Una mujer contra la desesperanza
Si hay alg¨²n nombre contra la desesperanza, ¨¦se es el de una mujer, Carmen Avenda?o. Su rostro, sus palabras, su caminar cansado pero decidido, son un recorrido casi perfecto desde el drama a la esperanza. Esta madre contra la droga, voz de muchas otras que llevan en silencio su propia tragedia, lleva 24 de sus 59 a?os en lucha contra el narcotr¨¢fico gallego. Desde que uno de sus cinco hijos, todos varones, con 14 a?os, cay¨® en las redes de la hero¨ªna. Hoy, ese hijo tiene 38 y sigue vivo. Todo un triunfo si ella mira a su alrededor. "Est¨¢ as¨ª, un paso adelante y otro hacia atr¨¢s, ahora disfruta de un periodo m¨¢s o menos bueno", explica esta mujer, hoy radiante vestida de blanco. Ha viajado a Madrid para estar junto al equipo de Hero¨ªna, el filme que, dirigido por Gerardo Herrero, ha llevado al cine por primera vez una peque?a parte de su vida, de sus sentimientos y de las reacciones de la familia. Junto a Hero¨ªna, que se estrena el pr¨®ximo viernes, llegar¨¢ tambi¨¦n a las pantallas el documental Ni locas, ni terroristas, realizado por Cecilia Barriga y que, a trav¨¦s de entrevistas y testimonios reales, va destapando una y otra herida, pero tambi¨¦n una y otra alegr¨ªa. Un filme de ficci¨®n basado en la realidad y un documental rodado con los protagonistas verdaderos, madres, padres y hermanos, a los que el destino fatal les cambi¨® tanto la vida.
"Yo soy fuerte, pero cuando caigo, es verdad que en pocas ocasiones, caigo tan hondo... Y es en ese momento cuando Jaime asume mi papel"
Cuando, hace unos d¨ªas, la productora de Hero¨ªna hizo una proyecci¨®n privada en Galicia para la familia de Carmen, la mujer de su hijo mayor, Alberto, le pregunt¨® a su marido: "?Pero todo eso es verdad?". Y ¨¦l contest¨®: "Todo es cierto, pero es s¨®lo una d¨¦cima parte de toda la verdad que vivimos". El peque?o, Rub¨¦n, confiesa abiertamente en el documental: "Mientras las madres de mis amigos se preocupaban de darles la merienda, la m¨ªa sabe Dios qu¨¦ estar¨ªa haciendo. La entiendo y la comprendo. Ella se volc¨® m¨¢s con mis hermanos. Yo soy el peque?o y he vivido marcado por todo ello, pero tuve una infancia muy feliz, o as¨ª lo recuerdo".
Familia unida
Mujer luchadora desde sus tiempos en el barrio obrero de Lavadores, en Vigo; militante del PSOE de toda la vida -"mi abuela me dec¨ªa: 'Pero ?d¨®nde vas a militar t¨², si todos somos socialistas?"-, no se considera ni una hero¨ªna, ni una madre m¨¢s sufridora que otras. Muchas cosas la compensan. "Tengo una familia estructurada, hemos logrado que la familia, aun pasando momentos muy dif¨ªciles, no se rompiera, como les ha pasado a tantas. Hay tantas familias que han abandonado, que se han quedado en el camino de puro sufrimiento, como Fina y muchos otros". Es s¨®lo en ese momento, cuando pronuncia el nombre de Fina, cuando los ojos de Carmen se nublan de l¨¢grimas, l¨¢grimas que se traga. Fina es esa amiga, fallecida de un ataque al coraz¨®n a los 54 a?os, con dos hijos heroin¨®manos, uno todav¨ªa en la c¨¢rcel y otro m¨¢s o menos recuperado, que un d¨ªa, viajando en el coche con Carmen, se ech¨® a llorar desconsolada y le dijo que ten¨ªa miedo de quedarse sola en la vida. Carmen no est¨¢ sola. Ah¨ª al lado est¨¢ Jaime, su marido, un hombre alto y elegante que espera paciente a que su mujer termine la entrevista. "A m¨ª me apag¨®, Mari se levant¨®", confiesa Jaime en Ni locas, ni terroristas, recordando el problema de su hijo. "Eso es una verdad a medias", reclama Carmen. "Yo soy fuerte, pero cuando caigo, es verdad que en pocas ocasiones, caigo tan hondo... Y es en ese momento cuando Jaime asume mi papel. Yo soy m¨¢s decidida, m¨¢s extrovertida, m¨¢s espont¨¢nea, pero ¨¦l tambi¨¦n es fuerte aunque no lo parezca. Siempre ha estado ah¨ª. No s¨¦ qu¨¦ har¨¦ si un d¨ªa me falta".
