Sevilla CF
El Sevilla CF es un genuino representante del f¨²tbol fino y de seda que representa a la escuela andaluza; ¨¦sa que se da a llamar la "Brasil del Sur". Desde la porter¨ªa hasta la delantera. El Sevilla siempre ha mostrado un f¨²tbol mezcla entre la sobriedad y la est¨¦tica del toque y del regate. Su historia lo avala. La exigencia de Merkel o la defensa de los Campanal, Gallego o ?lvarez est¨¢ claro que no tienen nada que ver con lo actual.
Parece ser que a ciertos se?ores en el seno del Sevilla se les ha olvidado esto a tenor del pobre espect¨¢culo que estamos soportando tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo. El f¨²tbol, se dice, es un deporte de contacto, m¨¢s o menos; pero menos que el baloncesto y mucho menos que el balonmano, y ya no hablemos del k¨¢rate.
He practicado todas esas disciplinas deportivas y he visto las im¨¢genes del c¨¦lebre encontronazo entre el delantero Arango y el defensa Navarro. Si en balonmano se quiere forzar la jugada y provocar algo parecido a lo que hizo Navarro, se tienen cien ocasiones a lo largo de un partido: en el f¨²tbol no, y, casi tampoco en el k¨¢rate. El jugador de balonmano sabe hasta d¨®nde puede llegar con los codos. El karateca sabe que el uso del empi (codo) es una de las armas mas peligrosas.
No es un encontronazo, se?or Navarro. El ¨²nico jugador que viene en carrera es Arango con medio cuerpo hacia fuera de la frontal entre los dos contendientes. El defensa sale al encuentro con barrido y empi al rostro: ?Pa matarlo, vamos!
A nadie interesa su inocencia o culpabilidad (salvo a usted y quiz¨¢ a su presidente), sino que en un acto noble y deportivo se calle o acepte su terrible imprudencia. Aqu¨ª s¨®lo hay una v¨ªctima: el se?or Arango, que al final va a resultar que tuvo la fatalidad de pasar por all¨ª.
A usted, se?or Navarro, lo ¨²nico que le disculpa es que no sepa k¨¢rate, ?o no.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.