplantes hacia Maragall, a quien niegan que tenga "autoridad moral" para dirigir el pa¨ªs. Como una expresi¨®n m¨¢s de esta actitud cabe sumar el rechazo del ex presidente Jordi Pujol a asistir ayer a la recepci¨®n oficial ofrecida por Maragall en el palacio de Pedralbes, a la que acudieron unas 2.000 personas. Mas s¨ª acudi¨®, pero lleg¨® con una hora de retraso.

Los nacionalistas han organizado para hoy un gran mitin para conmemorar el 25 aniversario de la primera investidura de Pujol como presidente de la Generalitat. CiU no ha querido que, el d¨ªa antes de esta conmemoraci¨®n, Pujol compartiera recepci¨®n con su sucesor en la presidencia de la Generalitat.

Los dirigentes de CiU no acaban de asumir su condici¨®n de fuerza opositora, y esto se traduce en una actitud exigente en la ponencia redactora del Estatuto que no se corresponde con una mayor¨ªa parlamentaria, pero que s¨ª es susceptible de impedir que se alcancen los dos tercios de la C¨¢mara requeridos para la reforma.