"Como dise?ador me sent¨ªa ¨²til; en cambio, como pintor me siento in¨²til"
Ha pasado mucho tiempo desde que el dise?ador gr¨¢fico, pintor y escultor barcelon¨¦s Vicente Rojo lleg¨® a M¨¦xico en 1949, cuando ten¨ªa 17 a?os, desde aquella Espa?a malherida de la posguerra. Su padre reclam¨® a su esposa e hijos y logr¨® la reunificaci¨®n de la familia. Era un exiliado republicano que particip¨® en la fundaci¨®n del PSUC y hermano del general Rojo, que defendi¨® la Rep¨²blica hasta el ¨²ltimo momento. Hoy es un artista plenamente consagrado en M¨¦xico que se siente mexicano y que lleva a Espa?a en el coraz¨®n. Memoria viva del pasado, Rojo, de 65 a?os, escribe en el texto de presentaci¨®n de la muestra de Carteles de la Guerra Civil que se exhibe en el Centro Cultural espa?ol de Ciudad de M¨¦xico: "En esta muestra se hace visible una lucha cuyos objetivos son de una persistente actualidad: contra el fascismo, por la paz, la democracia, la libertad, la solidaridad, envueltos por el rojo, amarillo y morado de la bandera republicana". La conversaci¨®n transcurre en su estudio del barrio de Coyoac¨¢n, en el Distrito Federal.
"Me gusta moverme en cosas que algunos piensan que est¨¢n pasadas de moda. Sobre todo en el arte, la pintura y el dise?o"
"Franco no termin¨® la guerra en 1939, sino cuando muri¨®, porque pas¨® toda la vida persiguiendo a los vencidos"
Pregunta. ?Cu¨¢les son los recuerdos m¨¢s presentes de los a?os que pas¨® en Espa?a hasta su marcha a M¨¦xico?
Respuesta. Viv¨ª en Espa?a hasta los 17 a?os. Nac¨ª en Barcelona y all¨ª viv¨ªa, muy cerca del paseo de San Juan. La fecha de mi primer recuerdo es el 19 de julio de 1936, cuando hubo en Barcelona la primera respuesta a la sublevaci¨®n de Franco. Tengo grabado en mi memoria el recuerdo de los camiones repletos de milicianos armados, con banderas republicanas y catalanas, que pasaban por el paseo de San Juan. Ten¨ªa cuatro a?os. Vinieron 3 a?os de guerra y luego 10 a?os terribles de posguerra, en los que era m¨¢s consciente de la represi¨®n franquista. Es algo que todav¨ªa me indigna. Franco no termin¨® la guerra en 1939, sino cuando muri¨®, porque pas¨® toda la vida persiguiendo a los vencidos.
P. Su padre se fue de Espa?a en 1939.
R. S¨ª. Toda mi familia, es decir, mis padres y cuatro hijos, partimos hacia el exilio, en Francia, antes de que las tropas franquistas entraran en Barcelona. Al poco tiempo, mi madre y los hijos regresamos a Barcelona y mi padre fue a M¨¦xico.
P. ?C¨®mo fue su partida a M¨¦xico?
R. La comunicaci¨®n con mi padre era muy dif¨ªcil. La correspondencia llegaba con meses de retraso y censurada. Cuando termin¨® la guerra mundial, mi padre inici¨® los tr¨¢mites para reclamar a sus hijos. Duraron varios a?os, porque el r¨¦gimen de Franco puso muchos impedimentos. Hasta que viaj¨¦ a M¨¦xico con mi madre y dos hermanos, y logramos reconstruir la familia.
P. ?Se sinti¨® un exiliado?
R. M¨¢s que un exiliado, soy resultado del exilio. A m¨ª me gusta dejar claro que en 1939, dentro de aquella gran ola de exiliados a M¨¦xico, muchos llegaron a ense?ar. Llegu¨¦ 10 a?os despu¨¦s a aprender. Es una diferencia abismal. Lo mucho o poco que he podido aprender lo aprend¨ª en M¨¦xico. Llegu¨¦ con una formaci¨®n humana intensa, por la situaci¨®n en Espa?a, pero culturalmente estaba bajo cero. Mi formaci¨®n cultural comenz¨® en M¨¦xico. Volv¨ª a nacer cuando llegu¨¦ a M¨¦xico.
