Acabar es lo primero

Hay una premisa en el mundo de la F-1 que no admite discusi¨®n: para ganar hay que acabar las carreras. Parece una perogrullada, pero no lo es porque se refiere a uno de los aspectos fundamentales de la competici¨®n: la fiabilidad. No ser suficientemente fiable es el peor problema que puede acontecer a cualquier escuder¨ªa. Y los departamentos que estudian este tipo de problemas, Research and Development y Control de Calidad, son los que suelen tener el mayor presupuesto en todos los equipos. Estas dos secciones se ocupan tanto del desarrollo del motor y del chasis, de identificar y estudiar los problemas que van surgiendo, como de mantener un estricto control de calidad de cada pieza.

Los principales problemas que plantea un coche son de motor o de cambio. Son los elementos que m¨¢s se modifican de una temporada a otra. La suspensi¨®n, por contra, est¨¢ m¨¢s controlada porque ah¨ª las modificaciones suelen ser poco radicales. Los fallos en este aspecto se producen m¨¢s como consecuencia de errores en el control de calidad de las piezas y es m¨¢s f¨¢cil detectarlos y corregirlos. La rotura de un motor puede producirse por muchos factores, pero uno, el m¨¢s usual, es como consecuencia secundaria de las vibraciones. Y eso puede producirse cuando se cambian los materiales o el dise?o de un coche de forma radical. Es lo que ha ocurrido este a?o con el nuevo Ferrari 2005, un coche conceptualmente distinto al F2004, que present¨® problemas de cambio, porque, buscando la pureza y la perfecci¨®n, lo hicieron m¨¢s ligero y m¨¢s peque?o, y de transmisi¨®n.

A Ferrari le ocurri¨® algo inusual: se quedaron sin piezas de recambio y pasaron por la rid¨ªcula situaci¨®n de que Barrichello no pudiera apenas entrenarse en Bahrein por falta de un nuevo cambio. Cuando una escuder¨ªa lanza un nuevo coche suele hacer tiradas largas de cada pieza pensando en toda la temporada. Imagino que tuvieron alg¨²n error de dise?o importante que les oblig¨® a realizar alguna modificaci¨®n y que no tuvieron tiempo para realizar los recambios. Cuando eso ocurre en una escuder¨ªa del peso de Ferrari, todo el departamento de b¨²squeda y desarrollo se pone en marcha y funciona las 24 horas del d¨ªa para encontrar soluciones. Ferrari parece haberlas encontrado.

En la F-1 el concepto b¨¢sico es buscar siempre el m¨ªnimo del m¨ªnimo: no sobra nunca nada. Cada elemento tiene una misi¨®n. Y pueden cometerse errores. Cada componente de un f¨®rmula 1 es sometido a un control inform¨¢tico exhaustivo en base al tiempo que debe durar o al kilometraje que debe soportar. Es un sistema similar al que se utiliza en la industria aeroespacial y desarrollado a trav¨¦s de la experiencia de muchos a?os. En este aspecto, hay m¨¢quinas que simulan el efecto de cada elemento en el circuito y su posible deterioro. La conclusi¨®n a todo ello es la que explic¨¢bamos al principio: la pureza de la t¨¦cnica nos lleva a querer ser los m¨¢s r¨¢pidos, a lograr el mejor tiempo, pero para ganar carreras lo primero es acabarlas.