?lvarez pactar¨¢ el relevo de Calvo en la C¨¢mara para evitar m¨¢s conflictos
El l¨ªder del PA har¨¢ una propuesta formal al grupo parlamentario esta semana
Aunque los conflictos no dejan de colear en el PA, el secretario general, Juli¨¢n ?lvarez, se mantiene firme en la estrategia de evitar a toda costa la pelea p¨²blica. Lo mismo que esper¨® cuatro meses para que Antonio Ortega, su predecesor, dejara el esca?o en el Parlamento, est¨¢ dispuesto a pactar el traspaso de la portavoc¨ªa de Jos¨¦ Calvo a Pilar Gonz¨¢lez a medio o largo plazo, si con ello pone fin a la resistencia del sector que perdi¨® el congreso.
La nueva direcci¨®n andalucista no ha dejado de sortear contrariedades desde que en diciembre pasado ganara el 13? congreso al sector de Antonio Ortega. Se daba por hecho que los c¨®nclaves provinciales que estatutariamente siguen al congreso nacional fueran como una especie de partido de vuelta y que parte de los perdedores se acantonaran en las organizaciones locales. Ha sido algo m¨¢s que eso: los renovadores han vencido en seis de los siete congresos que se han celebrado (s¨®lo C¨¢diz permanece fiel a la antigua mayor¨ªa), pero la asamblea de Huelva est¨¢ suspendida por un juzgado despu¨¦s de que el secretario provincial, Miguel Romero, interpusiese una denuncia por "irregularidades". Adem¨¢s, cuatro de los nueve miembros de la Comisi¨®n de Garant¨ªas han escrito una carta de renuncia por id¨¦nticos motivos.
El problema de Huelva tiene dif¨ªcil arreglo: habr¨¢ que esperar a una resoluci¨®n judicial, si bien la permanencia de Romero, aseguran fuentes de la direcci¨®n, es m¨¢s que cuestionable, habida cuenta de que ha llevado a los tribunales de justicia a su propio partido. De momento, no se han planteado medidas disciplinarias contra nadie, aunque las mismas fuentes advierten de que el periodo congresual ha terminado y ya no son tolerables las declaraciones en tono de insulto al secretario general, as¨ª como las peticiones p¨²blicas de dimisi¨®n. "Ya se ha acabado el tiempo de las trincheras", dice un dirigente.
Al margen del caso de Huelva -que se considera residual-, el principal escollo de ?lvarez es la reestructuraci¨®n del grupo parlamentario. Tras la renuncia de Ortega, quien, a d¨ªa de hoy, est¨¢ fuera de la batalla pol¨ªtica, la proporci¨®n es de tres a dos: Jos¨¦ Calvo, Antonio Moreno y Miguel Romero, de los antiguos oficialistas; y Pilar Gonz¨¢lez e Ildefonso Dell'Olmo, de los renovadores. Pese que la ejecutiva, en su primera reuni¨®n, acord¨® que Gonz¨¢lez fuera la sustituta de Calvo en la portavoc¨ªa, ¨¦sta decisi¨®n qued¨® en suspenso hasta que se diera un clima m¨¢s propicio (una vez resueltos los congresos provinciales).
Un sector de la direcci¨®n estima urgente hacer visible en el Parlamento la renovaci¨®n del PA y se muestra contrario a esperar cuatro o cinco meses, mientras los recursos que el grupo obtiene de la C¨¢mara siguen bloqueados. "No hemos podido hacer pol¨ªtica, llevamos cuatro meses con temas internos", dice uno de sus miembros.
Sin embargo, ?lvarez busca una salida templada. "Con Antonio Ortega se tuvo paciencia y, aunque tard¨® cuatro meses en cumplir la palabra dada de renunciar al acta de diputado, al final conseguimos pactar su marcha, lo que nos permiti¨® ir a los congresos provinciales sin el paraguas unitario de la resistencia en el ¨¢mbito andaluz", explica otro dirigente.
El secretario general se ha reunido por separado con cada uno de los parlamentarios y luego se ha producido una reuni¨®n conjunta. ?lvarez llevar¨¢ el s¨¢bado a la ejecutiva una propuesta formal que pasa, seg¨²n fuentes pr¨®ximas, por ser flexible con los plazos y fraguar el relevo en el pr¨®ximo per¨ªodo de sesiones o a¨²n m¨¢s adelante.
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