Mart¨ªn Lerma re¨²ne poemas con "un aliento de derrota y cat¨¢strofe personal" en '?rbol negro'

El dolor humano, la desolaci¨®n o el desasosiego, pero tambi¨¦n la esperanza, son las constantes de ?rbol negro, el ¨²ltimo libro del poeta Mart¨ªn Lerma (Villargordo, Ja¨¦n, 1959) y que ha publicado la editorial madrile?a Devenir. La obra est¨¢ compuesta por 41 poemas breves y dividida en dos partes, Met¨¢stasis del dolor y El ojo triste de la ortograf¨ªa, m¨¢s un poema que sirve de pr¨®logo y que el autor escribi¨® despu¨¦s de leer a sus hijos un poema de Leopoldo Mar¨ªa Panero.

Hasta 26 apelaciones al dolor aparecen en el poemario de Mart¨ªn Lerma. "En mi obra hay un aliento doloroso, de derrota, de cat¨¢strofe personal y colectiva", admite el poeta jiennense, quien, no obstante, apostilla: "tambi¨¦n hay alegr¨ªa, a la que se llega muchas veces desde el dolor, camino poco habitual, pero s¨ª personal y po¨¦tico".

Lerma, que es licenciado en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica, entiende la poes¨ªa "como un lugar para la reflexi¨®n, un espacio vital y art¨ªstico donde est¨¢n presentes el amor, el odio (entendido como una forma de amar), el desasosiego y el dolor, pero tambi¨¦n la esperanza". Una poes¨ªa, en definitiva, desgarrada donde el poeta se muestra consciente de la precariedad del lenguaje para llegar a la verdad, aunque tambi¨¦n pretende que la palabra sea un eje de luz.

Se trata del cuarto poemario de Mart¨ªn Lerma, que antes public¨® Noveno real¨ªsimo (1981), Cr¨®nica de tu cuerpo (1989) y Deshora (2003). El escritor Jos¨¦ Vi?als, autor del pr¨®logo de ?rbol negro, define a Lerma como "un poeta neorrom¨¢ntico de clara estirpe espa?ola y rotundamente cercana al tenebrismo de su historia pict¨®rica m¨¢s ilustre".

Profesor del Centro de Educaci¨®n de Adultos El Olivo de Villatorres (Ja¨¦n), Mart¨ªn Lerma defiende la ¨¦tica en su obra y su vida privada. "Cualquier hecho art¨ªstico debe llevar un planteamiento ¨¦tico, y en mi obra, mientras aflora la ira, el dolor, el olvido, el silencio, la ternura, se ve asomar un hombre", manifiesta. Lerma relaciona el hermetismo que se puede apreciar en su obra con su lenguaje austero, pero arriesgado. "Intento arriesgar en el lenguaje porque en el territorio del lenguaje est¨¢ patente la vida". Y a?ade: "A trav¨¦s de ese lenguaje el poeta nombra las cosas y las odia, las maldice, las persigue y las ama, y a trav¨¦s de ese lenguaje el poeta es un ser desamparado, hundido en la incertidumbre, desvalido frente al mundo, pero a la vez es un ser que ama el silencio y la belleza".