Blair hace p¨²blico el dictamen que cuestion¨® la legalidad de la guerra iraqu¨ª
Gordon Brown muestra un respaldo sin fisuras al primer ministro brit¨¢nico
Gordon Brown, n¨²mero dos del Partido Laborista y ministro del Tesoro, acudi¨® ayer en auxilio de Tony Blair y apoy¨® sin ning¨²n g¨¦nero de dudas la actuaci¨®n del primer ministro en v¨ªsperas de la guerra de Irak. En el quinto d¨ªa consecutivo de campa?a electoral, condicionado por la pol¨¦mica en torno a la legalidad de la guerra, Blair se vio obligado a hacer p¨²blico el dictamen que le envi¨® el 7 de marzo el fiscal general del Reino, Peter Goldsmith. La pol¨¦mica no parece haber erosionado las perspectivas de victoria de los laboristas en los comicios del 5 de mayo, pero cuestiona su amplitud.
Un Blair al que parece perseguirle la sombra de Irak se hizo acompa?ar ayer de Brown y de la ministra de Comercio e Industria, Patricia Hewitt, en la presentaci¨®n de sus propuestas electorales para el mundo de los negocios. La cita era en la sede de la agencia Bloomberg, en plena City londinense. Los numerosos hombres de negocios que acudieron a escucharles se tuvieron que conformar con o¨ªr m¨¢s explicaciones sobre la legalidad de la guerra de Irak.
En la v¨ªspera, el prestigioso diario The Guardian y la cadena de televisi¨®n Channel Four hab¨ªan divulgado numerosos extractos del dictamen legal confidencial firmado por lord Peter Goldsmith el 7 de marzo. Se trata de un texto repleto de dudas y ambig¨¹edades sobre la legalidad de un eventual ataque a Irak. En ¨¦l, el principal asesor legal del primer ministro subraya su preferencia por lograr una segunda resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU (la tesis defendida por Francia y Alemania, entre otros muchos) que confirmara que Sadam Husein incumpl¨ªa la resoluci¨®n 1441 y que, en consecuencia, pod¨ªa ser atacado. Diez d¨ªas despu¨¦s, el mismo Goldsmith present¨® al Gabinete y al Parlamento un escueto resumen de su dictamen en el que hab¨ªan desaparecido sus dudas y se pronunciaba por la legalidad de la guerra.
El primer ministro, incapaz de sacarse de encima el asunto iraqu¨ª -y que la oposici¨®n, sobre todo los liberal-dem¨®cratas, trata de exprimir durante la campa?a electoral-, no tuvo m¨¢s remedio que hacer p¨²blico ayer el dictamen del fiscal general, ocultado hasta ahora a la opini¨®n p¨²blica, al Parlamento y al Gabinete, que en su d¨ªa s¨®lo tuvieron acceso a un folio de conclusiones reformadas.
"En contra de todo eso que dicen los peri¨®dicos, [Goldsmith] dictamin¨® que era legal seguir adelante tanto el 7 de marzo como el 17 de marzo. La llamada prueba del delito se ha convertido en un petardo mojado", respondi¨® Blair a los periodistas desde la City.
Gordon Brown, n¨²mero dos del laborismo, su gran rival pol¨ªtico y aspirante a sucederle alg¨²n d¨ªa como primer ministro, sali¨® en su ayuda con una intensidad y convicci¨®n aparente que llamaron la atenci¨®n. "Era la decisi¨®n m¨¢s dif¨ªcil que pueda tomar un Gobierno, pero la decisi¨®n se tom¨® de forma honesta, con principios y de manera clara, con todas las evidencias delante. No s¨®lo conf¨ªo en Tony Blair, sino que respeto la manera en que hizo las cosas", dijo, sentado junto a su jefe de filas. "Si hubiera sido primer ministro, habr¨ªa hecho lo mismo", asegur¨®.
Pero ni Blair ni Brown explicaron por qu¨¦ ni el Parlamento ni el conjunto de los ministros tuvieron acceso al primer dictamen de lord Goldsmith. Una vez m¨¢s, el comportamiento de Blair en v¨ªsperas de la guerra levanta la sospecha de que la decisi¨®n de atacar estaba tomada de antemano y de que todos sus movimientos se dirig¨ªan a probar a toda costa que Sadam Husein merec¨ªa ser derrocado debido a sus arsenales de armas de destrucci¨®n masiva. Pero los arsenales nunca aparecieron y el argumento de Blair de que la invasi¨®n val¨ªa la pena para acabar con un tirano, est¨¢ expresamente descartado por el primer dictamen redactado por Goldsmith.
Ni este delicado asunto ni las acusaciones del l¨ªder tory, Michael Howard, de que Blair ha mentido a los brit¨¢nicos parecen afectar las expectativas de voto de los laboristas. En el sondeo publicado ayer por la empresa ICM, con muestreos obtenidos desde el domingo, cuando ya hab¨ªa estallado la pol¨¦mica del informe oculto sobre Irak, los laboristas aumentan su ventaja sobre los conservadores hasta los siete puntos, uno m¨¢s que en el anterior sondeo de esta misma empresa, tres d¨ªas antes.
Los analistas sostienen que la pol¨¦mica sobre Irak no va a tener una gran influencia sobre los votantes. Pero tambi¨¦n admiten que, si la ventaja de los laboristas es tan clara al llegar el d¨ªa de las elecciones, aquellos de sus votantes que desean la victoria del laborismo, pero quisieran castigar a Blair por la guerra de Irak, pueden decidirse por la abstenci¨®n o votar a los liberales-dem¨®cratas. ?se es el mejor escenario que puede imaginar Gordon Brown: que los laboristas ganen las elecciones, pero Blair tenga que abandonar el Gobierno cuanto antes. De este modo, tendr¨ªa su oportunidad.
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