Jos¨¦ Manuel Gamboa actualiza la historia del flamenco desde "un presente de gloria"
El m¨²sico y periodista propone una visi¨®n amena y exhaustiva de un arte "que naci¨® mestizo"
Convencido de que en el colegio nos ense?aban la historia "al rev¨¦s", el guitarrista, productor y periodista Jos¨¦ Manuel Gamboa (Madrid, 1959) ha escrito Una historia del flamenco (Espasa) viajando desde el presente hasta el pasado. El libro es una enciclopedia amena y rigurosa, recoge las ¨²ltimas investigaciones musicol¨®gicas y propone una mirada abierta, "sin buenos ni malos", a un arte "que naci¨® mestizo" y que vive un "presente glorioso". En 586 p¨¢ginas, Gamboa rinde tributo a las tres vertientes del flamenco (cante, baile y toque), una m¨²sica "totalmente implicada en su contexto social".
Una historia del flamenco fue presentada ayer en un hotel madrile?o por Juan Luis Cano (Gomaespuma) y Faustino N¨²?ez, music¨®logo, amigo y coautor con Gamboa del libro Camar¨®n, vida y obra. Cano se felicit¨® por la nutrida asistencia de periodistas, recordando que hace unos a?os "a las presentaciones de libros flamencos no iba ni el autor". N¨²?ez defini¨® el libro como "un pedazo de trabajo que re¨²ne todo lo que se sabe del flamenco", afirm¨® que es heredero de "la renovaci¨®n flamencol¨®gica que inici¨® Jos¨¦ Luis Ortiz Nuevo en los a?os noventa", y remat¨® diciendo que "el manual es ya un cl¨¢sico de la bibliograf¨ªa flamenca".
Gamboa mezcla pasi¨®n y datos para "actualizar el conocimiento del flamenco". Con una escritura que utiliza la iron¨ªa y el humor y trata de no pontificar, explica la evoluci¨®n del flamenco como una manifestaci¨®n del arte popular que respira en paralelo a la historia social y pol¨ªtica, y que toma su forma moderna con la Revoluci¨®n Francesa: "La tendencia habitual es remontarse a ancestros muy remotos", dice Gamboa, "pero es en esa ¨¦poca cuando surgen los primeros nombres de artistas y autores: la burgues¨ªa empieza a pagar por escuchar m¨²sica popular y no quiere imitaciones, exige autores".
El relato cronol¨®gico al rev¨¦s -"pens¨¦ que ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil para los lectores viajar desde Paco de Luc¨ªa hasta Pati?o que al contrario"- va acompa?ado por la definici¨®n de los distintos g¨¦neros o palos, que Gamboa sit¨²a en la ¨¦poca en la que van naciendo, y se detiene adem¨¢s en las an¨¦cdotas, las creaciones y las historias personales de los artistas: "He intentado no ningunear a nadie y que est¨¦ todo el mundo. No es una historia de buenos y malos. Marchena y Valderrama fueron artistas tan leg¨ªtimos como Mairena o Talega. En este arte tan dif¨ªcil, cualquiera que ha pasado a la historia es un superdotado".
Una historia del flamenco trata adem¨¢s de desmontar algunos mitos, equ¨ªvocos, lamentos y leyendas urbanas: "Es mentira que la ¨®pera flamenca se inventara para eludir impuestos. El t¨¦rmino fue anterior a la ley y se invent¨® para luchar contra la ¨®pera italiana, que inundaba los teatros y postergaba al flamenco. Manuel Torre, que hoy es ejemplo de cantaor tradicional, fue el m¨¢s moderno de su ¨¦poca. Jip¨ªo no quiere decir quej¨ªo, sino cantar sin respirar".
Pero quiz¨¢ la mayor confusi¨®n se ha producido con la palabra fusi¨®n, y su presunto ant¨®nimo, pureza: "El mestizaje natural es la esencia del flamenco desde su nacimiento. Es una m¨²sica nacida entre la clase m¨¢s pobre de Andaluc¨ªa en la que influyen ¨¢rabes, jud¨ªos, gitanos, payos, cristianos, negros... En la colombiana de Marchena hay acordes de m¨²sica vasca, mexicana, cubana... La fusi¨®n se produce casi siempre por casualidad. Paco de Luc¨ªa se fue a Brasil con Gades en 1966 y conoci¨® la bossa y 10 a?os despu¨¦s form¨® su sextet porque se encontr¨® con otros m¨²sicos en el estudio...".
Alguien pregunt¨® a Gamboa si el flamenco ha dejado de ser considerado ya un "arte degenerado", y el guitarrista zurdo casi se enfad¨®. "No hay arte m¨¢s digno que el que nace de la verdad del pueblo. Cuando Silverio Franconetti empez¨® a cantar en los teatros y los flamencos empezaron a ganar sueldos, a los cr¨ªticos les dio un ataque de nervios. Pero una cosa es la juerga y otra cosa es el arte. Es verdad que hubo se?oritos desalmaos, pero hubo otros que eran grandes aficionados y mantuvieron el flamenco en la posguerra. Pepe Pinto, Caracol, Valderrama, siempre fueron dignos y serios. ?No eran dignos aquellos c¨®micos de la legua, Fern¨¢n-G¨®mez o Juan Diego? Lo que pasa es que la dignificaci¨®n del flamenco se produjo en Francia, aunque Lorca y Machado avisaron de lo que hab¨ªa. Lo triste es que si a un joven de hoy le preguntas qu¨¦ es el reggae, lo sabe; si le preguntas por una sole¨¢, ni idea".
Pese a todo, el flamenco triunfa, los j¨®venes llenan los auditorios cuando se programa cante jondo... "Jam¨¢s el flamenco ha estado como ahora. Jam¨¢s se ha afinado ni se ha cantado ni se ha bailado ni se ha tocado tan bien como ahora. Y las mujeres, por fin, han ocupado el sitio que merecen".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.