P. ?Colabor¨® con organizaciones antifranquistas?
R. T¨ªmidamente. Estuve un corto periodo en el PSUC en M¨¦xico, no muy convencido. Combin¨¦ mi vida de antifranquista con el comienzo de mi vida integrada a lo mexicano. Pronto me di cuenta de que era m¨¢s mexicano que espa?ol. Soy republicano, me gusta la palabra y el concepto. Me gusta moverme en cosas que algunos piensan que est¨¢n pasadas de moda. Sobre todo en el arte, la pintura y el dise?o gr¨¢fico. Nunca me ha gustado estar a la moda.
P. ?Le ha costado simultanear la pintura y el dise?o gr¨¢fico desde el principio de su carrera art¨ªstica?
R. Cuando llegu¨¦ a M¨¦xico empec¨¦ a estudiar pintura y a trabajar como asistente de Miguel Prieto, un manchego que renov¨® el dise?o gr¨¢fico mexicano. Mis primeras incursiones en la pintura se las debo al gallego Arturo Soto. Combin¨¦ las dos actividades hasta hace 10 a?os, cuando tuve problemas de salud y me vi forzado a eliminar las actividades m¨¢s tensas, como el dise?o gr¨¢fico. Fue una decisi¨®n muy dolorosa. Como dise?ador me sent¨ªa ¨²til, social y culturalmente; en cambio, como pintor me siento in¨²til, no le veo el sentido. No s¨¦ para qu¨¦ sirve la pintura.
P. Pero sigue pintando.
R. S¨ª, porque para m¨ª es una necesidad absoluta. No podr¨ªa vivir sin pintar. Me parecer¨ªa que habr¨ªa dejado de existir.
P. En su obra como dise?ador gr¨¢fico hay abundantes portadas de libros. ?Qu¨¦ es una portada para usted?
R. Cuando hac¨ªa una portada, lo que m¨¢s me importaba era que ayudara a vender el libro, es decir, que fuera una portada eficaz. Eso lo aplico a todo lo que he hecho en dise?o gr¨¢fico, sea el cartel de una pel¨ªcula o el cat¨¢logo de una exposici¨®n.
P. ?Una portada de un libro atrae lectores?
R. Tiene que atraer lectores. De una forma sutil. La portada tiene que sugerir, insinuar.
P. La portada que usted dise?¨® para la novela Cien a?os de soledad ha pasado a la historia.
R. Fue la obra la que dio reconocimiento a la portada y no al rev¨¦s. Me doli¨® que no fuera la de la primera edici¨®n, porque tard¨® mucho tiempo en llegar a Buenos Aires. Siempre digo que no lleg¨® a tiempo porque se detuvo en Macondo. Mi portada no fue la primera, pero fue la que dio a conocer el libro.
P. Desde finales de los a?os ochenta usted trabaja en una serie de pinturas de volcanes, que toma y deja pero nunca abandona. ?Por qu¨¦?
R. Por el camino se han cruzado otras series de temas totalmente distintos. Todo viene de mi formaci¨®n pict¨®rica. Desde que empec¨¦ a trabajar con formas geom¨¦tricas busqu¨¦ elementos afines a ellas. Cuando trabaj¨¦ los tri¨¢ngulos hice una serie que se llam¨® Pir¨¢mides. De la pir¨¢mide pas¨¦ al volc¨¢n. Es un inter¨¦s meramente pl¨¢stico. He hecho otras muchas series.
P. ?C¨®mo ve Espa?a?
R. En los ¨²ltimos a?os he pasado algunas temporadas en Espa?a. All¨ª tengo muy buenos amigos. Cuando he ido ha sido para aislarme. En M¨¦xico he tenido una vida cultural bastante intensa y en los ¨²ltimos a?os necesitaba un poquito de reflexi¨®n, calma, retiro. Todo eso lo he encontrado en Barcelona.
Babelia
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