"Y luego por la noche al Penta a escuchar"
En un pasaje de la gloriosa canci¨®n de Nacha Pop La chica de ayer, pod¨ªa escucharse eso de "... y luego por la noche al Penta a escuchar, canciones que consiguen que te pueda amar". Ese familiar Penta se refer¨ªa al Pentagrama, el bar musical que se abri¨® en 1976 en la esquina de la calle de La Palma con la Corredera Alta de San Pablo. Hace casi 30 a?os tuvo ah¨ª uno de sus g¨¦rmenes la c¨¦lebre movida madrile?a. A su rebufo, y muy cerca, tres a?os m¨¢s tarde se abri¨® La V¨ªa L¨¢ctea.
Al Penta y a La V¨ªa acud¨ªan a tomar copas los m¨²sicos que empezaron a tocar en El Sol, pues dispon¨ªa de un escenario adecuado para celebrar actuaciones con cierto rigor. Se ha repetido muchas veces que donde estaban los m¨ªticos Rock Ola y Marquee -dos locales separados que acabaron junt¨¢ndose-, enfrente del edificio Torres Blancas, hay ahora una tienda de repuestos de autom¨®viles; y La Bobia, en el Rastro, se ha convertido en una cafeter¨ªa impersonal de barrio. Que de Carolina, en Estrecho, ya no queda nada; y El Escal¨®n, frente a la estaci¨®n de Chamart¨ªn, ha sido absorbido por una galer¨ªa comercial.
Todos ellos constan en cualquier gu¨ªa, reportaje, novela, musical o serie de televisi¨®n que se haga sobre los ochenta, pero pocas veces se habla de otros bares de Madrid, nacidos entonces, por estar alejados de los lugares de moda o en zonas perif¨¦ricas. El caso m¨¢s destacado es el del Hebe, en la vallecana calle de Tom¨¢s Garc¨ªa. Templo por excelencia de los rockeros de barrio, es la cuna de Ska-P, y durante todo el pasado mes de febrero ha celebrado su cuarto de siglo.
Cerca de la plaza de las Descalzas sigue la teter¨ªa Alhama, abierta desde febrero de 1980, un lugar que si bien nunca goz¨® del mismo p¨²blico de La V¨ªa o El Penta, sirvi¨® a muchos noct¨¢mbulos de relajo por su ambiente ¨¢rabe y sus exquisitos tes. Al fin y al cabo, est¨¢ a pocos metros de El Templo del Gato, otro local rockero de ambiente californiano que, con sus 15 a?os, puede seguir la estela de supervivencia de esa V¨ªa L¨¢ctea que alumbra el cielo de la noche de Madrid desde hace 25 a?os.
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