Nueva York se rinde ante el arte de Santiago Calatrava
El arquitecto valenciano construye el gran centro de transportes de la 'zona cero '
Empez¨® poco a poco en Nueva York. Aunque en 1992 gan¨® el concurso para completar la catedral de San Juan el Divino, el proyecto se estanc¨® por problemas econ¨®micos. En 1998 form¨® parte de un equipo que perdi¨® el concurso para construir un nuevo vest¨ªbulo y una nueva zona de billetes para la estaci¨®n de Pensilvania, dentro de la Oficina de Correos.
Ahora, el arquitecto espa?ol Santiago Calatrava tiene dos grandes proyectos en la ciudad de Nueva York: el centro de transportes en la zona cero, con un presupuesto de 2.000 millones de d¨®lares, y una torre residencial formada por 12 cubos voladizos en South Street, en la orilla este del r¨ªo. En octubre, sus esculturas, acuarelas, dibujos y dise?os arquitect¨®nicos se exhibir¨¢n en el Metropolitan Museum of Art (Met).
El ¨¦xito de los proyectos neoyorquinos de Calatrava se debe a su formaci¨®n de ingeniero
El Metropolitan Museum exhibir¨¢ en octubre sus dise?os, esculturas y dibujos
"Llevo muchos a?os buscando Nueva York", dice Calatrava, que ha establecido su hogar familiar en la ciudad despu¨¦s de 14 a?os de vivir en Par¨ªs y Z¨²rich. "Sin saberlo, estaba buscando un lugar como Nueva York".
Calatrava ha incrementado su presencia en todo el mundo. En febrero recibi¨® la medalla de oro de 2005 del Instituto Americano de Arquitectura. Ese mismo mes dio a conocer su dise?o de conchas curvas de hormig¨®n para el nuevo Centro Sinf¨®nico de Atlanta, la primera sala de conciertos exclusiva en los 60 a?os de historia de la orquesta. En agosto se inaugurar¨¢ su torre residencial retorcida, el Turning Torso, en Malmoe (Suecia). Y ha dise?ado tres puentes sobre el r¨ªo Trinity, en Dallas.
Por supuesto, ya era famoso por los m¨¢s de 30 puentes que ha construido; los ¨²ltimos, el puente Sundial sobre Turtle Bay, en Redding, California, y el puente James Joyce, en Dubl¨ªn. Entre sus proyectos p¨²blicos m¨¢s recientes est¨¢n el complejo ol¨ªmpico de Atenas, la estaci¨®n de ferrocarril del aeropuerto de Ly¨®n y la ampliaci¨®n del Museo de Arte de Milwaukee. Y en octubre se abrir¨¢ la ¨®pera del Palau de les Arts Reina Sof¨ªa, con cuatro salas, dentro de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Este gran complejo, dise?ado por Calatrava en su mayor parte, se completar¨¢ con un puente, tres rascacielos de lujo de casi 300 metros de altura y un ¨¢gora, seg¨²n su reciente proyecto.
Pero los proyectos de Nueva York han ayudado a consolidar su fama; la revista Time le incluy¨® hace poco entre una de las cien personas m¨¢s influyentes de 2005. Y no hay duda de que su celebridad va a aumentar con la exposici¨®n en el Met.
La muestra (del 18 de octubre al 22 de enero) est¨¢ organizada en funci¨®n de temas que recorren el arte y la arquitectura de Calatrava: cubos amontonados, alas e im¨¢genes de aves, olas, formas cicl¨¢dicas, el ojo. "Nuestro prop¨®sito es mostrar la clara y fascinante relaci¨®n entre sus esculturas independientes y sus obras posteriores, sus edificios, sus puentes, las cosas por las que es m¨¢s famoso", explica Gary Tinterow, conservador del Met del arte del siglo XIX, moderno y contempor¨¢neo.
La serie de esculturas en forma de cubo, realizadas por Calatrava hace m¨¢s de 20 a?os, acab¨® siendo un modelo para su edificio de South Street Building, que empezar¨¢ a construirse a finales de a?o. El constructor, Frank J. Sciame, dice que la idea del edificio naci¨® cuando estaba ayudando a Calatrava a renovar su casa en el Upper East Side, que es hogar y galer¨ªa privada. "All¨ª, frente a su escultura, empez¨® todo esto", dice Sciame. "Inmediatamente hizo 350 acuarelas".