No fue f¨¢cil convencer a Carmen de hacer una pel¨ªcula sobre su vida. "Est¨¢s tolo", le dijo a Pancho, el productor de Continental, la primera vez que le habl¨® del tema. "Mi problema [utiliza esa palabra, 'problema', para referirse a la drogadicci¨®n de su hijo] lo abord¨¦ siempre desde el punto de vista globalizado. Todo el mundo sabe que tenemos el problema, pero nunca lo quise personalizar, porque me parec¨ªa que era una forma muy poco efectiva de afrontarlo. Me cost¨® mucho trabajo decir que s¨ª, pens¨¦ que le pod¨ªa perjudicar a mi hijo. ?ngeles Gonz¨¢lez Sinde [la guionista] estuvo mucho tiempo en mi vida. Escribi¨® hasta ocho guiones, porque la idea que ten¨ªan inicialmente era la de hacer una pel¨ªcula sobre una familia v¨ªctima de una tragedia y sus consecuencias, y yo lo que quer¨ªa transmitir, aparte de esa realidad familiar, era la importancia del movimiento organizativo y tambi¨¦n la de resaltar que fue en Galicia donde comenzamos la lucha, porque nos sentimos muy orgullosos de que toda esa lucha partiera de familias gallegas".
Orgullo gallego
Orgullosa debe de sentirse. Con tres nietos y otro a punto de nacer, portavoz de Erguete (Lev¨¢ntate, en castellano), que engloba a 33 organizaciones gallegas y 10.000 familias asociadas, Carmen s¨ª se siente identificada con el personaje que interpreta la actriz Adriana Ozores en Hero¨ªna. Hay incluso una escena, que no quiere descubrir porque asegura que es un momento muy ¨ªntimo, en la que las dos veces que Carmen ha visto la pel¨ªcula no ha podido evitar el lloro. "Es una herida que todav¨ªa me sangra", confiesa.
Convaleciente de una anemia complicada -"hace cinco a?os cre¨ª que no me salvaba"-, Carmen echa una mirada atr¨¢s y ve muchos logros. "Soy una mujer optimista, hace a?os nos consideraban cuatro locas que hac¨ªamos manifestaciones muy llamativas. Hoy, si haces un poco de historia y miras atr¨¢s, te das cuenta de que las utop¨ªas se pueden realizar, que son dif¨ªciles y duras, y que hubo gente que se cans¨® y abandon¨®, y otros, muchos, murieron por el camino, pero nos hemos dado cuenta de que no hay nada m¨¢s efectivo que las organizaciones serias y constantes". Ah¨ª est¨¢ el triunfo sobre un s¨ªmbolo de una riqueza que no se puede justificar honradamente, el Pazo de Bay¨®n, ese mastod¨®ntico y hortera palacete propiedad de Laureano Oubi?a en Vilagarc¨ªa de Arousa (Pontevedra) que ha sido embargado a su propietario. Carmen y otras madres, como Sara o Dora, lloraron y rieron el d¨ªa que se consigui¨®.
Un Capit¨¢n Trueno en las profundidades del mar
CARMEN ES UN EJEMPLO M?S. Hay muchas madres en su misma o peor situaci¨®n. Y muchas familias. Como la de Dora, con la que se cierra el documental Ni locas, ni terroristas. Dora, su marido y sus cinco hijos, cuatro de ellas chicas. Las cenizas del sexto hijo, Esteban, heroin¨®mano, reposan ya en las profundidades del mar, cerca de la playa donde corr¨ªa con la capa del Capit¨¢n Trueno. "Para m¨ª son los ¨²ltimos recuerdos de ¨¦l sano", explica una hermana. Sandra, la peque?a, no es capaz de hablar sin que se le quiebre la voz. "Mi padre entraba en la habitaci¨®n y me dec¨ªa que no me preocupara. ?C¨®mo no me iba a preocupar con tantos portazos, gritos y amenazas? Yo no sab¨ªa lo que pasaba", termina Sandra sollozando. Otra de las hermanas confiesa: "Yo me met¨ªa en el ba?o y no quer¨ªa salir. Lo que quer¨ªa era meterme en la cama, y si no me despertaba, mejor". Y otra vez Sandra: "?l me rob¨® algo de mis padres. ?l s¨ª tuvo la oportunidad de conocerles". El hermano var¨®n, de pelo muy cano: "Pienso en ¨¦l todos los d¨ªas. No hablas de todo ello con nadie con la suficiente profundidad. No buscas el porqu¨¦ y c¨®mo pas¨®. Lo m¨¢s frustrante es la impotencia". "Triste vida porque a los cuarenta se me trunc¨®", confiesa Dora ante la c¨¢mara. La vida plena, el para¨ªso al que se refiere el padre de familia, queda atr¨¢s, muy atr¨¢s. S¨®lo, dice, queda la esperanza.
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