El tri¨¢ngulo de M¨¦xico
El presidente Fox ha hablado. Ha tardado un poco y sus motivos no son necesariamente intachables, pero el alcalde de M¨¦xico DF, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, podr¨¢ ser candidato a la presidencia si, como se prev¨¦, el PRD le elige para ello el 31 de julio.
Ha pasado toda una semana de vacilaciones presidenciales, ¨¢spera pol¨¦mica y la movilizaci¨®n de millares de partidarios del alcalde en las calles de la capital, pero Vicente Fox, tambi¨¦n l¨ªder del partido derechista PAN, ha optado por forzar la dimisi¨®n de Rafael Macedo de la Concha, fiscal general, que pretend¨ªa procesar al s¨ªndico por un pleito urban¨ªstico decididamente menor. Al mismo tiempo, el presidente anunciaba la revisi¨®n del caso y la aprobaci¨®n de una ley que permitir¨¢, incluso a los procesados, retener todos sus derechos pol¨ªticos mientras haya presunci¨®n de inocencia. Eso significa que habr¨¢ tri¨¢ngulo electoral en 2006 cuando el PAN y el PRD se enfrenten al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobern¨® ininterrumpida y dictatorialmente M¨¦xico desde los a?os veinte hasta la victoria del propio Fox en 2000.
El presidente no pod¨ªa ser ajeno al desafuero que la C¨¢mara pronunci¨® el pasado 7 de abril contra L¨®pez Obrador para que se le pudiera juzgar, objetivo en el que coincid¨ªan el PRI y el PAN. Pero Fox entiende ahora que la opini¨®n le culpaba de apartar fulleramente al candidato del PRD de los comicios, y a¨²n peor, que su ausencia facilitaba la elecci¨®n del aspirante del PRI, lo que ni sus partidarios le habr¨ªan nunca perdonado. Por eso, adem¨¢s de por alguna decencia pol¨ªtica, ha mudado de parecer, tras haber dicho inicialmente que el desafuero era el triunfo de la legalidad.
No est¨¢ claro que la legalidad se vea servida con el cambio de opini¨®n, pero a¨²n estamos en lo que cabr¨ªa llamar fase de asentamiento de la democracia en M¨¦xico, cuando muchas f¨®rmulas tienen que probar su eficacia y otras tantas r¨¦moras del pasado deben ser liquidadas. Y de esta forma, en esa contienda a tres -y los que se sumen- estar¨¢ representada la totalidad de la opini¨®n mexicana: la derecha panista, la izquierda del PRD y la opci¨®n ¨®mnibus, con tantas alas como intereses del PRI. ?sa es la realidad; ¨¦sa es la democracia.
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