Nuestro silencio sobre Rusia

Les felicito en primer lugar por la idea de su editorial del jueves 21 de abril sobre Una Rusia sombr¨ªa. Contribuyen as¨ª positivamente a evitar aquello de lo que El Roto en sus vi?etas nos ha precavido m¨¢s de una vez de que "de tanto no mirar, nos quedamos ciegos".

Dicho sea esto, me sigue pareciendo muy indignante que en un editorial de m¨¢s de 900 palabras ustedes despachen con un eufem¨ªstico y desinformador "brutales excesos de Chechenia" el grav¨ªsimo e intolerable exterminio de la poblaci¨®n chechena. En este tiempo parad¨®jicamente superficial en el que la palabra genocidio est¨¢ en boca de todos a todo momento salvo cuando realmente ocurre, como en Ruanda y el caso que aqu¨ª nos concierne, el ritmo trepidante de la informaci¨®n period¨ªstica y el maquiavelismo mal entendido de nuestros pol¨ªticos europeos parecen saltarse alegremente la desaparici¨®n (sin entrar en mutilaciones y traumatismos) de m¨¢s de la quinta parte de la poblaci¨®n chechena en los ¨²ltimos 10 a?os. Tampoco hacen ustedes menci¨®n de la condena del tribunal europeo de los derechos humanos en febrero por torturas, asesinatos y secuestros del Ej¨¦rcito ruso en Chechenia. Que estas cosas no se sepan es casi tan tr¨¢gico como que se cometan, sobre todo porque alientan a que nuestros representantes pol¨ªticos, como Zapatero, Chirac y Schr?der el pasado 18 de marzo, den palmaditas en la espalda a ese peligroso bombero pir¨®mano que es Vlad¨ªmir Putin.