"Me caso en octubre"

"Me casar¨¦ con mi pareja, Sergio ??iguez, el pr¨®ximo octubre", dice ??igo Lamarca (San Sebasti¨¢n, 1959), el Defensor del Pueblo vasco (Ararteko) desde junio de 2004. Considera que el proyecto de ley aprobado esta semana es una noticia excelente "no s¨®lo para gays y lesbianas, sino para todas las personas e instituciones que luchan por los derechos de la persona".

Lamarca es letrado de las Juntas Generales (Parlamento provincial) de Guip¨²zcoa en excedencia, y hasta que accedi¨® a aquel cargo institucional presid¨ªa la Asociaci¨®n de Gays y Lesbianas de Euskadi. Autor de Gay nauzu (Soy gay), retazos de sus diarios de adolescencia y juventud que escribi¨® para "liberar" sus "demonios interiores", ha sido el primer cargo p¨²blico vasco relevante que reconoce p¨²blicamente ser homosexual.

"Quiero acceder a un estatus jur¨ªdico que le d¨¦ protecci¨®n a mi pareja"

El Ararteko fue elegido por el Parlamento de Vitoria sin ning¨²n voto en contra y con los votos nulos de Sozialista Abertzaleak. No le sorprende que fuese un candidato del PNV. "Creo que el PNV ha ido cambiando al ritmo que lo ha hecho la propia sociedad vasca. En esta cuesti¨®n, la dial¨¦ctica no es entre la izquierda y la derecha, sino entre valores democr¨¢ticos. No es casual que quienes m¨¢s han combatido la homosexualidad hayan sido reg¨ªmenes pol¨ªticos de extrema derecha y extrema izquierda", comenta.

En tiempos en que el matrimonio no goza de gran predicamento, Lamarca espera su pr¨®xima boda casi con ansiedad: "Nos hace much¨ªsima ilusi¨®n, porque Sergio y yo formamos una familia y siempre hemos querido formalizar nuestra relaci¨®n. Y, por supuesto, me caso porque amo a mi pareja y quiero acceder a un estatus jur¨ªdico que le d¨¦ protecci¨®n, en caso de muerte o de separaci¨®n".

Para alguien que ha luchado tanto por esta ley, ha llegado el momento hist¨®rico para los derechos de gays y lesbianas. "Todav¨ªa me alegra m¨¢s el hecho de que, desde el jueves, Espa?a se sit¨²a en la vanguardia en el reconocimiento de los derechos de las personas", a?ade.

Tiene claro que, en pocos a?os, el actual rechazo a la ley se ir¨¢ diluyendo hasta desaparecer. "Hace 30 a?os, ser un hijo concebido fuera del matrimonio o adoptado por una familia heterosexual convencional era tambi¨¦n un estigma. Despu¨¦s vino la adopci¨®n internacional, que iba a ser tambi¨¦n terrible porque aquellos ni?os y ni?as trasplantados a otra cultura nunca ser¨ªan aceptados. Ni te cuento si eran de otra raza. Quienes cargan contra los homosexuales hoy, est¨¢n tambi¨¦n en contra del divorcio, del mestizaje, de la igualdad de la mujer, de la eutanasia, del aborto, de la inseminaci¨®n artificial..."