Sciame cuenta que Calatrava concibi¨® una serie de im¨¢genes -algunas, octogonales; otras, truncadas- que eran el tipo de filigranas ante las que los constructores pragm¨¢ticos suelen acobardarse. "No quise decir nada", prosigue Sciame, "pero empec¨¦ a preocuparme porque, a cada esquina, la cosa se volv¨ªa m¨¢s dif¨ªcil". Sin embargo, cuando Calatrava dise?¨® por fin el n¨²cleo del edificio, se vio que era una construcci¨®n cl¨¢sica, dice Sciame, "uno de los elementos estructurales mejores y m¨¢s estables que pod¨ªamos utilizar".
El ¨¦xito de los proyectos neoyorquinos de Calatrava, que no s¨®lo han recibido elogio de los cr¨ªticos sino que est¨¢n construy¨¦ndose sin problemas, parece deberse, en parte, a su formaci¨®n de ingeniero.
"Es tremendamente ¨²til que nos d¨¦ una soluci¨®n posible desde el punto de vista de un ingeniero, y no simplemente un elemento arquitect¨®nicamente bello", dice Jerrold Dinkels, encargado del proyecto de ingenier¨ªa en la zona cero. "Facilita much¨ªsimo el proceso". El centro de transportes es seguramente la obra menos pol¨¦mica del lugar, cosa nada f¨¢cil, puesto que la reconstrucci¨®n de la zona est¨¢ resultando muy complicada por diversos conflictos arquitect¨®nicos.
"Le consideramos el Da Vinci de nuestra ¨¦poca", afirma Joseph J. Seymour, ex director ejecutivo de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, que est¨¢ construyendo la estaci¨®n. "Combina la luz, el aire y la elegancia estructural con la fuerza".
Calatrava naci¨® hace 53 a?os en Benim¨¤met, localidad cercana a Valencia, y estudi¨® dibujo y pintura a los ocho a?os en la Escuela de Artes y Oficios. En 1968 se matricul¨® en la Escuela de Arquitectura de Valencia, donde obtuvo el t¨ªtulo de arquitecto y realiz¨® un curso de posgrado sobre urbanismo. En 1979 se doctor¨® en Ingenier¨ªa Civil por el Instituto Federal de Tecnolog¨ªa de Z¨²rich.
Calatrava dice que la arquitectura es "la mayor de todas las artes" porque abarca las dem¨¢s: m¨²sica, pintura, escultura. "No podr¨ªa ser arquitecto", ha explicado, "sin hacer esas cosas". Al mismo tiempo, Calatrava -que dedica tres o cuatro horas diarias a la escultura, la pintura o el dibujo- se considera m¨¢s artista que arquitecto. "Mi trabajo como escultor es una cosa muy ¨ªntima", dice. "Dibujar es una de las cosas m¨¢s personales que se pueden hacer. No tiene nada que contar, ninguna ret¨®rica. Es un di¨¢logo entre el arte y uno mismo".
Para Calatrava, el arte no es un fin en s¨ª mismo; no lo vende y no ha participado m¨¢s que en unas cuantas exposiciones. Es una forma de desarrollar ideas en diversos materiales: lat¨®n, bronce, madera, m¨¢rmol. Se concentra en una serie de piezas similares antes de pasar a otro motivo. "Intento desarrollar familias escult¨®ricas", dice.
Este proceso refuerza su trabajo de arquitecto, asegura. "Es una forma semejante de enfocar el trabajo, estudiar, intentar definir formalmente las cosas".
Calatrava explica que no hace las esculturas como modelos para edificios, ni dise?a edificios a imagen de las esculturas. Ambos surgen a partir de un tema; compara el proceso con el de Bach. "Es como las Variaciones Goldberg", explica. "Est¨¢ el aria, luego 30 variaciones, luego otra vez el aria". "Por eso es importante para m¨ª esculpir", a?ade. "Me ayuda a descubrir un edificio".
Calatrava, que habla siete idiomas, mantiene oficinas en Espa?a y Z¨²rich, pero este a?o ha cerrado la de Par¨ªs. Su mujer, Robertina Calatrava, es su administradora. Tienen cuatro hijos.
"Creo que Nueva York no me necesita, pero yo necesito a Nueva York. En esta ciudad hay un perfume tremendo. Nueva York es una ciudad de nuestro tiempo, sin lugar a dudas. Es una ciudad ¨¦pica. El frenes¨ª, el movimiento de la gente, el temperamento, la pasi¨®n".
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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